Hace 12 meses nadie podría haber pronosticado lo que traería el 2010 para Chile o que las fuerzas de la naturaleza se desatarían en contra de su pueblo: tierra, fuego y agua, los elementos alineados para someter a prueba la determinación del país partiendo por el enorme terremoto y maremoto de febrero.
Enfrentado al enorme desafío de la reconstrucción y la ayuda de emergencia, el primer gobierno de centro derecha de Chile en poco más de 50 años -investido mientras las réplicas seguían remeciendo al país- ha estado a la altura de las circunstancias. Muchos miembros de AmCham también respondieron con acciones decisivas en el período inmediatamente posterior al terremoto y en el proceso de reconstrucción.
Los esfuerzos efectivos y coordinados de los sectores público y privado evitaron lo que podría haber sido una tragedia aún peor para quienes se encontraban en las regiones del Bío Bío y del Maule, las más duramente golpeadas por el sismo. Pero mientras continuaban los esfuerzos de reconstrucción, la atención de los medios de comunicación del mundo se volcó al norte del país cuando 33 mineros quedaron atrapados tras el colapso de una mina el 5 de agosto.
Toda esperanza parecía perdida luego que tras dos semanas de perforaciones no hubiera ninguna señal de los hombres, pero un pedazo de papel con esas ahora célebres palabras “estamos bien en el refugio los 33” cambió todo. Gracias al audaz liderazgo del presidente Sebastián Piñera y su equipo, se alcanzó la victoria a partir de lo que era casi un seguro desastre. El presidente llamó al ingenio chileno y los aliados más cercanos de Chile, incluido Estados Unidos, entregaron ayuda vital al tiempo que empresas estadounidenses y la NASA participaban de la operación de rescate.
Luego, en octubre, el mundo observó con sobrecogimiento y admiración a medida que los mineros eran sacados uno a uno de las entrañas de la tierra. El rescate fue visto como un triunfo del espíritu humano y convirtió de repente la forma de hacer las cosas “a la chilena” en sinónimo de valentía y eficiencia.
No obstante, la aclamación internacional de Chile fue más profunda que el drama del rescate. Al aceptar una invitación efectuada en enero para convertirse en el primer país sudamericano en unirse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile se ¡convirtió en un importante actor en la escena internacional. En febrero, asumió la presidencia del Grupo de Río mientras también reconoció al recién instalado gobierno democrático de Honduras y participó de manera activa en la Organización de las Naciones Unidas, incluida una importante labor en Haití.
Chile además forjó lazos más fuertes con Estados Unidos. El presidente Piñera y Obama se reunieron en la Cumbre de Seguridad Nuclear en abril a lo que siguió otro exitoso Chile Day en Nueva York en julio y una misión comercial a California en septiembre durante la cual el gobierno chileno y representantes del sector privado se concentraron en oportunidades de cooperación en materia de cultura, agricultura, medio ambiente y energía.
AmCham desempeñó un papel de liderazgo en la organización de la misión y continúa trabajando arduamente para asegurar que el viaje genere resultados positivos para las empresas y los pueblos de ambas naciones. Por ejemplo, a comienzos de enero un grupo de inversionistas estadounidenses de capital de riesgo visitará Chile para participar en un evento organizado por AmCham, el Ministerio de Economía, la Embajada de Estados Unidos en Chile, el Departamento de Comercio de Estados Unidos y Austral Capital.
Asimismo AmCham está ansiosa por trabajar con el nuevo embajador de Estados Unidos en Chile, Alejandro Wolff, quien se comprometió a continuar desarrollando lo que ya es una muy sólida relación entre los dos países (vea el desayuno de AmCham de este mes, Socios para el Siglo XXI).
El Año Nuevo traerá consigo desafíos tanto nuevos como antiguos para las relaciones bilaterales, pero AmCham, tal como el embajador Wolff, está decidida a enfrentarlos de manera frontal. Los directores de la Cámara se reunieron recientemente en Marbella Resort de Chile para analizar un plan de trabajo para el 2011, el que incluye un énfasis continuo en la promoción de la competitividad de las exportaciones, un desafío clave dado el fortalecimiento del peso chileno (vea los artículos América Latina en un Mundo en Guerra (de Divisas) y Manejar los flujos de Capital de esta edición), así como también esfuerzos continuos para fortalecer la protección de los derechos de propiedad intelectual y las mejores prácticas en áreas como responsabilidad social empresarial y desarrollo de competencias en inglés. AmCham trabajará además con ambos gobiernos para asegurar las aprobaciones de los respectivos Congresos del Convenio para Evitar la Doble Tributación entre Chile y Estados Unidos, el que es un elemento clave para estimular la inversión.
Muchos chilenos van a estar felices de ver que el 2010 llega a su fin: fue un año difícil que trajo sufrimiento a miles de personas, incluidos quienes perdieron a miembros de su familia en el terremoto y en el reciente incendio de la cárcel de San Miguel.
La ira de la naturaleza es impredecible, pero si el 2010 nos ha enseñado algo es que si bien la tragedia a veces es inevitable, también puede sacar lo mejor de las personas, los gobiernos y las empresas. AmCham cree que el espíritu de cooperación chileno, compartido por nuestros socios estadounidenses, continuará mejorando el libre comercio y los negocios entre dos grandes países en los años que están por venir.
Felices Fiestas y Feliz Año Nuevo para todos los socios de AmCham y sus amigos…
<p style="text-align: justify;">Twelve months ago no one could have predicted what 2010 would bring for Chile or what natural forces would be unleashed against its people: earth, fire and water – the elements lined up to test the country’s resolve beginning with the massive earthquake and tsunami in February.</p>