[:es]Por Liliana Cortés, Fundación Súmate, e Isidora Recart, Fundación Arauco
Hoy los docentes y establecimientos educacionales tienen un reto gigantesco: retener y mantener a sus estudiantes conectados con la escuela y su aprendizaje, sobre todos a aquellos que viven en contextos de vulnerabilidad social, con todas las vicisitudes que deben sortear en medio de la pandemia. Por eso, desde la Mesa 6 de Compromiso País, queremos compartir tres desafíos que hemos recogido desde las escuelas y sostenedores como claves para fortalecer el vínculo de estudiantes y sus familias con los profesores, manteniéndolos comprometidos con su aprendizaje, y evitando así, el abandono escolar.
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Liliana Cortés, directora de la Fundación Súmate.[/caption]
El primero se centra en mantener una comunicación constante con los estudiantes. Leerlo así resulta bastante obvio, pero mantener una relación personalizada, donde quede claro que “tú me importas” especialmente con aquellos con mayores dificultades, cobra más sentido que nunca. Hacerlos sentir valorados y tenerlos presentes, aunque sea a la distancia, será sin duda una de las claves para avanzar en este desafío.
Una comunicación eficiente y constante nos permitirá construir el segundo desafío, que tiene que ver con fortalecer el compromiso en el proceso de aprendizaje. Está comprobado que la escuela es el lugar donde los niños, niñas y jóvenes desarrollan vínculos significativos. Muchos encuentran en sus profesores un sostén estable y confiable, que apoya en su desarrollo integral. Por eso, es relevante que los equipos docentes compartan buenas prácticas en este ámbito, haciendo conscientes los estilos de apego y comprendiendo las mejores formas de relacionarnos con los jóvenes para darles apoyo y retroalimentación a distancia.
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Isidora Recart, Gerente de Fundación Educacional Arauco.[/caption]
Finalmente, el tercer desafío se enfoca en el equipo directivo, pilar fundamental en el trabajo de los profesores. Es de alta relevancia que el líder del establecimiento reorganice y genere las condiciones para que los docentes enfrenten la incertidumbre y la complejidad del presente. Focalizar, planificar y colaborar son palabras claves en este desafío: construir un plan de aprendizaje remoto en donde se considere toda la información diagnóstica de los estudiantes y tenga como base el mantener su bienestar e interés en el proceso de aprendizaje.
Sin duda tenemos una gran tarea por delante y muchísimas escuelas realizando un tremendo trabajo para evitar que más niños y jóvenes sean excluidos de sus escuelas. Hoy más que nunca debemos trabajar en conjunto para fortalecer estas prácticas y avanzar en la creación de políticas públicas estables y permanentes que cautelen las trayectorias escolares positivas de todos nuestros estudiantes acordes a la realidad de mayor complejidad y pobreza que se está proyectando.[:]