La necesidad de modernizar al Gobierno de Chile; la demanda de mejores servicios en los puertos nacionales para satisfacer la demanda internacional de turistas de cruceros; la posibilidad de negociar un tratado impositivo con el fin de minimizar la doble tributación para los inversionistas de Estados Unidos y Chile, y así promover más inversiones entre ambos países, son los temas que se abordan en la edición de este mes de bUSiness CHILE. ¿Pero qué tienen estos temas en común?
La visión a la distancia a menudo es negativa: la ineficiencia de las instituciones de Gobierno para realizar de manera efectiva las labores cada vez más complejas exigidas por una sociedad más rica, grande y diversa representa un fracaso; la falta de planificación para cruceros limita el crecimiento de los ingresos por turismo; y la ausencia de un tratado tributario con Estados Unidos limita el crecimiento de la inversión de Estados Unidos en Chile.
Todos estos temas representan problemas que han generado necesidades y tales necesidades a su vez presentan oportunidades: oportunidades que o son aprovechadas por Chile o potencialmente se perderán. A menudo ocurre que las prioridades se establecen sólo cuando una crisis genera suficiente interés y energía para convertir esos desafíos en acción.
La buena noticia es que todos estos cuellos de botella para el éxito continuo ya se han identificado.
Resulta de particular importancia la necesidad de modernizar al Estado, ya que si no se aborda este tema continuará siendo un obstáculo para el progreso de Chile. El reciente discurso del ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, indicando que el tema constituye una prioridad fue bien recibido además de oportuno.
El tema también fue abordado en la cuenta anual a la nación de la Presidenta Michelle Bachelet el 21 de mayo, aunque el discurso no definió un plan concreto ni entregó un sentido de urgencia respecto a esta materia. La necesidad de una mejor infraestructura para satisfacer la demanda turística también se reconoce y la presidenta dejó en claro que ésta es una prioridad para la nación a través de un plan de imagen país financiado de manera mucho más vigorosa, así como también a través de una iniciativa conjunta con el Banco Interamericano de Desarrollo para desplegar infraestructura en áreas turísticas clave.
El acuerdo tributario con Estados Unidos es la última pieza del marco necesario para complementar el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos, que entró en vigencia en el 2004, y para actuar como un catalizador de la inversión estadounidense en el país. El hecho de que Chile concentre su enfoque en su ingreso a la OCDE debiera traer como beneficio adicional la resolución de muchos de los actuales impedimentos para finalizar la negociación de este tratado, incluida la definición respecto de la ley de secreto bancario del país.
Los desafíos se han canalizado hacia el potencial para las oportunidades y los temas están claros. La oportunidad ha golpeado la puerta y la AmCham está lista para brindar su ayuda según se necesite. Ahora la verdadera prueba será asegurarse de que exista la voluntad política para ver que las oportunidades no se pierdan. La oportunidad sólo toca una vez; ahora es el momento y la oportunidad, si se pierde, podría perderse para siempre.