[:es]Pensiones en Chile: Un Desafío País[:en]Pensiones in Chile: A National Challenge[:]
[:es]La coyuntura nacional hoy está focalizada en diversos temas que preocupan a la ciudadanía, así como a los sectores público y privado. Somos una sociedad que ha ido modificando sus costumbres y que en la segunda década del siglo XXI está teniendo un rol cada vez más activo y participativo en torno a contenidos vinculados a la economía, la seguridad, la cultura, la educación, la salud y, en particular, al rol de la familia y la calidad de vida, en un país que está trabajando por alcanzar el desarrollo.
Estos temas hoy se discuten y debaten en los medios de comunicación, en los trabajos, en los hogares y en la calle. Es en este contexto en que los chilenos estamos cada vez más conscientes sobre nuestro futuro, lo que ha transformado la importancia de asegurar una vejez digna en un tópico clave.
Probablemente, una de las temáticas más discutidas en los últimos meses ha sido el desafío del sistema de pensiones en cuanto a responder a las necesidades y expectativas de los cotizantes, principalmente en relación a la importancia de mejorar el monto de las jubilaciones, aspecto en el que parece haber consenso.
Para poder abordar este tema con las mayores posibilidades de éxito posible, resulta fundamental promover un diálogo entre el ámbito público y privado que busque, de manera reflexiva y con altura de miras, oportunidades de mejora que sean reales y sustentables en el tiempo. Eso implica -pese a lo fundamental del tema y lo urgente que es para miles de chilenos- no abordarlo de manera apresurada, sino que con el tiempo necesario para lograr un análisis profundo con un diálogo integral entre todos los actores de la sociedad.
Chile hoy cuenta con una base sólida para iniciar este trabajo, que es un sistema de pensiones que ha sido emulado por varios países, pero que tras 35 años de operación y conforme la sociedad ha ido evolucionando, requiere también de algunos cambios. Pese a ello, es importante no olvidar los aportes que ha realizado al desarrollo del país y a la calidad de vida de las personas, principalmente mediante el impulso que le ha dado al mercado de capitales nacional, a través de la creación de fondos de ahorro que hoy ascienden a US$ 173.000 millones, cifra equivalente a 70% del PIB. Gracias a esta inyección de recursos, se han creado muchos empleos y se ha registrado un alza en los salarios.
Como filosofía de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, el diálogo público privado es fundamental y, más aún, cuando se trata de abordar políticas públicas. Por ello, su directorio ha formado una mesa técnica de trabajo, la cual está analizando la situación del sistema de pensiones chileno y las variables que inciden en su funcionamiento, de manera de elaborar un documento con observaciones y recomendaciones que se hará llegar a las autoridades pertinentes para aportar en este trascendental proceso que hoy enfrenta el país.
Asimismo, el artículo principal de esta edición de Business Chile busca aportar a este diálogo con una mirada reflexiva al sistema de pensiones chileno, complementada con la visión de expertos internacionales en la materia. Le invitamos a sumarse a este diálogo nacional, pues las jubilaciones son responsabilidad de cada uno de los chilenos, en el sentido que como cotizantes somos dueños de nuestros ahorros y responsables de aportar mensualmente a nuestra cuenta de capitalización individual desde que somos laboralmente activos. Por lo tanto, es fundamental estar informados, lo cual ayudará a llegar a un consenso país en este tema.[:en]Current national debate in Chile revolves around a number of distinct issues that are not only affecting the general public, but also the authorities and the private sector. Clearly, Chilean society and its traditions have undergone numerous changes in recent years. In particular, the second decade of the twenty-first century is playing host to an increasingly active and participatory public, which is more engaged than ever in issues related to the economy, security, culture, education, health and, especially, the role of the family and quality of life. The backdrop to this debate is that discussions are taking place in a country that is seeking to achieve developed-nation status.
These issues are today being debated and discussed across all sections of society, from the media, to people at work, in their homes and on the street. It is in this context that Chileans are becoming increasingly conscious about their futures, for which the importance of ensuring dignity in old age is a key part.
Probably, one of the most frequently discussed issues in recent months has been the challenge facing the pension system in meeting the needs and expectations of contributors. This is particularly the case regarding the importance of improving overall pension amounts; an area on which there appears to be widespread consensus.
In order to adequately address this issue, the promotion of dialogue between the public and private spheres is essential. Furthermore, it is crucial that this is done in a sensible yet ambitious way that seeks genuine and sustainable opportunities for long-term improvement. Despite the fundamental importance and urgency of this matter for thousands of Chileans, the process itself implies that the necessary time is duly taken to achieve an in-depth analysis and comprehensive dialogue between all the relevant stakeholders.
Today, Chile has a solid base from which to begin this work. For example, the country’s pension system has been emulated by a number of other nations around the world. Nevertheless, following 35 years of operation in an increasingly evolving Chilean society, a number of changes are still required to the system. It is, however, important not to ignore the contribution of the pension model to Chilean development and to the wider quality of life among the general public. This has been achieved primarily through the impetus the system has provided to the national capital market with the creation of savings funds totaling approximately US$173 billion; equivalent to 70% of GDP. Thanks to this injection of resources, a large number of jobs have been created and salaries have increased.
In line with the philosophy of the Chilean-American Chamber of Commerce, AmCham Chile, dialogue between the public and private sectors is fundamental, particularly when it concerns issues of public policy. As a result, The Chamber’s board has created a technical working group to analyze the situation regarding the Chilean pension system and the distinct variables that affect how it works. The aim of this working group is to devise a document detailing observations and recommendations that will be submitted to the relevant authorities in order to assist the critical process of pension reform.
Similarly, the main article of this edition of Business Chile lends support to this dialogue with a thoughtful look at the Chilean pension system, including the views of international experts in the field. We invite you to join this national dialogue, since pensions are the responsibility of each and every Chilean. As contributors to our retirement schemes, we are all owners of our savings and are responsible for ensuring our monthly payments into our individual capitalized accounts, beginning from the moment we become active in the world of employment. As a consequence, being informed is fundamental in helping the country reach a consensus on this issue.[:]