El Panorama Desde LimaThe View from Lima
El año pasado, luego de que Perú reviviera una queja sobre su frontera marítima con Chile, las relaciones entre los dos vecinos empeoraron. Ahora, a poco menos de un año, suscribieron un tratado de libre comercio. Pero, aparte de ser un bienvenido signo político de mejores relaciones, ¿qué significa el acuerdo para las empresas peruanas? Y ¿cómo ven éstas a Chile y a las empresas chilenas que han invertido en Perú?
Éstas son algunas de las preguntas que bUSiness CHILE le hizo a Alan Kessel, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Producción y Servicios (Perucámaras), una de las organizaciones empresariales más importantes de Perú.
¿Es el nuevo acuerdo realmente un tratado de libre comercio (TLC) como se ha llamado en Chile? En Perú, ha sido descrito como una extensión del actual Acuerdo de Complementación Económica (ACE).
Es un TLC; la razón por la que ha sido llamado así en Perú es simplemente porque no tendrá que presentarse al Parlamento.
¿Cuán importante es el acuerdo para las empresas peruanas?
Desde que el ACE entró en vigencia en 1998, el comercio bilateral se ha cuadriplicado con creces a USD 1.700 millones el año pasado y Perú ha sido el principal beneficiado. En 1997, nuestras exportaciones a Chile alcanzaron apenas unos USD 132 millones; el año pasado, la cifra fue de USD 1.100 millones. Pero el nuevo acuerdo no sólo es bueno para Perú. También facilitará la inversión chilena en Perú, que ya alcanza unos USD 4.200 millones, mientras que las empresas peruanas sólo han invertido USD 20 millones en Chile.
¿En qué áreas cree se incrementarán las exportaciones de Perú a Chile?
Hay oportunidades en agronegocios -por ejemplo, tenemos fruta que no está disponible en Chile o no en la misma época del año- y también hay potencial en las exportaciones de software diseñado a la medida. Ésa es un área que está bastante bien desarrollada en Perú y hay empresas que están apuntando al mercado chileno.
Además, el crecimiento de las exportaciones en esos sectores también implican una mayor inversión peruana en Chile. No me refiero a inversiones de la escala de -digamos- Falabella o Ripley, sino que a pequeñas oficinas, que podrían ser varias. Y no nos olvidemos de la energía. Perú está interesado en vender gas natural licuado (GNL) a Chile.
Creía que la prioridad era el mercado norteamericano...
Mi percepción es que Chile quiere superar a Norteamérica respecto del gas peruano. Para Chile resulta lógico comprar gas a Perú, en lugar de adquirirlo de proveedores de lugares más distantes, y el acuerdo de cooperación energética que esperamos suscribir con Chile a mediados de Octubre podría ayudar a adelantar el inicio de la producción de GNL en Perú, que actualmente está previsto para el año 2010.
¿Hay hostilidad en Perú hacia las inversiones chilenas?
No, no en realidad. Por supuesto, hay cierta animosidad -y eso es en ambos sentidos- pero lo que los peruanos quieren son buenos productos, un buen servicios y confiabilidad, y eso -en general- es lo que las empresas chilenas entregan. Nadie va a dejar de comprar un buen producto porque es chileno.
Pero las empresas chilenas no pueden invertir en puertos peruanos...
Eso no es estrictamente cierto; las empresas chilenas ya operan servicios de remolque de anclaje en los puertos peruanos. Puede que haya ciertas restricciones en lo que respecta a la administración portuaria, pero ésa es una decisión política y mi interpretación respecto del silencio del Presidente García sobre el tema es que si los chilenos quieren invertir, no los detendrán.
¿Cuán importante es la disputa sobre la frontera marítima?
Es muy importante, porque hay mucha gente que depende de la pesca. Creo que ambos países, como buenos hermanos, tienen que hacer concesiones y llegar a una solución intermedia entre sus demandas.
El intercambio comercial desempeña un rol importante aquí. Mientras más intercambio comercial haya, más difícil será para los políticos anticuados fomentar el falso nacionalismo y causar problemas entre nuestros dos países. Europa nos ha dado un ejemplo en ese sentido y creo que la Presidenta Bachelet ha dado un paso muy importante y en la dirección correcta para dejar atrás las dificultades del pasado.
