[:es]Alimentación balanceada según los genes[:]
[:es]La obesidad es la epidemia del siglo XXI, razón por la cual surgen infinitas dietas y preguntas, tales como, por qué sientan bien unos alimentos y otros no, o por qué algunas personas engordan más que otras. En este escenario surgió la Nutrigenómica, que es la ciencia que estudia el efecto de los diferentes componentes de los alimentos y cómo interaccionan y reaccionan con nuestros genes.
En esta línea, Pedro Prieto-Hontoria, director de Investigación y Publicaciones de la Universidad SEK, doctor en Alimentación, Fisiología y Salud y magister en Nutrición y Metabolismo de la Universidad de Navarra y parte del equipo asesor del Programa Revolución Saludable de Fundación Chile, señaló que “la idea de la nutrigenómica es ser una herramienta útil en la consulta nutricional y que sirva para recomendar a cada persona la dieta que más le favorezca para que tenga la menor incidencia de comorbilidades o le funcione mejor una dieta de adelgazamiento. Es una de las áreas más prometedoras de la investigación nutricional junto a la epigenética y la función de la microbiota intestinal”.
“Piensen ustedes que todos somos diferentes en rasgos físicos, sentido del humor, personalidad, etc. Por ello… ¿Por qué vamos a reaccionar todos igual a los alimentos? Cada uno tiene diferentes variables genéticas, como un único código de barras, y que ese código nos hace diferentes al resto. Sin embargo, los genes no cambian por lo que comemos, pero sí que se expresan de una manera u otra”, dice el doctor Prieto.
Tradicionalmente se ha considerado a los alimentos como simple fuente de energía y como necesarios para que nuestro organismo pueda realizar sus funciones biológicas. Sin embargo, según explica el doctor experto, gracias a esta ciencia se sabe que además de lo mencionado anteriormente, la dieta juega un papel esencial en la regulación de la expresión de nuestros genes, de forma que cuando se tiene una correcta alimentación según nuestra genética, nuestro organismo funciona bien. Y en el caso contrario, puede desencadenar enfermedades o peor metabolización de nutrientes
Esta nueva ciencia viene a explicar cómo a una persona que los hidratos de carbono le pueden engordar, a otra persona no le afectan y le sientan bien, o cómo cierta variación genética hace que unas personas sean más propensas a recuperar el peso tras una dieta, o cómo a otras personas con el colesterol elevado les baja mucho si consumen más pescado, mientras que a otras les baja poco o nada. Por esta razón, se debiera tener en cuenta nuestro perfil genético para un mejor tratamiento nutricional personalizado. Cada vez existe mayor aval científico en la relación nutrigenómica de diferentes genes.
En Chile ya existen laboratorios que realizan este tipo de pruebas genéticas sobre la base de un panel de genes seleccionados y candidatos a describir nuestro metabolismo, relacionados con la obesidad y la diabetes entre otros. Sin embargo, muchos planes nutricionales se basan en la dieta del grupo sanguíneo u otros test de intolerancia alimentaria, los cuales no analizan variables genéticas, por lo que no se pueden considerar planes nutrigenómicos.
Según explica el doctor, todo ello no significa que sea una solución única, pero es un mayor conocimiento científico para descifrar los mecanismos implicados en el desarrollo de la obesidad. En este sentido, no se debe olvidar que la obesidad es una enfermedad multifactorial y no solo la genética, se relaciona también con el ambiente, estilo de vida, sedentarismo, fármacos, edad, microbiota intestinal, epigenética, estrés, ritmos circadianos, entre otros.
“El concepto de “dieta para todos” tiende a desaparecer con estos nuevos conocimientos y la nutrigenómica es una pieza fundamental para el futuro y además podrían revolucionar la industria alimenticia, aunque podemos recomendar una dieta rica en frutas y vegetales, con grasa monoinsaturada (palta, aceite de oliva), consumo de pescado y muy sazonada con actividad física como una manera de vivir felices y sanos ”, agregó.[:]