Nueve MesesNine Months

20 Abril 2011

Nueve meses es un largo tiempo, como toda madre sabe, pero para Arturo Fermandois, embajador de Chile en Estados Unidos, el tiempo ha volado desde que presentó sus credenciales ante el presidente Obama el 28 de junio. Chile celebró su Bicentenario en septiembre pasado durante el mismo mes en que el Presidente Piñera visitó California y un mes después fue el dramático rescate de los 33 mineros en Copiapó, en el que un equipo estadounidense de perforación desempeñó un papel clave. Luego, en marzo, el presidente Obama visitó Chile por primera vez.


La Embajada de Chile estuvo involucrada en todos estos eventos, pero el embajador Fermandois, experto en Derecho Constitucional con una maestría de la Universidad de Harvard, no ha perdido de vista los objetivos impuestos cuando fue designado por el Presidente Piñera el año pasado. El embajador conversó con bUSiness CHILE desde Washington DC sobre sus logros hasta ahora y sobre los desafíos a futuro.


Embajador, cuando hablamos por última vez usted estaba por partir a Washington, ¿ha sido como esperaba?


Ha sido más de lo que esperaba de todas maneras. Hubo una serie de eventos significativos que dieron forma a mis primeros nueve meses, incluidos el Bicentenario en septiembre, luego la muy fructífera visita del Presidente Piñera a Nueva York y California, y después el rescate de los mineros, que fue un hecho muy importante en Estados Unidos y en particular acá en Washington DC. La embajada ayudó a llevar tecnología desde una empresa en Pennsylvania a Copiapó y ella terminó siendo el barreno clave del Plan B, de modo que estuvimos muy contentos con eso. Además organizamos una fiesta en Massachusetts Avenue al frente de la embajada en octubre a la cual asistieron cientos de personas, incluidas 11 estaciones de televisión. Fue una de las mejores noches de mi vida y un momento increíble de alegría y alianza con Estados Unidos.


El otro momento inolvidable fue la visita del presidente Obama a Chile, que fue una señal poderosa de alianza con Estados Unidos e implicó la suscripción de siete acuerdos en áreas que incluyen educación, emprendimiento, medio ambiente, cultura y energía. Estos acuerdos fortalecerán nuestra relación a través de mediciones concretas.


El año pasado, usted dijo que una de sus metas sería ayudar a que más chilenos desarrollen sus habilidades de inglés, ¿lo ha logrado?


En el caso de la enseñanza del inglés, estoy contento porque hemos logrado avances: Chile suscribió un acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, a través de la Comisión Fulbright, para enviar más y mejores profesores a escuelas públicas en Chile. Tuvimos éxito en traer este tema a colación y logramos compromisos del ministro de Educación de Chile, Joaquín Lavín, y del ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno. Además conseguimos financiamiento este año para enviar a profesores estadounidenses a los 30 primeros colegios públicos seleccionados como Liceos de Excelencia. Estoy parcialmente satisfecho, porque ahora hay conciencia en el gobierno sobre lo que es necesario hacer, pero no estaré totalmente satisfecho hasta que esta meta se logre por completo.


Usted señaló además que quería que el “chileno común” pudiera aprovechar la estrecha relación de Chile con Estados Unidos. ¿Se ha producido eso?


Hay dos cosas con las que estoy satisfecho. En primer lugar, hay un nuevo acuerdo de capacitación entre la Administración Internacional de Comercio del Departamento de Comercio de Estados Unidos y ProChile, la agencia de promoción de las exportaciones de Chile. Juntamos a estas dos partes y negociamos un acuerdo, que el director de ProChile y el embajador de Estados Unidos firmaron el 18 de marzo. Este acuerdo identificará oportunidades de capacitación para trabajadores de pequeñas y medianas empresas (Pymes) en ambos países. Los trabajadores chilenos vendrán a trabajar en empresas estadounidenses seleccionadas por hasta seis meses con su sueldo pagado por la compañía chilena y subsidiado en parte por el gobierno. El pacto también permite que los trabajadores de Estados Unidos laboren en empresas líderes chilenas en áreas como minería, vinos y salmón. Este acuerdo se concentra en chilenos trabajadores comunes, no estamos buscando gerentes generales. La idea fue adoptada de manera entusiasta por ambas partes y me emociona tener la oportunidad de ponerlo pronto en práctica.


La segunda iniciativa es hacer que Chile sea admitido en el Programa de Exención de Visa de Estados Unidos o Visa Waiver Program. Cumplir con los requisitos podría demorar dos años, pero creemos que beneficiará a los ciudadanos chilenos comunes, al tiempo que tendrá un efecto significativo en el turismo, los intercambios culturales y las oportunidades laborales. Los principales requisitos radican en el intercambio de información incluidos acuerdos sobre delincuencia y terrorismo. Ya hemos negociado con el Departamento de Seguridad Nacional el primero de estos documentos denominado “Prevención y Combate de Delitos Graves”, el que debería suscribirse dentro de poco.


Los otros dos requisitos son un pasaporte totalmente biométrico, que estamos próximos a tener, y una tasa reducida de rechazo de visas, que debe bajar al 3 por ciento tras caer del 5,9 por ciento en el 2009 al 5,1 por ciento en el 2010. Dado que la economía chilena está creciendo y hay más empleos con mejores salarios, la tasa de rechazo de visas debería seguir disminuyendo. En un par de años, creemos que Chile estará en posición de ser el primer país latinoamericano admitido en el sistema de Exención de Visa, lo que significa pertenecer a un prestigioso grupo de países. Si tenemos éxito en esto, se espera que la cantidad de viajes de chilenos a Estados Unidos anualmente, cerca de 160.000, se duplique.


