Columna de Marcial Rapela: Cambios organizacionales en tiempos de crisis
“Para los CEO las crisis representan momentos definitorios, y este es uno de ellos”.
Hacer un cambio de CEO siempre es una tarea difícil, más aún si la decisión debe tomarse en medio de una crisis sin precedentes como la que ha desatado el Covid -19. Estudios de Bain & Company han demostrado que esta es una reacción natural, pues las juntas directivas buscan estabilidad en tiempos de incertidumbre.
De acuerdo con las cifras, la salida de CEO en medio de la última crisis financiera cayó en un 64% en los Estados Unidos y un 60% en los mercados asiáticos. Esta tendencia se encuentra en línea con la búsqueda de estabilidad, pero responde también a otros factores, como la renuencia de los CEO a salir de sus posiciones en medio de la crisis, visiones encontradas dentro de la junta sobre el momento apropiado para hacer el cambio o las habilidades requeridas por el sucesor, así como la ausencia de un candidato viable.
Sin embargo, la estabilidad no necesariamente implica quedarse quietos, para los CEO las crisis representan momentos definitorios, y este es, sin lugar a dudas, uno de ellos. Para quienes dirigen los destinos de una compañía hoy, el Covid-19 es un desafío que ocurre una vez cada generación, así como también una enorme oportunidad.
Los mejores CEO sabrán capitalizar esta crisis viendo más allá de la recesión para reorganizar el funcionamiento de sus negocios y prepararlos para un futuro diferente, ponderando distintos elementos clave como el uso inteligente de datos, la aceleración digital y las nuevas formas de trabajo a distancia. Todo ello con el fin de capitalizar sus fortalezas frente a los competidores. en el contexto actual, los CEO:
Reorganizarán sus prioridades para un mundo post crisis yendo más allá de las acciones de corto plazo para hacer de sus organizaciones más resilientes y adaptables al mundo que emerja luego de la crisis. Esto implica repensar las estructuras de oferta y demanda, así como de la cadena de suministro para tener una nueva visión estratégica, dinámica y que tenga en cuenta las nuevas realidades de las industrias.
Potenciarán los planes de crecimiento y sucesión fomentando el desarrollo del talento humano al interior de la organización, identificando y llenando los vacíos en el liderazgo y elevando a los ejecutivos con mayor potencial en nuevos roles que les permitan extender sus habilidades.
Mantendrán una relación cercana con la junta directiva aprovechando el expertise de cada uno de sus miembros en favor de la compañía y garantizar que estén en línea con los cambios y desafíos de cada sector, esto les permitirá de responder con rapidez y oportunidad a las necesidades de la organización, aun en tiempos de crisis.
Encontrarán espacio para la reflexión interior reconociendo que la situación actual es nueva para todos y evaluando sus propias asunciones y prejuicios. Asimismo, solicitarán retroalimentación y nuevos puntos de vista con los que enriquecer su panorama del negocio. Todo ello con la plena consciencia de lo demandante que puede ser la situación personal y profesionalmente y como estos factores influencian sus decisiones
Los CEO de la nueva normalidad serán juzgados respecto de su empatía, razonamiento ético, flexibilidad de aprendizaje y su capacidad de obtener las mejores ideas de equipos diversos. Estas habilidades le permitirán descubrir oportunidades, aprovechando y potenciando su experiencia y perspectiva, para ubicar al negocio en la mejor posición para salir fortalecida de la crisis.