DISCURSO INAUGURAL DE MATEO BUDINICH, PRESIDENTE DE AMCHAM

24 Octubre 2008
SEMINARIO: 90 AÑOS PROMOVIENDO LOS VÍNCULOS ENTRE CHILE Y ESTADOS UNIDOS

Una tarde de Diciembre de 1918, sólo seis semanas después de la firma del Armisticio que pondría término a la Primera Guerra Mundial, 17 empresarios que representaban a 11 compañías, asistieron a una reunión en Valparaíso con entonces Cónsul de Estados Unidos, Thomas Voetter.
En una sencilla ceremonia, acordaron crear la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio, AMCHAM.

Rea Hanna, su primer presidente, explicaría luego que  “desde sus comienzos, la Cámara ha defendido los derechos de sus socios, ha prestado la mejor ayuda posible a los empresarios y ha luchado con todos los medios posibles para fortalecer el comercio entre Chile y Estados Unidos”.

Pocos se imaginarían que al cumplir los 90 años, los objetivos que le dieron vida a AmCham siguen vigentes y que el trabajo persistente y dedicado ha rendido frutos.  AmCham cuenta hoy con 700  empresas socias.  Nos enorgullece poder decir que hemos puesto todo nuestro esfuerzo para que el comercio y la inversión entre Chile y Estados Unidos crezcan, no como fines en sí mismos, sino  como una manera de entregar más y mejores oportunidades de desarrollo.

Quiero rendir un homenaje a todos los ex presidentes y directores de AmCham, algunos aquí presentes, que son los que –sacando tiempo de sus múltiples actividades- han engrandecido esta institución.

Noventa años han demostrado que  Estados Unidos ha sido -y seguirá siendo por mucho tiempo- el principal socio comercial e inversionista de Chile. Nos atreveríamos a decir que es el principal referente también en lo político, educacional y cultural.



Por eso hoy, me complace darles la bienvenida a todos los presentes, y a nuestros excepcionales oradores, a quienes les hemos pedido nos entreguen su visión sobre las relaciones entre ambos países, desde los ángulos político, cultural y comercial.
Elegimos este enfoque no sólo porque creemos que Chile y Estados Unidos tienen caminos comunes que recorrer y se nutren mutuamente.
También, porque estamos convencidos de que el mejor homenaje a quienes han sido parte de AmCham es tratar de proyectar nuestras tareas para los próximos noventa años.
La reciente historia de AmCham entrega lecciones y claves que nos sirven para abordar este futuro:

1.- En las negociaciones para lograr la aprobación del TLC se consolidó un esquema de trabajo con una alianza/ público privada, que demostró que ambos sectores sí pueden trabajar juntos en forma efectiva.  Es bueno tener presente esta experiencia ahora que se requiere de esfuerzos mancomunados para salir adelante.


2.- Los resultados del TLC han demostrado que éste ha sido mucho más exitoso que lo pronosticado. Eso quiere decir que había (y hay) muchas oportunidades abiertas y desaprovechadas. Durante lo que va de este año, más de 6 mil empresas han participado del comercio bilateral. Y -pese a la crisis internacional de la economía- ese comercio bilateral fue 233% mayor que el observado en el mismo lapso en el 2003.

3.- Estados Unidos creyó en Chile; en su estabilidad institucional y en la de su política económica;  valoró su respeto a la ley y los incentivos para que capitales extranjeros pudieras desarrollarse en Chile.
Estas son las razones por las que el TLC con ese país incluye beneficios casi excepcionales para Chile.
Hoy más que nunca es importante tener en cuenta esto último. Chile debe trabajar para que esa confianza – hoy en día su principal activo -  se acreciente.

