En el marco del debate que se ha iniciado en Chile en torno al sistema previsional con miras a mejorar las pensiones de todos los chilenos, la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham) y El Mercurio realizaron el seminario “Desafíos para una moderna administración de fondos previsionales”, donde expertos nacionales y extranjeros entregaron su punto de vista y recomendaciones en torno al tema.
En la ocasión, la presidenta de AmCham, Kathleen Barclay, hizo un reconocimiento al modelo chileno y a la intensión de mejorarlo a fin de encontrar una mejor calidad de vida para los jubilados y recordó que uno de los principales problemas que hay en este campo, tanto en Chile como en el resto del mundo, es el creciente envejecimiento de la población. Una realidad que se debe a una baja tasa de natalidad en contraste con la extensión de la esperanza vida, poniendo en jaque a los sistemas de reparto públicos, al haber más personas jubiladas –y por mayor cantidad de tiempo- que individuos trabajando. Pero este escenario también afecta a los sistemas de capitalización privada.
Por eso, expertos destacan la necesidad de ahorrar más o ahorrar por mayor tiempo, a fin de cumplir con las expectativas de pensión, que en Chile corresponden a 70% del sueldo. Y es bajo ese mismo contexto que la Ministra del Trabajo y Previsión Social, Javiera Blanco, durante el seminario abrió la invitación a los diversos actores a participar en la búsqueda de soluciones para alcanzar ese objetivo, además de destacar el trabajo que está llevando a cabo la Comisión Bravo y enfatizar en la necesidad de crear una AFP estatal que aumente la cobertura y la competencia dentro del sector.
Chile en la OCDE
Todos los sistemas de pensiones tienen tres objetivos: luchar contra la pobreza; la redistribución, es decir, que los sistemas públicos sean “de reparto”; y asegurar el ahorro de una parte del salario de las personas durante su vida laboral para financiar la jubilación.
El sistema de pensiones chileno se sustenta en tres pilares a fin de lograr estos objetivos: el pilar obligatorio (10% de la remuneración), el pilar solidario (para mejorar las pensiones de quienes de alguna manera -ya sea por lagunas o evasión- han tenido cotizaciones muy reducidas), y el pilar voluntario (con el cual el cotizante puede destinar más dinero de forma voluntaria para mejorar su pensión al momento de jubilarse).
Los países de la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) tienen sistemas diferentes. Por ejemplo, Estados Unidos tiene planes de cotización individuales voluntarios, mientras que otros utilizan un criterio de financiamiento de las pensiones de reparto (éstas se financian con las contribuciones de los individuos que están trabajando hoy); o la capitalización de las pensiones depende de la gestión pública y no de la privada; o tienen una mezcla, como ocurre en Chile.
Bajo ese escenario, el economista jefe de la Unidad de Pensiones Privadas de la OCDE, Pablo Antolín Nicolás, destacó la contribución o aporte definido, en el cual lo que la persona va a recibir tiene relación directa con lo que ha contribuido y los retornos, lo que es una de las grandes ventajas. “Obviamente, para el pensionista, el tener una promesa es mucho más fácil de entender que depender de los vaivenes de las contribuciones”, señaló refiriéndose a los sistemas de reparto, pero advirtió que como tiene sus pros, también tiene sus desventajas.
Pablo Antolín Nicolás.
“Hay países que tienen tasas de reemplazo muy altas, como es el caso de España, Austria, Hungría, Italia y Turquía. Esto es lo que promete el sistema, pero no quiere decir que sea financieramente viable y, de hecho, éstos son países que tienen problemas financieros en el sistema público de reparto”, afirmó.
Respecto de Chile, comentó que la cobertura voluntaria no es baja en relación a otros países de la OCDE, pero sí lo es al compararla con otros sistemas obligatorios. No obstante, destacó el rendimiento de los fondos de pensiones, que durante el período 2002-2012 ha sido de los mejores.
“En la OCDE no decimos si se tiene que contribuir 20% o 25%, pero aconsejamos que si uno quiere alcanzar cierta tasa de reemplazo o cierta pensión tiene que calcular cuánto necesita contribuir durante su vida laboral para alcanzarla. Cuál es esa tasa, ésa es una cuestión de cada país y sistema”, apuntó.
La reforma que se requiere
Durante el primer panel se discutió en torno a las características del actual sistema de pensiones de Chile y se dieron a conocer una serie de recomendaciones por parte de los expertos participantes.
Klaus Schmidt-Hebbel.
El ex economista jefe de la OCDE y director de AFP Habitat, Klaus Schmidt-Hebbel, sugirió incrementar gradualmente (a tres años) la tasa de cotización desde el actual 10% a un 13%, señalando que ésta debería ser pagada en un comienzo por los empleadores. Además, propuso sumar un aumento gradual (en un período de entre 7 y 14 años) de la edad de jubilación de hombres y mujeres, elevándolas en ambos casos hasta los 67 años.
