[:es]Columna: Big Data, Blockchain, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial[:]

25 Julio 2018
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Por José Domínguez, Director de Tecnología de Thomson Reuters para Ibero-América.

 Cuando hablamos de transformación digital o digitalización, ya no se discute cuáles profesiones van a ser reemplazadas por la tecnología, sino cuáles tareas. La tecnología dejó de verse como una amenaza después que reconocimos el valor que es capaz de agregar en el día a día.

Han pasado ya unos años y el Big Data, por ejemplo, se ha convertido en algo común en las empresas, organizaciones e incluso en la vida cotidiana.  Según  un informe de la consultora Gartner alrededor del 30% de las empresas analizadas ya han implantado y están utilizando tecnologías Big Data. A pesar de que todavía hay directivos que no han tomado nota del costo de oportunidad perdido al no apostar por el Big Data, todo apunta a que el boom será inminente, revolucionando en los próximos 2 o 3 años la forma en que se tratan los datos y se trabaja en analítica de negocios.

Gracias a la tecnología Big Data, los profesionales pasaron no solo a recolectar grandes volúmenes de información, sino también a captar aquellos datos de calidad que les permiten tomar las decisiones acertadas en un mundo cada vez más complejo.

Surgirán nuevas necesidades que harán que el Big Data afronte una nueva etapa. Surge lo que se conoce como la Internet de las Cosas, millones de dispositivos generando datos de forma continua, por lo que ya no será suficiente almacenar la información y analizarla, sino que se gestionará en tiempo real.

La revolución digital está  pasando por la forma de conectarse a través de diferentes dispositivos que no serán las computadoras ni los mails. Según el informe de Gartner, se espera que en 2020 haya más de 20.400 millones de cosas conectadas en todo el mundo.

Otra tecnología que está irrumpiendo fuertemente es el Blockchain, una base de datos descentralizada que permite que la información sea vista, pero no copiada o alterada. Originalmente fue diseñada para facilitar las transacciones utilizando el Bitcoin, una criptomoneda. En la red Bitcoin no existe ningún banco o nadie con la autoridad de ajustar los extractos. El poder de procesamiento computacional va creando la Blockchain, que permite hacer todas las transacciones de una manera segura e inalterable sin intermediarios.

Según el Foro Económico Mundial, se prevé que el 80% de los bancos iniciaron proyectos de blockchain en 2017 y que en los últimos tres años ya se han invertido 1.400 millones de dólares en la tecnología. Estas ambiciones son parte del objetivo del emirato de convertirse en un centro de negocios global, con la tecnología de la próxima generación jugando un papel clave en la entrega de esta visión.

Algunas de las industrias que también se verán impactadas por blockchain son:

  • Salud: Los proveedores serán capaces de compartir los registros médicos de forma segura utilizando un bloqueo privado o con restricción de permiso

  • Política: El seguimiento y el recuento de votos usando blockchain eliminará el fraude electoral y las cuestiones de legitimidad.

  • Recursos Humanos: Los empleadores pueden revisar los expedientes académicos almacenados en la cadena de bloqueo para confirmar que las personas han obtenido la acreditación que invocan en sus antecedentes.

  • Entretenimiento: Blockchain podría utilizarse para hacer que la distribución de música sea más justa y para resolver problemas de licencias. Los usuarios podían escuchar música y usar la cadena de bloques para pagar a los artistas directamente.

  • Bienes raíces: Comprar y vender propiedades podría ser mucho más rápido mediante el uso de blockchain en lugar de documentación manual.


Por su parte, la Inteligencia Artificial se ocupa del diseño y creación de máquinas capaces de tener comportamientos inteligentes de manera tal que las tareas cotidianas serán diferentes generando mayor productividad. A nivel macroeconómico, y según un estudio de Mckinskey, la automatización podría aumentar el crecimiento de la productividad a nivel mundial de un 0.8 hasta 1.4 % anualmente.  Además indica  que “más de 2.000 actividades laborales en 800 profesiones, cerca de la mitad de las actividades por las cuales se pagan salarios equivalentes a USD$ 15 billones en la economía mundial tienen el potencial de ser automatizadas si se adoptan tecnologías probadas. Aunque menos del 5 % de todas las profesiones pueden ser automatizadas en su totalidad usando tecnologías probadas, cerca del 60% de todas las profesiones están integradas por actividades automatizables y que representan por lo menos el 30% de su total”.

A modo de ejemplo, un sondeo realizado por Thomson Reuters y la Asociación de Contadores Públicos Internacionales Certificados en Estados Unidos identificó a la tecnología y a la automatización como una de las tres tendencias disruptivas con mayor impacto para el trabajo de los contadores.

La tecnología no podrá remplazar a la mente humana ya que está va más allá en el análisis y la toma de decisión, mientras  que los “ordenadores” reciben órdenes o bien realizan esas tareas porque están programados. Erik Brynjolfsson y Andrew McAfee señalaron que “las personas necesitarán adaptarse más integralmente con las máquinas en el lugar de trabajo como parte de sus actividades diarias. Una integración más estrecha con la tecnología dejará más tiempo libre a los trabajadores humanos para enfocarse en actividades donde aporten habilidades que las máquinas todavía no pueden realizar”[i]

[i] Erik Brynjolfsson andAndrew McAfee, The second machine age:Work, progress, and prosperity in a time of brilliant technologies, W.W.Norton & Company,2014.[:]
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