Partió como un trabajo universitario y hoy es la base de un promisorio negocio. Se trata de Phage Technologies, una empresa biotecnológica enfocada en la creación de tecnologías que permitan sumar nuevas funcionalidades a alimentos de consumo animal y humano. Detrás del emprendimiento están los ingenieros en biotecnología de la Universidad Andrés Bello, Nicolás Ferreira, Hans Pieringer y Diego Belmar.
Hoy, están un paso más allá apostando por el desarrollo de aditivos alimenticios a partir de bacteriófagos que actúan como controladores microbiológicos en los alimentos. Estos microorganismos son los más abundantes en la biósfera, a tal punto, que “donde existe una bacteria, hay un bacteriófago para combatirla”, explica Diego Belmar, co fundador y chief operating officer (CEO) de la compañía.
Si bien, desde inicios del 1900, la medicina los utilizaba como un potente agente de eliminación bacteriana, la aparición de la penicilina y otros antibióticos terminaron por dejar en el olvido sus potencialidades y su uso masivo.
Situación que estos tres jóvenes decidieron dejar atrás con la creación de una plataforma tecnológica que les permitió identificar y producir de manera industrial bacteriófagos específicos.
Un apoyo importante para el desarrollo del proyecto, fue el que recibieron del destacado científico chileno, Pablo Valenzuela, quien los asesoró y les facilitó espacios en la Fundación Ciencia & Vida para que pudieran concretar su plan de negocios.
Salieron al mercado con Safe, un producto destinado al lavado de verduras y frutas, orientado al consumo humano. Sin embargo, no tuvieron éxito. “El mercado no respondió como queríamos. Lo quisimos vender en restaurantes, pero no están muy preocupados de la seguridad alimentaria”, dice. Sin embargo, casi por obra del destino, y luego de una charla en Puerto Varas, un veterinario que conoció el
producto, les sugirió orientarse a la industria ganadera. Tras varias pruebas, finalmente decidieron cambiar de foco.
A inicios de 2013, lanzaron el primer aditivo para el sector: Milkeeper, que apunta a prevenir la diarrea neonatal en terneros, enfermedad que reduce el peso y tamaño de los animales, incidiendo en una generación menor de carne. Además, afecta el buen desarrollo del rume, parte del estómago encargado de absorber los nutrientes.
Según Belmar, 80% de los terneros sufre de este mal, con una tasa de mortalidad de 20%. En cuanto al impacto económico para la industria, por cada 100 animales enfermos, un productor puede perder hasta US$ 25 mil al año, acota.
“En el sector, la diarrea neonatal se trata únicamente con antibióticos. Nosotros apuntamos a prevenir, y para ello hay que aplicar diariamente el aditivo en todas las comidas”, señala el ejecutivo de la firma que ha recibido apoyo de IncubaUC y es parte del programa Start-Up Chile de Corfo. Además, en 2013 recibieron el premio Pyme Innovadora del Ministerio de Economía.
El aditivo los está haciendo crecer en el mercado, ya que según sus resultados, ha logrado bajar la incidencia de la enfermedad a 20% y la mortalidad sólo alcanza a 1% de los animales afectados. Así, y con menos de un año de ventas, lograron una facturación de US$ 100 mil en 2013, y van por más.
Planes de crecimiento
Este 2014, la firma está en un explosivo
plan de crecimiento. Con menos de un
año de ventas, lograron una facturación
de US$ 100 mil en 2013, y van por más.
El foco actual está puesto en la industria
lechera, “que es la que más dinero deja en
Chile. Si bien, esta enfermedad estomacal
neonatal tiene una menor incidencia en
las terneras, hay más factores en juego:
por cada kilo que aumenta una vaca, más
leche produce en su vida”, señala.
En 2013 firmaron un acuerdo con el
distribuidor nacional Chemie para comercializar
el producto y consolidarse en la
industria. Diego Belmar adelanta que
para este ejercicio proyectan comercializar
del orden de US$ 400 mil, equivalentes a
5 mil unidades de Milkeeper, y abarcar
entre 15% y 20% del mercado nacional.
La meta en el mediano plazo es exportar
a Estados Unidos o Brasil.
Ya se están preparando para el futuro.
Acaban de levantar US$ 1,5 millón de
un fondo de inversión privado que les
servirá de “base” para el crecimiento, lo
que incluye la apertura de una planta
de producción propia en Paine, Región
Metropolitana, de 2.000 metros cuadrados.
“En Chile planeamos llegar a producir una
tonelada y media mensual de producto
y, si pensamos en Estados Unidos, sería
llegar a cinco o diez toneladas mensuales”,
argumenta Belmar.
Nuevos productos
Además de comercializar Milkeeper, están próximos a lanzar una versión mejorada (versión S) que controlará enfermedades como la Salmonella y la Escherichia Coli.
