Planteando la necesidad del rediseño y avance hacia la institucionalidad y la propensión hacia una mejor fiscalización, Luis Cordero, asesor
del Gabinete de la ministra y presidenta de la CONAMA fue el orador invitado a una
nueva sesión del comité de Medio Ambiente
de AmCham, realizado el pasado 22 de noviembre, ocasión en la que realizó un diagnóstico para el rediseño de la institucionalidad ambiental.

En este sentido, Cordero comenzó con una breve reseña sobre el desarrollo institucional de este sistema que data desde la década de los 60, hasta llegar
a la evaluación de la OECD que señala que el país si bien ha logrado sortear las dificultades en materia de integración y coordinación a una multiplicidad de sectores y organismos, aún debe avanzar en el fortalecimiento y ampliación de las instituciones
mediante una política y fiscalización adecuada.

El orador comentó que se están analizado experiencias similares
donde países con mejor desempeño ambiental identifican adecuadamente las competencias de fiscalización y seguimiento, asimismo
comentó que según La experiencia OCDE se ha demostrado que la dispersión de competencias ha agudizado el conflicto de
intereses entre fomento productivo, conservación y preservación ambiental.
sistema integrado de regulación ambiental. No obstante en esta materia para el diseño de un ministerio a criterio de Cordero, existen otras variantes a considerar
en relación al diseño y competencia política de gestión y la competencia ambiental que es
compartida con otros ministerios como el de Salud, Agricultura, Economía, Minería, Vivienda y Obras públicas.

En relación al tema de fiscalización, el orador explicó que la recomendación de la OECD aborda el examinar el fortalecimiento de la capacidad de cumplimiento y fiscalización, incluso mediante reformas institucionales, como por ejemplo el establecimiento de un órgano de inspección ambiental. Actualmente la fiscalización ambiental hoy descansa sobre la base de tres ideas: sectorialidad, coordinación (pretendida) de carácter parcial y la funcionalidad limitada; aspectos que generan críticas relativas ala dispersión de este sistema, con carencia de metodología, visión estratégica integral, con énfasis en lo sancionatorio y no en el cumplimiento, escasa información, claridad y consistencia en materia de planes de fiscalización.

Así para el orador invitado, el rediseño en la fiscalización
considera una visión preventiva concentrada en el cumplimiento regulatorio que considere un ciclo de aplicaciones regulatorias ambientales. Cordero finalizó mencionando
que “una buena institucionalidad permite diseñar, implementar y monitorear mejores y efectivas políticas públicas en materia ambiental, por ello necesitamos pasar a una nueva etapa de regulación y fiscalización ambiental: inteligente, eficaz, eficiente y sujeta rendición de cuentas”.

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