¿Chile representa en cierto modo un modelo para los empresarios peruanos?
En nuestras conversaciones, Chile surge una y otra vez como referencia. Si se habla de simplificar la burocracia, por ejemplo, normalmente se oyen comentarios como “iniciar un negocio en Chile sólo toma unos días y aquí demora tanto”.
¿Eso no es irritante?
No, nos simplifica el futuro. Si se ha demostrado que algo funciona, ¿por qué no aprovecharlo? Pero no se trata solamente de copiar; lo que haces es adaptar la idea.
Se habla mucho sobre la colaboración de Perú y Chile para abastecer a los mercados asiáticos; ¿tiene sentido?
Cuando estuve recientemente en Corea del Sur, la gente con que nos reunimos hablaba precisamente de la importancia de las sólidas relaciones entre Perú y Chile. Están muy interesados en emplear a nuestros dos países como un centro para exportar a Brasil y Argentina, y en especial, en la idea de corredores bioceánicos.
¿Qué hay de unir fuerzas para exportar?
En cuanto a productos agrícolas, somos bastante complementarios y, aunque competimos como productores mineros, eso no importa, porque Asia simplemente no puede conseguir suficientes minerales. Sin embargo, podría haber ciertos conflictos en lo que respecta a productos manufacturados.
¿Vislumbra a compañías chilenas y peruanas formando empresas de riesgo compartido?
Déjeme contestar esa pregunta como empresario, más que como presidente de Perucámaras; definitivamente me interesaría.
¿Cuál es el panorama para la economía peruana?
Este año, crecerá cerca de un 7% y, aunque el gobierno proyecta una cifra cercana al 5% para el próximo año, en Perucámaras prevemos una expansión de alrededor del 6%. Las exportaciones, incluidas las de productos no tradicionales, están creciendo sólidamente, pero quizás lo que es más importante es que la descentralización está comenzando a rendir resultados y, por primera vez en la historia de Perú, las regiones están creciendo más rápidamente que Lima. Eso es, en parte, el resultado del desarrollo de las exportaciones del sector de agronegocios.
¿Cómo estima las posibilidades de que el Congreso de Estados Unidos apruebe el TLC con Perú?
Creemos que son bastante buenas. El propio Presidente Bush ha dicho que el acuerdo es muy importante para Estados Unidos y creo que eso demuestra la realidad ante quienes dicen que la administración estadounidense no está interesada en Latinoamérica.
Y si no es aprobado...
Eso sería desastroso para Perú. Sin el TLC, las exportaciones no tradicionales y, particularmente, las textiles, que tienen un importante mercado en Estados Unidos, se verían enormemente afectadas. En Diciembre caducan las ventajas que tienen en virtud de la ley de preferencias arancelarias andinas y, aparentemente, éstas no se renovarán. Sin ellas o el TLC, será muy difícil para los productos peruanos competir en el mercado estadounidense.
Last year, after Peru revived a complaint about its maritime border with Chile, relations between the two neighbors took a turn for the worse. Yet, less than a year later, they have signed a free trade agreement. But, apart from being a welcome political sign of better relations, what does the deal mean for Peruvian businesses? And how do they see Chile and the Chilean companies that have invested in Peru?
These are some of the questions that bUSiness CHILE put to Alan Kessel, president of the National Chamber of Trade, Production and Services (Perucámaras), one of the country’s most important business organizations.
Is the new agreement really a free trade agreement (FTA) as it’s been termed in Chile? In Peru, it’s been described as an extension of the existing Economic Complementation Agreement (ECA).
It’s an FTA; the reason it hasn’t been called that in Peru is simply because it would have meant submitting it to Parliament.
How important is the agreement for Peruvian businesses?
Since the ECA came into force in 1998, bilateral trade has more than quadrupled to US$1.7 billion last year, and Peru has been the main beneficiary. In 1997, our exports to Chile reached only some US$132 million; last year, the figure was US$1.1 billion. But the new agreement is not only good for Peru. It will also facilitate Chilean investment in Peru, which already reaches some US$4.2 billion while Peruvian companies have only invested US$20 million in Chile.