En tanto, la Superintendenta de Pensiones, Tamara Agnic, sostuvo que “esto también conlleva una responsabilidad por parte del empleador, pues no sacamos nada con aumentar la edad de jubilación si no hay trabajo para personas mayores”.
Tamara Agnic.
Por otro lado, también se debatió sobre las lagunas y la evasión. Lo cierto, es que al no cotizar durante ciertos períodos, el efecto final sobre las pensiones resulta muy significativo. Más aún si esto se da en edades tempranas.
“Hay un 19% de evasión, por lo que hay una oportunidad de mejora muy grande”, enfatizó el presidente de la Asociación de Administradores de Fondos de Pensiones, Rodrigo Pérez, quien además recomendó el seguro de cesantía para enfrentar las lagunas.
En cuanto a la rentabilidad, Agnic destacó la herramienta de los multifondos, la que al entregar distintas opciones de inversión, diversifica el riesgo. Sin embargo, al igual que los otros expertos del panel, coincidió en que es un asunto muy difícil de controlar, y que no siempre es fácil anticiparse al movimiento de los mercados.
“Entregar la libertad de escoger fondos es una responsabilidad y se necesita educar a los cotizantes en estas materias”, señaló la superintendenta, posición compartida unánimemente por el panel. Al respecto, los expertos recomendaron a las AFP considerar un sistema de asesoramiento más completo, donde se incluya el monitoreo de los perfiles de riesgo de los cotizantes en cada tipo de fondo para tenerlos más informados y así hacerles recomendaciones del mejor fondo para invertir.
La visión de Estados Unidos
El evento también contó con la participación de Gregory Burrows, vicepresidente senior de servicios de inversiones y pensiones de Principal Financial Group, quien fue categórico en señalar que no existe un modelo en el mundo que sea mejor. “Todos los países, incluyendo Chile, están buscando la fórmula adecuada para la jubilación, pero no hay una vara mágica”, dijo y aprovechó de destacar el sistema de jubilación chileno en relación al de otros países, en especial, por los pilares solidario y voluntario.
El experto recalcó que los trabajadores deben ser responsables para financiar su retiro, donde la educación es algo crucial para hacerles entender su rol. En este sentido, señaló que los ahorros en Chile deben apuntar a 12%, 13% o 15%, en un horizonte de 45 años, para alcanzar una buena jubilación.
También destacó el sistema 401 K, el que a pesar de no ser obligatorio reúne a 88 millones de estadounidenses y tiene una tasa de ahorro tres veces mayor a la que tiene un individuo que abre su propia cuenta. Éste apunta a la habilidad de los trabajadores para ahorrar para su futuro, pero los empleadores también juegan un rol importante, por lo que se les otorgan beneficios tributarios para estimular su participación.
De esta forma, mediante la propia experiencia y con las recomendaciones extranjeras, Chile debe encontrar la mejor fórmula para su sistema previsional, pues al igual como ocurre en el resto del mundo, se ha sumado a la carrera el envejecimiento de la población, la que ha cambiado el ratio respecto al número de años de los contribuyentes respecto del número de años que se deben financiar.
“Si aumenta el número de años que tienes que financiar, el ratio cambia y crea problemas de sostenibilidad, problemas de solvencia o problemas de suficiencia”, señaló Antolín de la OCDE, por lo que recomendó diversificar el sector involucrando tanto a públicos como privados.
As part of the debate currently underway in Chile regarding efforts to improve the national pension system, the Chilean-American Chamber of Commerce (AmCham) and El Mercurio have staged the seminar “Challenges for modern pension fund administrators”. During the event, local and international experts put forward their respective arguments and recommendations on the issue.
The President of AmCham, Kathleen Barclay, took the opportunity to review the Chilean model and to discuss ongoing efforts being made to improve the system, and in the process, the overall quality of life for the retired. Barclay reiterated that one of the biggest problems stemming from this issue, in both Chile and around the world, is the increasingly aging population. This situation has been brought about by a combination of a decreasing birth rate and a longer life expectancy. As a consequence, there are currently greater numbers of retired workers, and for longer periods of time, than there are people in employment. These phenomena are placing public pension systems in jeopardy. It is also a scenario affecting the privatized pension systems.
In order to meet expectations set by the pension schemes, experts have stressed the need to save more or to save for longer. In Chile, the target replacement rate is 70%. Within this context, and during the seminar, the Minister of Labor and Social Forecast, Javiera Blanco, invited the different actors to work together in devising solutions to resolve the challenge. She also highlighted the work being done by the Bravo Commission and emphasized the need to create a state AFP for increasing coverage and competition in the sector.
Chile in the OECD
All pension systems have three objectives: combating poverty; redistribution, meaning the public systems are “distributive”; and ensuring individuals save part of their employment earnings over the course of their life to finance their retirement.
