[:es]¿Debería importarnos Brexit?[:en]Does Brexit matter?[:]

12 Julio 2016
[:es]En los últimos meses, el mundo se ha centrado en la posibilidad de que Gran Bretaña salga de la Unión Europea (UE), también conocido como “Brexit”. Aunque el acto de Brexit es un proceso de múltiples etapas, el primero y quizás el más importante obstáculo fue cruzado a finales de junio, cuando los británicos votaron de forma inesperada a favor de dejar la UE. Quedan muchos pasos para seguir, por tanto, las consecuencias económicas son cuestionables, pero es evidente que las repercusiones políticas están muy extendidas y traen consigo muchos riesgos de cola.

En los días previos a la votación, los expertos asignaron una baja probabilidad de un voto a favor de Brexit, en algunos casos tan bajas como 20%. Como tal, el resultado sorprendió a muchos participantes en el mercado y elevó las perspectivas de volatilidad en los mercados financieros. A pesar de una reacción negativa inicial, los mercados financieros en general mostraron harta resiliencia en la primera semana después de la votación con las monedas más afectadas, generalmente planas y bolsas de valores más altas.

En línea con la mayor parte de los comentarios después de la votación, esto sugiere que la mayoría de los participantes del mercado ven Brexit más como un tema político transitorio que económico con limitados efectos inmediatos sobre la economía global. De hecho, algunos podrían decir que a pesar de los impactos específicos en ciertos sectores/países, el actual proceso de Brexit en realidad significará más estímulo monetario, que puede ser positivo para el crecimiento.

Mientras tanto, el proceso de Brexit es incierto y tomará tiempo. Gran Bretaña debe definir en primer lugar al primer ministro que tendrá la tarea de implementar, o no, la aparente voluntad de los ciudadanos. Los trámites asociados de Brexit entonces, podrían tomar hasta dos años para ejecutarse, tiempo durante el cual el sentimiento de los votantes podría cambiar y/o ofertas podrían ser negociadas.

Mientras tanto, hay incertidumbre de las decisiones de Escocia e Irlanda. Además, las estimaciones de la mayoría de los economistas muestran un pequeño impacto negativo en el crecimiento, limitado en gran medida al Reino Unido con pocos efectos adicionales en la economía mundial.

En el caso de Chile, la exposición directa sigue siendo limitada con sólo el 14% de las exportaciones a la UE / UK, mientras que las exportaciones totales sólo representan el 26% del PIB. En otras palabras, sólo alrededor del 3-4% de la economía de Chile se expone directamente.

Pese al clima relativamente positivo mostrado por los mercados, y que no hay aparentes consecuencias económicas considerables en el corto plazo en medio de un proceso incierto y prolongado, los riesgos políticos no pueden ser pasados por alto.

En todo caso, Brexit ha servido como un referéndum sobre la clase política en general, un movimiento nacionalista que parece estar ganando terreno en muchas partes del mundo, como consecuencia de la frustración relacionada con temas específicos, tales como la política de inmigración.

Los EE.UU. están siendo testigo de esto en su propia campaña electoral, mientras que otros países de Europa están también en los procesos electorales y de plebiscitos similares que podrían servir para alimentar el fuego. Independientemente de si este resulta ser un evento transformador en la historia del mundo, las actuales fuerzas en juego están aprobando definitivamente el cambio que tiene el potencial para crear un alto grado de turbulencia en un momento en que los mercados están actualmente preciando un alto grado de complacencia. Entonces sí, Brexit nos debería importar.

POR BRIAN P. CHASE
Portfolio Manager Head of Andean Equities
Itaú Asset Management[:en]Over the past few months, the world has been focused on the prospect of Britain exiting the European Union (EU), otherwise known as “Brexit”.  Although the act of Brexit is a multi-step process, the first and perhaps most important hurdle was crossed in late June, when Britains voted unexpectedly in favor of leaving the EU.   Many steps remain, thus the ultimate economic repercussions are questionable, but clearly the political reverberations are widespread and bring with them many tail risks.

In the days leading up to the Brexit vote, odds makers had placed a low probability of a vote in favor of leaving, in some cases as low as 20%.  As such, the outcome surprised many market participants and raised the prospects for turmoil in the financial markets.  Despite an initial negative reaction, financial markets in general were actually quite resilient in the first week after the vote with the most affected currencies generally flat and stock markets finishing higher.  In line with much of the commentary after the vote, this suggests that most market participants see Brexit as more of a transitory political issue than an economic one with limited immediate impacts on the global economy.  In fact, some might say that despite specific sector/country impacts, the ongoing process of Brexit will actually mean continued monetary stimulus, which may be positive for growth.

Meanwhile, the actual process of Brexit is uncertain and will take time.  Britain must first define the prime minister that will be tasked with implementing, or not, the apparent will of the people.  The associated formalities of Brexit could then take up to two years to execute, during which time voter sentiment could shift and/or deals could be brokered.  Meanwhile, the decisions of Scotland and Ireland hang in the balance.

Furthermore, estimates by most economists show a small negative growth impact largely confined to the UK with limited ripple effects in the global economy.  In the case of Chile, direct exposure remains limited with only 14% of exports going to the EU/UK and exports in general only representing 26% of GDP.  In other words, only about 3-4% of Chile’s economy is directly exposed.

Despite the relatively positive sentiment shown by markets and no apparent sizeable economic consequences in the near term amidst an uncertain and drawn out process, the risks associated with the potential political fallout cannot be overlooked. If anything, Brexit has served as a referendum on the political class in general, a nationalistic movement that seems to be gaining traction in many parts of the world, as frustration related to specific themes, such as immigration policy, mounts.  The US is witnessing this in its own presidential campaign, while other countries within Europe are also in similar electoral and plebiscite processes that could serve to fuel the fire.

Regardless of whether this turns out to be a transformative event in the world’s history, the current forces at play are most definitely enacting change that has the potential to create a high degree of turbulence at a moment when markets are currently pricing a high degree of complacency.  So yes, Brexit matters.

POR BRIAN P. CHASE
Portfolio Manager Head of Andean Equities
Itaú Asset Management[:]
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