Cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó Chile en marzo, destacó la importancia para ambos países de la cooperación bilateral respecto de la energía y el medio ambiente. Junto con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció planes para profundizar la cooperación en materia de energías limpias, seguridad energética y cambio climático. Estos incluyen acuerdos del sector público que permitirán que Chile se beneficie del acceso a científicos e instalaciones de investigación en Estados Unidos en áreas como energías renovables. Los dos países también están trabajando en iniciativas multilaterales tales como la Alianza de Energía y Clima de las Américas.
En el sector privado, el presidente Obama dio la bienvenida al lanzamiento del Consejo Empresarial Chileno- Estadounidense sobre Energía, que creará oportunidades de negocios para empresas estadounidenses y chilenas. El embajador de Estados Unidos en Chile, Alejandro Wolff, conversó con bUSiness CHILE sobre estas iniciativas y los planes de Chile de unirse a la Agencia Internacional de Energía.
Chile necesita desarrollar soluciones innovadoras para sus desafíos energéticos, ¿cómo está ayudando Estados Unidos en esta materia?
La investigación científica en áreas como cambio climático, energía y medio ambiente es un componente central de nuestra cooperación bilateral. Tenemos un acuerdo bilateral de ciencia y tecnología que une a representantes de gobierno y del mundo académico para avanzar en investigación en estas áreas. Nuestra National Science Foundation está muy activa con la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) de Chile para vincular a universidades estadounidenses con investigadores chilenos a fin de profundizar nuestro entendimiento del cambio climático, el medio ambiente y los sistemas de energía.
El Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL, por su sigla en inglés) dependiente del Departamento de Energía ha trabajado estrechamente con el Ministerio de Energía de Chile y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) de Chile para ayudar a establecer el Centro de Energías Renovables de modo que pueda convertirse en la fuente líder de experiencia técnica e información en Chile y Sudamérica. Otros ejemplos son las recientes visitas de expertos estadounidenses en gas esquisto y geotermia para analizar cómo Chile puede explotar estas prometedoras fuentes de energía.
¿Cuáles son los objetivos del Consejo Empresarial Chileno- Estadounidense sobre Energía?
Será un foro para compartir mejores prácticas y conectar tanto intereses como recursos de Estados Unidos y Chile, aprovechando la experiencia técnica de nuestros sectores comerciales. La meta es ayudar a Chile en sus esfuerzos para una transición hacia una economía más eficiente en términos energéticos y más limpia al tiempo que crea oportunidades de inversión. La Embajada de Estados Unidos, junto con el Departamento de Energía y el Departamento de Comercio, están trabajando en alianza con el Ministerio de Energía de Chile para respaldar a los sectores privados de Chile y Estados Unidos en el establecimiento del consejo, y estamos contentos de que AmCham entregue activamente su apoyo a esta iniciativa.
¿Cuál es el objetivo del Acuerdo de Cooperación Nuclear suscrito en marzo? ¿Incluye la posibilidad de ayudar a Chile a desarrollar una central de energía nuclear?
La intención del acuerdo es facilitar la cooperación entre nuestros expertos a través de temas relacionados con el uso pacífico de la tecnología nuclear, los que incluyen capacitación, operaciones seguras y protegidas, y fiscalización regulatoria. Tenga en mente que Chile ya tiene dos reactores de investigación y Estados Unidos quedó complacido de que el año pasado, justo después del terremoto, pudiéramos trabajar con Chile para asegurar el uranio altamente enriquecido que se usaba en esos reactores y facilitar el abastecimiento de nuevo material para los reactores de investigación.
En junio, Chile celebró un Seminario Regional de Seguridad Nuclear al que asistieron 19 países latinoamericanos, además de la República de Corea, Canadá y Estados Unidos. Esta fue una oportunidad para que estos países analizarán importantes temas como el transporte y la seguridad de materiales radioactivos y el tráfico de material nuclear. En cuanto a la cooperación en matera de energía nuclear, depende de Chile determinar cómo satisfará sus necesidades energéticas.
¿Tiene el Gobierno de Estados Unidos una posición sobre el proyecto HidroAysén?
Como ya mencioné, depende de cada país decidir cómo satisface sus requerimientos energéticos según las necesidades de su pueblo y los recursos disponibles.
Durante su visita el presidente Barack Obama mencionó planes de expandir las alianzas de energías limpias, ¿cuáles son estas?
La Alianza de Energía y Clima de las Américas (AECA) es la alianza primaria en esta área, pero hay otras labores relevantes tanto bilaterales como multilaterales. Específicamente, en virtud de la AECA, estamos trabajando con el Centro de Energías Renovables de Chile para compartir nuestras experiencias e investigación en materia de energías limpias, incluidas las energías geotérmica y undimotriz, las que tienen un gran potencial aquí.
¿Cómo está involucrado Chile en la Alianza de Energía y Clima de las Américas?