Paralelamente, están trabajando en un nuevo producto para la mastitis, y tienen un acuerdo con la Universidad Andrés Bello para realizar investigación y generar un producto para la industria salmonera. “Queremos en el futuro volver a generar un producto para alimentos de consumo humano, y por qué no, de enfermedades humanas”, sentencia.
It began as a university initiative and it today forms the basis of a promising business. Phage Technologies is a biotechnology company focused on the creation of technologies which provide new functionalities to foods used for animal and human consumption. Behind this entrepreneurial endeavor are the biotech engineers from Andrés Bello University, Nicolás Ferreira, Hans Pieringer and Diego Belmar.
Today, they have progressed to seeking the development of food additives based on bacteriophage, which act as microbiological controllers in food. These microorganisms are the most abundant in the biosphere, to such a degree that “where bacteria exists, there’s a bacteriophage to counter it”, explains Diego Belmar, co-founder and Chief Operating Officer (CEO) of the company. While medicine has used them as a strong anti-bacterial agent since 1900, the discovery of penicillin and other antibiotics meant their potential and widespread use was largely forgotten.
This is a situation these three young engineers decided to address, by creating a technological platform allowing them to identify and produce specific bacteriophages on an industrial scale.
Significant support in the development of this project has come from the renowned Chilean scientist, Pablo Valenzuela. He has advised them on their work and provided them with a place in which to devise their business plan, in the Fundación Ciencia & Vida (Foundation for Science and Life).
They launched their first product on the market, ‘Safe’, designed to be used in the washing of fruit and vegetables for human consumption. However, they were unsuccessful. “The market didn’t respond in the way we wanted. We wanted to sell it
to restaurants, but they’re not overly concerned about food safety”, he says. Nevertheless, almost as if by fate, and following a talk in Puerto Varas, a veterinary doctor who discovered their product suggested they target the livestock industry instead. After conducting various tests, they finally decided to change direction.
At the beginning of 2013, they launched their first additive for the aforementioned sector: Milkeeper, aimed at preventing neonatal diarrhea in calves, a disease that reduces the weight and size of livestock and results in lower meat production.
It also affects the development of the rumen, the part of the stomach which absorbs nutrients.
According to Belmar, 80% of calves suffer from this problem, with a 20% mortality rate. In terms of the economic impact on the industry, for every 100 sick animals, a producer loses up to US$25,000 per year.
“In the industry, neonatal diarrhea is only treated using antibiotics. We aim to prevent, and in order to do so the additive must be applied on a daily basis with all food”, says the CEO. Their company has received assistance from IncubaUC in addition to being part of CORFO’s Start-Up Chile program. Furthermore, in 2013 it won the Innovative SME award from the Chilean Ministry of the Economy.
Their additive is now experiencing market growth. According to their results, it has successfully lowered incidence of the disease to 20%, while the mortality rate is now at 1% of affected animals. As such, and with less than one year of commercializing their product, they have achieved US$100,000 in sales in 2013. They are now planning even bigger things.
Plans for growth
In 2014, the company has been implementing its growth plan. The current focus is on the dairy industry, and as the CEO points out, “it’s the most profitable industry in Chile. While this neonatal stomach disease is most common in calves, there are additional factors involved in rearing a healthy animal. For every kilo put on by a cow, the more milk it produces during its life”.
The previous year, in 2013, they signed an agreement with the national distributor Chemie, to sell their product and consolidate the company within the industry. “We began selling by making on-site visits to the dairies, but it’s better to have a company that knows the sector. We’re specialists in developing the products and they’re experts in distribution and sales”, explains Belmar.
For this exercise the CEO projects sales of around US$400,000, equivalent to 5,000 units of Milkeeper, and reaching between 15% and 20% of the domestic market. But the goal in the medium term is exportation. As he says, “we hope to make it to the United States or Brazil. But first, we have to ensure a solid base in order to withstand sales abroad”.
They are already making preparations for the future, however. They have recently raised US$1.5 million of a private investment fund which will serve as a “base” for future growth, including the opening of their own production plant of 2,000m2 in Paine, in the Metropolitan Region. This way, they will have the sufficient capacity to satisfy domestic demand as well as that of countries like Brazil and the United States.
“In Chile, we plan to produce one and a half tons of the product per month, and if taking the United States into account, it would be at least five or ten tons per month. It’s one of the most important livestock industries in the world”, he notes.
New products
Today, they sell just Milkeeper, but they are close to launching a new and improved version (version S), which as well as diarrhea, will help to combat sicknesses like Salmonella and Escherichia Coli.
Simultaneously, they are working on a new product for mastitis, and have an agreement with Andrés Bello University to conduct research into and the generation of a product for the salmon industry. “In the future we would like to return to making products for human consumption, and why not, for combating human diseases”, says Belmar.