In what areas do you think Peru’s exports to Chile will increase?
There are opportunities in agribusiness - for example, we have fruit that isn’t available in Chile or not at the same time of the year - and there’s also potential in the export of tailor-made software. That’s an area which is quite developed in Peru and there are companies eyeing the Chilean market.
In addition, the growth of exports in those sectors would also mean more Peruvian investment in Chile. I’m not talking about investments on the scale of, say, Falabella or Ripley but small offices of which there could be many. And don’t let’s forget energy. It’s in Peru’s interest to sell liquid natural gas (LNG) to Chile.
I thought the priority was the North American market...
My perception is that Chile wants to beat North America to Peru’s gas. It’s logical for Chile to buy from Peru, rather than from more distant suppliers, and the energy cooperation agreement we expect to sign with Chile in mid-October could help to bring forward the start of LNG production in Peru, which is currently scheduled for 2010.
Is there hostility to Chilean investment in Peru?
No, not really. Of course, there’s some animosity - and that’s two-way - but what Peruvians want are good products, good service and reliability and that, in general, is what Chilean companies provide. No one is going to stop buying a good product because it’s Chilean.
But Chilean companies can’t invest in Peruvian ports...
That’s not strictly true; Chilean companies already operate mooring tug services in Peruvian ports. There could be some restrictions on port administration but that’s a political decision and my interpretation of President García’s silence on the subject is that if Chileans want to invest, they wouldn’t be stopped.
How important is the maritime border dispute?
It’s very important because there are a lot of people who depend on fishing. I think that both countries, like good brothers, have to make concessions and reach a solution that’s intermediate between their claims.
Trade has an important role to play there. The more trade there is, the more difficult it will be for old-fashioned politicians to stir up false nationalism and cause problems between our two countries. Europe has set us an example there and I think that President Bachelet has taken a very important step in the right direction of putting the difficulties of the past behind us.
Is Chile something of a model for Peruvian businesspeople?
In our conversations, Chile comes up time and time again as a reference. If you’re talking about simplifying bureaucracy, for example, you typically hear comments like “starting a business in Chile only takes so many days and here it takes so many”.
Can’t that get irritating?
No, it simplifies our way forward. If something’s been shown to work, why not take advantage of it? But you don’t just copy; what you do is to adapt the idea.
There’s a lot of talk about Peru and Chile collaborating to supply Asian markets; does that make sense?
When I was in South Korea recently, the people we met were talking precisely about the importance of solid relations between Peru and Chile. They’re very interested in using our two countries as a hub for exporting to Brazil and Argentina and, especially, in the idea of bi-oceanic corridors.
And what about joining forces to export?
On agricultural products, we’re pretty complementary and, although we compete as mining producers, it doesn’t matter because Asia just can’t get enough minerals. However, there may be some conflicts as regards manufactured products.
Do you see Chilean and Peruvian companies forming export joint ventures?
Let me answer that as a businessman, rather than president of Perucámaras - I’d definitely be interested.
What’s the outlook for the Peruvian economy?
This year, it’s going to grow by around 7% and, although the government is forecasting a figure of close to 5% next year, at Perucámaras we expect nearer to 6%. Exports, including non-traditional products, are growing strongly but what’s perhaps most important is that decentralization is starting to yield results and, for the first time in Peru’s history, the regions are growing more quickly than Lima. That’s partly the result of the development of agribusiness exports.
How do you see the prospects for approval of Peru’s FTA with the United States by the U.S. Congress?
We think they’re very good. President Bush himself has said that the agreement is very important for the U.S. and I think that gives the lie to those who say the administration isn’t interested in Latin America.
And if it doesn’t get through...
That would be a disaster for Peru. Without the FTA, non-traditional exports and, particularly, textiles, which have an important market in the U.S., would suffer enormously. In December, the advantages they have under the Andean Trade Preference Act expire and, apparently, won’t be renewed. Without those or the FTA, Peruvian products would find it very difficult to compete in the U.S. market.