In order to achieve these objectives, the Chilean pension system is based on three pillars: the obligatory pillar (10% of earnings), the solidarity pillar (to improve the pensions of those who have – whether through gaps or evasion – made reduced contributions), and the voluntary pillar (with which the pension holder may make additional contributions to increase the funds available to them at the time of their retirement).
Different members of the OECD have different systems. For example, the United States has an individual voluntary contribution scheme; others use criteria for funding pensions via distribution (financed by contributions from individuals working today); or pension capitalization is run publicly and not privately; or there is a mixed system, as is the case in Chile.
Pablo Antolín Nicolás.
In this context, the Principal Economist at the Private Pension Unit of the OECD, Pablo Antolín Nicolás, highlighted the contribution or defined-contribution pension, in which the amount received by an individual is directly related to their contribution and the returns made on their savings: one of the biggest advantages. “Obviously, for the pension holder, it is much easier to understand a promise than to depend on the fluctuations of contributions”, he said, in reference to distribution systems. However, he warned that in addition to the advantages of these systems, there are also disadvantages.
“There are countries in which the replacement rates are very high, like Spain, Austria, Hungary, Italy and Turkey. This is what the systems promise, but it doesn’t mean they are financially viable and, in fact, it’s these countries that have financial problems in their public distribution systems”, he pointed out.
Regarding Chile, he stated that the voluntary coverage is not too low in relation to other OECD countries, although it is low in comparison to other obligatory systems. Nonetheless, he highlighted the performance of the pension funds, which during the 2002-2012 period have been among the best.
“In the OECD, we don’t say that contributions have to be 20% or 25%, we merely suggest that if someone wishes to secure a certain replacement rate or a specific pension amount, they need to calculate the necessary level of contributions over their working life in order for it to be reached.
The question of what this rate should be, that is one for each individual country and system”, he clarified.
The required reform
During the first panel, discussions focused on the characteristics of the current pension system in Chile, including a series of recommendations made on behalf of the expert participants.
Klaus Schmidt-Hebbel.
The ex-chief economist at the OECD and Director of AFP Habitat, Klaus Schmidt-Hebbel, suggested a gradual increase to the contribution rate (over three years) from the current 10% to 13%. He argued that this increase should initially be covered by employers. Furthermore, he proposed a gradual increase (over seven to 14 years) to the age of retirement for men and women, with both being raised to 67.
In addition, the Superintendent of Pensions, Tamara Agnic noted that, “this also places greater responsibility on the employer, as there is no benefit to increasing the retirement age if there are no jobs available for older persons”.
Tamara Agnic.
The panel also discussed contribution gaps and evasion. One certainty in this area is that the failure to make contributions during certain periods will have a significant final impact on an individual’s pension. This is especially the case for younger age groups.
“The evasion rate is 19%, so there is a huge opportunity for improvement”, stressed the President of the Association of Pension Fund Administrators, Rodrigo Pérez. He also recommended unemployment insurance for addressing the contribution gaps.
In terms of profitability, Agnic highlighted the multi-funds tool, which through the provision of different investment options, diversifies risk. However, in line with the rest of the panel, she agreed that it is an incredibly difficult issue to control, and that it is not always easy to foresee movements in the market.
The Superintendent stated that, “providing the freedom to choose different funds is a responsibility and contributors must be educated on the pertinent issues”: a position that was shared unanimously by the panel. In this regard, the experts recommended the AFPs consider a more comprehensive system of advice, including monitoring of risk profiles of the contributors in each type of fund. In this way, users could be more informed and recommendations made as to the best fund in which to invest.
The view from the United States
The event was also attended by Gregory Burrows, Senior Vice President of Retirement and Investor Services at Principal Financial Group. Burrows was categorical in stressing that there is no better model in the world than the one in Chile. “Every country, including Chile, is seeking the right formula for retirement, but there is no magic wand”, he said. He also took the chance to praise the Chilean pension system, in comparison to those of other countries, above all for its solidarity and voluntary pillars.
The expert emphasized that workers should take responsibility for their own retirements, a process in which education is a key part of them understanding their role. In this regard, he claimed that savings in Chile should aim to reach 12%, 13% or 15% over a 45 year period, in order to guarantee a good retirement.
He also praised the 401(k) system in the United States. Although not obligatory, it brings together 88 million US citizens and provides them with a savings rate three times that of an individual opening their own private account. This example points to the ability of workers to save for their own future, but with employers also playing an important role, as they are offered tax benefits to encourage their participation.
In this way, by means of its own experience and in conjunction with international recommendations, Chile must now devise the best possible formula for its pension system. And just like in the rest of the world, its population is also aging. This is altering the ratio of the number of contributors in regard to the amount of years they need to finance.
“If the number of years one needs to finance increases, the ratio changes and problems of sustainability, solvency and proficiency arise as a result”, said the OECD’s Antolín. As a consequence, he recommended diversifying the sector by involving both public and private actors.