4.- Estados Unidos -(aunque por cierto no es el único país)- ha aportado una nueva cultura empresarial que ha impactado muy positivamente a trabajadores y a los consumidores en Chile.
Estas son algunas de las lecciones que nos deja esta historia reciente y que podemos aprovechar para proyectar nuestro futuro

No podemos desconocer el momento de crisis internacional actual. Pero creemos que ésta también es una oportunidad para sentar las bases para que Chile esté bien preparado para posicionarse como socio comercial importante, cuando la situación económica internacional mejore.
Entre los desafíos que se nos presentan hoy quiero mencionar:

La necesidad de captar mayor Inversión:  Hoy los inversionistas mirarán con mucho celo dónde colocar sus dineros. Chile requiere más que nunca volver a ser percibido como un país que ofrece los incentivos correctos para atraer esa inversión.

Continuar con las reformas al mercado de capitales, conocidas como MKIII, instrumento que también sirve para atraer inversiones, respetando el modelo. La crisis no puede paralizar este trabajo.

Junto a ello, es necesario introducir mayor flexibilidad laboral.

Hay  que avanzar para llegar a un acuerdo de  doble tributación. De no mediar los correctos incentivos tributarios, el inversionista irá donde sí los encuentren.

Last but not least, promover la innovación. Las oportunidades son muchas. Sin embargo, para que éstas se concreten, se requiere proteger adecuadamente la propiedad intelectual. Chile recientemente ratificó el tratado sobre patentes. Es un paso en la dirección adecuada.  Pero aún hay otras áreas de propiedad intelectual en las que hay que continuar avanzando para cumplir con lo acordado en el TLC  y para que en nuestro país se continúe incentivando esta innovación.

Esto requiere, sin duda, un esfuerzo considerable por mejorar la educación y -en particular- el inglés.

El desafío hoy, en definitiva, es cómo aportar para que Chile y sus productos sean más competitivos en el mercado mundial. Así como hasta ahora los comodities han sido responsables de nuestro desarrollo exportador, el capital humano debe ser la base de la nueva oferta exportadora que Chile puede y debe desarrollar.

Aportar para que esto sea así es un compromiso que nació hace 90 años y que hoy renovamos con fuerza y decisión.

Muchas Gracias.

23 de Octubre, 2008
SEMINARIO: 90 AÑOS PROMOVIENDO LOS VÍNCULOS ENTRE CHILE Y ESTADOS UNIDOS

Una tarde de Diciembre de 1918, sólo seis semanas después de la firma del Armisticio que pondría término a la Primera Guerra Mundial, 17 empresarios que representaban a 11 compañías, asistieron a una reunión en Valparaíso con entonces Cónsul de Estados Unidos, Thomas Voetter.
En una sencilla ceremonia, acordaron crear la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio, AMCHAM. 

Rea Hanna, su primer presidente, explicaría luego que  “desde sus comienzos, la Cámara ha defendido los derechos de sus socios, ha prestado la mejor ayuda posible a los empresarios y ha luchado con todos los medios posibles para fortalecer el comercio entre Chile y Estados Unidos”.

Pocos se imaginarían que al cumplir los 90 años, los objetivos que le dieron vida a AmCham siguen vigentes y que el trabajo persistente y dedicado ha rendido frutos.  AmCham cuenta hoy con 700  empresas socias.  Nos enorgullece poder decir que hemos puesto todo nuestro esfuerzo para que el comercio y la inversión entre Chile y Estados Unidos crezcan, no como fines en sí mismos, sino  como una manera de entregar más y mejores oportunidades de desarrollo.

Quiero rendir un homenaje a todos los ex presidentes y directores de AmCham, algunos aquí presentes, que son los que –sacando tiempo de sus múltiples actividades- han engrandecido esta institución.

Noventa años han demostrado que  Estados Unidos ha sido -y seguirá siendo por mucho tiempo- el principal socio comercial e inversionista de Chile. Nos atreveríamos a decir que es el principal referente también en lo político, educacional y cultural.  