A través de la AECA, Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos están trabajando con socios en la región para avanzar en el desarrollo y el despliegue de tecnologías innovadoras de energías limpias a fin de combatir el cambio climático global, mejorar la seguridad nacional y hacer avanzar el desarrollo sustentable y el crecimiento verde. EL Departamento de Energía y el NREL también trabajaron con la CORFO en la revisión del proyecto de energía solar en el desierto de Atacama y la red de investigación y monitoreo de glaciares en los Andes, que el presidente Obama anunció durante su visita, está progresando. Estos son solo algunos ejemplos de nuestro trabajo con Chile en virtud de la AECA.
Finalmente, ¿cuáles serían los beneficios para Chile de unirse a la Agencia Internacional de Energía (AIE)?
Chile needs to develop innovative solutions to its energy challenges, how is the United States helping in this regard?
Scientific research in areas such as climate change, energy and the environment is a central component of our bilateral cooperation. We have a bilateral Science and Technology Agreement which unites government and academic representatives to advance research in these areas. Our National Science Foundation is very active with the Chilean National Commission for Scientific Research and Technology (CONICYT) in linking US universities with Chilean researchers to deepen our understanding of climate change, the environment, and energy systems.
The Department of Energy’s National Renewable Energy Laboratory (NREL) has worked closely with Chile’s Energy Ministry and the Chilean Economic Development Agency (CORFO) to help establish the Center for Renewable Energy so it can become the leading source of expertise and information in Chile and for South America. Other examples are the recent visits of US geothermal and shale gas experts to discuss how Chile can harness these promising energy sources.
What are the aims of the US-Chile Energy Business Council?
It will be a forum to share best practices and connect US and Chilean energy interests and resources, drawing on the expertise of our business sectors. The goal is to help Chile in its efforts to transition to a cleaner and more energy efficient economy while creating investment opportunities. The US Embassy, together with the Department of Energy and the Department of Commerce, is working in partnership with Chile’s Energy Ministry to support the Chilean and US private sectors in setting up the Council, and we are pleased that AmCham is an active supporter of this initiative.
What is the aim of the Nuclear Cooperation Agreement signed in March? Does it include the possibility of helping Chile develop a nuclear power plant?
The intent of the agreement is to facilitate cooperation between our experts across issues related to the peaceful use of nuclear technology, including training, safe and secure operations, and regulatory oversight. Keep in mind that Chile already has two research reactors and the United States was pleased that last year, just after the earthquake, we were able to work with Chile to secure the highly-enriched uranium that was used at those reactors and facilitate the supply of new research reactor material.
In June, Chile hosted a Nuclear Security Summit Regional Seminar attended by 19 Latin American countries, as well as the Republic of Korea, Canada, and the United States. This was an opportunity for these countries to discuss important topics like transport and security of radioactive materials and trafficking of nuclear material. As for nuclear energy cooperation, it is up to Chile to determine how it will meet its energy needs.
Does the US government have a position on the HidroAysén project?
As I mentioned, it is up to each country to decide how to meet its energy requirements based on the needs of its people and its available resources.
During President Obama’s visit he mentioned plans to expand clean energy partnerships, which are these?
The Energy Climate Partnership of the Americas (ECPA) is the primary partnership in this area, but there is other relevant bilateral and multilateral work also. Specifically, under the ECPA, we are working with the Chilean Center for Renewable Energy to share our experiences and research on clean energy, including geothermal and wave energy, which have great potential here.
The United States and Chile also are launching a new public/private partnership for small and medium sized Chilean businesses to implement cleaner production processes and technologies to reduce waste, minimize CO2 emissions, and decrease materials consumption to help green the supply chain.
How is Chile involved in the Energy Climate Partnership?
The ECPA is thriving and Chile is an active partner. Approximately 40 initiatives and projects are underway in Latin America and the Caribbean, led by the United States and other governments and with the participation of every country in the region providing leadership, technical assistance, and financial resources on clean energy and climate change issues. Total US government funding for ECPA and climate change activities in the hemisphere reached approximately US$67 million in 2009-2010; this amount also contributes to President Obama's Fast Start Funding commitment in the UN Framework Convention on Climate Change.
Through the ECPA, the United States and the Organization of American States are working with partners in the region to advance the development and deployment of innovative clean energy technologies to combat global climate change, enhance national security, and advance sustainable development and green growth. The Department of Energy and NREL also worked with CORFO on reviewing a solar power project in the Atacama Desert, and the Andean Glacier Monitoring and Research Network that President Obama announced during his visit is progressing. These are just some of the examples of our work with Chile under ECPA.
Finally, what would be the benefits for Chile of joining the International Energy Agency?
Chile formally started the accession process to become a member of the IEA in October of last year and would be the first IEA member from Latin America. Membership would give Chile a seat at the table of the world’s most respected international organization focusing on energy policies, technologies, data and trends. IEA membership will help Chile to benefit from the extensive knowledge that has been gained by the Agency’s other members in the 35 years since its founding. It will help Chile to participate more actively in multilateral discussions about the creation of the low-carbon energy future. It will also enhance Chile’s ability to collaborate with partner countries in times of energy supply disruptions. In turn, Chile’s involvement would also help enrich the IEA’s understanding of Latin America and would provide leadership for other Latin American countries that are considering joining.