El Poder de Crear ConsensosThe Power of Consensus Building

15 Junio 2012

Chile se ha distinguido en términos económicos y políticos durante los últimos 30 años. Reglas del juego claramente definidas, aplicadas por igual a todos los actores del mercado -locales e internacionales- y construidas sobre la base de un amplio consenso político, han sido la marca del éxito de la nación.

Producto de estos cimientos, las empresas chilenas y extranjeras se han sentido confiadas al invertir en el país. De particular notoriedad ha sido la alta calidad de la elite empresarial y política chilena, que ha quedado reflejada en el compromiso de la comunidad empresarial local con la inversión aún en los tiempos más difíciles. Esto, a su vez, forjó una sólida base en la cual los inversionistas extranjeros han tenido la confianza de participar.

Esto parece obvio. Sin embargo, la singularidad de un amplio consenso que ayudó a crear un clima de inversión tan fértil es quizás el factor individual más importante que hace que Chile se destaque en el mundo en desarrollo. El hecho de que pudiera alcanzar este consenso temprano, le dio un empujón en la carrera por convertirse en un país plenamente desarrollado y es la razón por la que tantas otras naciones ven a Chile como un ejemplo de éxito.

Chile ha mejorado esta base mediante la creación de una red de acuerdos comerciales alrededor del mundo, siendo el más reciente de ellos la Alianza del Pacífico entre Chile, Perú, México y Colombia, el que se aborda en la edición de este mes de bUSiness Chile. Estos acuerdos numerosos y de gran alcance han impulsado el crecimiento económico y ayudado a fortalecer el consenso político del país para el beneficio de su pueblo.

Sin embargo, al mismo tiempo hemos visto declaraciones en el último tiempo de miembros de la comunidad empresarial local advirtiendo que una falta de consenso respecto de ciertas políticas, particularmente la política energética del país, está dificultando su capacidad para tomar decisiones de inversión. Si no se logra rápidamente un consenso sobre esta materia, la inversión extranjera podría verse afectada y uno de los mayores activos de Chile podría ponerse en peligro.

No obstante, el presidente Piñera ha reconocido la importancia de este tema y ha actuado rápidamente para iniciar un diálogo. Es una señal positiva que la comunidad empresarial aceptara su invitación y haya estado dispuesta a dar a conocer públicamente sus preocupaciones. Esto muestra una nueva madurez en cómo se lidia con temas complejos que surgen de manera natural durante la toma de decisiones estratégicas de largo plazo que apuntan a lo mejor para el país.

El diálogo público sobre el tema de la energía indica que tales asuntos continuarán siendo manejados de una manera abierta y transparente. Más aún, en un mundo en donde las redes sociales, la Internet y los mayores niveles de participación de la sociedad civil son parte de la vida, es clave que esta discusión involucre a todas las partes interesadas. Que Chile acoja estas nuevas realidades es un buen augurio para el futuro del país.

En AmCham, esperamos participar en este diálogo necesario y estimulante. Esperamos contribuir al proceso con actividades como la primera Feria Internacional de Tecnologías 2012 (IFT Energy 2012) celebrada en Santiago en mayo pasado, la que fue organizada por el Consejo Empresarial Chileno-Estadounidense sobre Energía, en el que AmCham desempeña un rol de liderazgo. Estamos confiados en que este diálogo llevará a un consenso que generará nuevas oportunidades para el comercio y la inversión.

Chile has distinguished itself economically and politically over the past 30 years. Clearly defined rules of the game, applied equally to all players – domestic and foreign – and built upon the basis of broad-based political consensus, have been the hallmark of the country’s success.

As a result of this foundation, Chilean and foreign businesses have felt confident investing in the country. Of particular note has been the high quality of the Chilean political and business elite that has been reflected by the commitment of the local business community to invest even in the most difficult of times. This has, in turn, forged a strong base upon which foreign investors have been confident to participate.

This seems obvious; however, the uniqueness of the broad consensus that helped create such a fertile investment climate is perhaps the single most important factor that makes Chile stand out in the developing world. The fact it was able to achieve this consensus early on, gave it a kick-start in the race to become a fully developed country and is the reason so many other nations look to Chile as an example of success.

Chile has enhanced this base by building a network of trade agreements around the world, the most recent being the Pacific Alliance between Chile, Peru, Mexico and Colombia, which is discussed in this month’s edition of bUSiness Chile. These numerous and far-reaching agreements have driven economic growth and helped to strengthen the country’s political consensus for the benefit of its people.

At the same time, however, we have recently seen statements from members of the local business community warning that a lack of consensus around certain policies, most notably the country’s energy policy, is hindering their ability to make investment decisions. If a consensus on this matter is not reached quickly, foreign investment could be affected and one of Chile’s greatest assets could be in jeopardy.

However, President Piñera has recognized the importance of this issue and has acted rapidly to initiate a dialogue. It is a positive sign that the business community accepted his invitation and has been willing to publicly articulate its concerns. This shows a new maturity in dealing with complex issues that arise naturally in the course of making strategic long-term decisions that are in the country’s best interests.

The public dialogue on the energy issue indicates that such matters will continue to be handled in an open and transparent manner. Moreover, in a world where social media, the Internet, and higher levels of participation by civil society are facts of life, it is critical that this discussion involves all interested parties. Chile’s embrace of these new realities bodes well for the country’s future.

We, at AmCham, look forward to participating in this necessary and stimulating dialogue. We hope to contribute to the process with activities such as the first International Technologies Fair (IFT Energy 2012) held in Santiago last May that was organized by the US-Chile Energy Business Council in which AmCham plays a leadership role. We are confident that this dialogue will lead to a consensus that will generate new opportunities for trade and investment.

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