Inspirada en el Abuelo Tineo, ejemplar nativo que por más 600 años ha resguardado la cima del Parque, la pieza musical Tinew es una innovadora apuesta que acoge los sonidos cotidianos del bosque y les da cabida en el proceso de composición musical e interpretación instrumental.
Recientemente, los amantes de la música y la naturaleza pudieron disfrutar por redes sociales de un registro audiovisual de más de 13 minutos, que es el tiempo promedio de extensión de la obra, en un concierto sin público, filmado en pandemia, cuyo escenario escogido fue precisamente los pies del Abuelo Tineo, en medio de una exuberante vegetación nativa, a escasos metros de la cima del cerro más alto de la Cordillera de la Costa.
Tinew es una pieza de música clásica contemporánea compuesta para violonchelo solista. La obra comenzó a gestarse en la primavera de 2019, durante una residencia creativa en Parque Oncol, en la que su compositor, el músico Fernando Matus de la Parra, y su intérprete, el chelista Alan Comicheo, permanecieron varias semanas en esta área silvestre protegida empapándose de los sonidos del bosque templado lluvioso del sur de Chile.
Fernando Matus de la Parra cuenta que “comenzamos a recorrer el Parque con una finalidad sólo sensitiva, dejándonos abordar por el tiempo particular del lugar, sus ritmos y sus sonidos. Así fue como llegamos al Abuelo Tineo, que es donde aconteció la obra”.
El compositor además profundizó sobre el contenido de la pieza: “esta música busca ir muy atrás en el tiempo, reflejando la actividad presente en el árbol, vinculándose a tiempo real con el movimiento de la copa, las ramas del árbol estimuladas por el viento y los pájaros que lo circundan, ésta es una dinámica primitiva, presente desde siempre y que aún se conserva, por eso se ejecuta a los pies del árbol más antiguo y encuentra su nombre en su voz ancestral. Cada vez que montamos esta obra vamos profundizando mucho más en el trabajo”.
Tinew es una obra innovadora, pues incorpora elementos del paisaje sonoro del corazón de la Selva Valdivia, dejando espacio entre sus partituras para el sonido que emerge desde las copas de centenarios árboles o el trinar de aves como el chucao y el hued-hued. Asimismo, y como una manera de plasmar la convergencia de la naturaleza y la música, gran parte de la pieza es ejecutada con ramas de árboles nativos, e incluso varas de helechos, que actúan como arco para el violonchelo.
La pieza posee una extensión variable, pues depende de la relación que establece el intérprete con los sonidos del medio natural, según explica Alan Comicheo, intérprete de la obra. El músico además relata su experiencia en el proceso creativo: “Comenzamos a practicar con las ramas y materialidades del parque, para ponerlos en contacto con el instrumento. Además, como el chelo está unido al suelo mediante el puntal, se siente como si éste echara raíces”. El chelista agrega que en esta obra “conceptos como el tempo e intensidad de volumen dependen del entorno”.
El concierto Tinew también responde al compromiso de Arauco, empresa socia de AmCham que creó el Parque Oncol en 1989, por relevar la importancia de los múltiples beneficios que aportan los bosques a la vida de las personas, lo que se ha traducido en actividades deportivas, culturales y recreativas que han servido de punto de encuentro de la comunidad con su entorno natural. Hoy, en tiempos de pandemia, las plataformas digitales han sido un gran aliado para continuar esa misión, según explica Marcela Wulf, Subgerenta de Asuntos Públicos de la compañía.
“La pandemia nos ha demostrado cuánto bien nos hacen los bosques. Lamentablemente no podemos desarrollar actividades presenciales, pero sentimos que con iniciativas de este tipo contribuimos a llevar la naturaleza a los hogares, algo que venimos desarrollando en Bosque Abierto, un programa que abre áreas de conservación de la compañía e invita a las personas a vivir, sentir y cuidar los bosques a través del deporte, la recreación, la investigación científica y la educación ambiental”, aseguró.