Por eso hoy, me complace darles la bienvenida a todos los presentes, y a nuestros excepcionales oradores, a quienes les hemos pedido nos entreguen su visión sobre las relaciones entre ambos países, desde los ángulos político, cultural y comercial. 
Elegimos este enfoque no sólo porque creemos que Chile y Estados Unidos tienen caminos comunes que recorrer y se nutren mutuamente.
También, porque estamos convencidos de que el mejor homenaje a quienes han sido parte de AmCham es tratar de proyectar nuestras tareas para los próximos noventa años.
La reciente historia de AmCham entrega lecciones y claves que nos sirven para abordar este futuro:
 
1.- En las negociaciones para lograr la aprobación del TLC se consolidó un esquema de trabajo con una alianza/ público privada, que demostró que ambos sectores sí pueden trabajar juntos en forma efectiva.  Es bueno tener presente esta experiencia ahora que se requiere de esfuerzos mancomunados para salir adelante.

2.- Los resultados del TLC han demostrado que éste ha sido mucho más exitoso que lo pronosticado. Eso quiere decir que había (y hay) muchas oportunidades abiertas y desaprovechadas. Durante lo que va de este año, más de 6 mil empresas han participado del comercio bilateral. Y -pese a la crisis internacional de la economía- ese comercio bilateral fue 233% mayor que el observado en el mismo lapso en el 2003.

3.- Estados Unidos creyó en Chile; en su estabilidad institucional y en la de su política económica;  valoró su respeto a la ley y los incentivos para que capitales extranjeros pudieras desarrollarse en Chile.
Estas son las razones por las que el TLC con ese país incluye beneficios casi excepcionales para Chile.
Hoy más que nunca es importante tener en cuenta esto último. Chile debe trabajar para que esa confianza – hoy en día su principal activo -  se acreciente.

4.- Estados Unidos -(aunque por cierto no es el único país)- ha aportado una nueva cultura empresarial que ha impactado muy positivamente a trabajadores y a los consumidores en Chile. 
Estas son algunas de las lecciones que nos deja esta historia reciente y que podemos aprovechar para proyectar nuestro futuro

No podemos desconocer el momento de crisis internacional actual. Pero creemos que ésta también es una oportunidad para sentar las bases para que Chile esté bien preparado para posicionarse como socio comercial importante, cuando la situación económica internacional mejore.
Entre los desafíos que se nos presentan hoy quiero mencionar:

La necesidad de captar mayor Inversión:  Hoy los inversionistas mirarán con mucho celo dónde colocar sus dineros. Chile requiere más que nunca volver a ser percibido como un país que ofrece los incentivos correctos para atraer esa inversión.

Continuar con las reformas al mercado de capitales, conocidas como MKIII, instrumento que también sirve para atraer inversiones, respetando el modelo. La crisis no puede paralizar este trabajo. 

Junto a ello, es necesario introducir mayor flexibilidad laboral.

Hay  que avanzar para llegar a un acuerdo de  doble tributación. De no mediar los correctos incentivos tributarios, el inversionista irá donde sí los encuentren. 

Last but not least, promover la innovación. Las oportunidades son muchas. Sin embargo, para que éstas se concreten, se requiere proteger adecuadamente la propiedad intelectual. Chile recientemente ratificó el tratado sobre patentes. Es un paso en la dirección adecuada.  Pero aún hay otras áreas de propiedad intelectual en las que hay que continuar avanzando para cumplir con lo acordado en el TLC  y para que en nuestro país se continúe incentivando esta innovación.

Esto requiere, sin duda, un esfuerzo considerable por mejorar la educación y -en particular- el inglés.

El desafío hoy, en definitiva, es cómo aportar para que Chile y sus productos sean más competitivos en el mercado mundial. Así como hasta ahora los comodities han sido responsables de nuestro desarrollo exportador, el capital humano debe ser la base de la nueva oferta exportadora que Chile puede y debe desarrollar. 

Aportar para que esto sea así es un compromiso que nació hace 90 años y que hoy renovamos con fuerza y decisión.

Muchas Gracias.

23 de Octubre, 2008
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