Hablando de visas, ¿se están usando las visas especiales para profesionales chilenos?


Nuestro TLC con Estados Unidos entrega 1.400 visas especiales para que chilenos trabajen en Estados Unidos, pero no las estamos usando. Sólo se usan unas pocas cada año y la meta de esta Embajada es promover visas y facilitar que los chilenos vengan a Estados Unidos.


Proteger la propiedad intelectual sigue siendo un desafío en el cumplimiento de las condiciones del TLC, ¿ha habido avances en esta área?


Se han logrado avances significativos en términos de colocar sobre la mesa las diferencias entre la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos y la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) de Chile y de lograr acuerdos sobre cómo resolverlos. Ha habido acciones concretas con al menos tres visitas de Chile a Estados Unidos y viceversa, y la creación de un comité interministerial. Además algunos tratados internacionales sobre propiedad intelectual que estaban pendientes han sido aprobados por el Congreso y se promulgarán pronto. En términos de protección de patentes farmacéuticas, un tema clave entre nuestros dos países, el Ministerio de Relaciones Exteriores hará un anuncio importante dentro de poco.


Cuando dejó Chile, había dejado su banda Rockasaurios, ¿encontró una nueva banda para tocar?


Extraño a los Rockasaurios, pero he tenido dos oportunidades acústicas en Washington DC: fui invitado a tocar en una fiesta por algunos embajadores, y terminamos tocando guitarra y cantando hasta las cuatro de la mañana. He estado muy ocupado para tocar en una banda, pero ciertamente extraño mi música.


Julian Dowling es editor de bUSiness CHILE

Nine months is a long time, as every mother knows, but for Arturo Fermandois, Chile’s Ambassador to the United States, the time has flown since he presented his credentials to President Obama on June 28. Chile celebrated its Bicentennial last September during the same month that President Piñera visited California, and the following month there was the dramatic rescue of the 33 miners in Copiapó, in which a U.S. drilling team played a key role. Then, in March, President Obama visited Chile for the first time.


The Chilean Embassy was involved in all these events, but Ambassador Fermandois, a constitutional law expert with a Masters from Harvard University, has not lost sight of his goals when he was appointed by President Piñera last year. The Ambassador spoke to bUSiness CHILE from Washington DC about his achievements so far and the challenges ahead.


Ambassador, when we last spoke you were about to leave for Washington, has it been all you expected?


It has been more than I expected on all accounts. There were a series of meaningful events that shaped my first nine months, including the Bicentennial in September, then the very fruitful visit by President Piñera to New York and California, and then the rescue of the miners, which was a huge deal in the U.S. and particularly here in DC. The embassy helped bring technology from a company in Pennsylvania to Copiapó and it ended up being the crucial drill in Plan B, so we were very happy with that. We also hosted a party on Massachusetts Avenue in front of the Embassy in October to which hundreds of people showed up including 11 TV stations. It was one of the best nights of my life and an incredible moment of joy and partnership with the U.S.


The other unforgettable moment was the visit of President Obama to Chile, which was a powerful sign of partnership with the U.S. and included the signing of seven agreements in areas including education, entrepreneurship, the environment, culture and energy. These agreements will strengthen our relationship through concrete measures.


Last year, you said one of your goals would be helping more Chileans develop their English language skills, have you achieved this?


In the case of English education, I am happy because we have made some progress: Chile signed an agreement with the State department, through the Fulbright Commission, to send more and better quality teachers to public schools in Chile. We succeeded in bringing the issue to the table and got commitments from Chile’s Minister of Education, Joaquin Lavín, and the Minister of Foreign Affairs, Alfredo Moreno. We also secured funding this year to send American teachers to the first 30 public schools selected as Liceos de Excelencia (Public Schools of Excellence). I’m partially satisfied because now there is awareness in the government about what needs to be done, but I won’t be completely satisfied until this goal is completely achieved.


You also said that you wanted the “ordinary Chilean” to be able to take advantage of Chile’s close relationship with the U.S. Has this happened?


There are two things I am satisfied with. Firstly, there is a new training agreement between the U.S. Commerce Department’s International Trade Administration (ITA) and Chile’s export promotion arm, ProChile. We put these two parties together and negotiated an agreement, which ProChile’s director and the U.S. Ambassador signed on March 18. This agreement will identify training opportunities for workers from small and medium-sized enterprises (SMEs) in both countries. Chilean workers will come to work in select U.S. companies for up to six months with their salary paid by the Chilean company and partially subsidized by the government. The agreement also allows U.S. workers to work in leading Chilean firms in areas such as mining, wine and salmon. This agreement is focused on ordinary working Chileans - we’re not looking for CEOs. The idea was enthusiastically taken up by both parties and I’m excited to have the opportunity to put it into practice soon.


The second initiative is to get Chile admitted into the U.S. Visa Waiver Program. Meeting the requirements could take two years, but we believe it will benefit the regular Chilean citizen while having a significant impact on tourism, cultural exchanges and work opportunities. The main requirements are in the exchange of information including agreements on crime and terrorism. We have already negotiated with the Department of Homeland Security the first of these documents called “Preventing and Combatting Serious Crimes,” which should be signed shortly.


The other two requirements are a fully biometric passport, which we are close to having, and a reduced visa rejection rate, which must go down to 3 percent after falling to 5.1 percent in 2010 from 5.9 percent in 2009. Since the Chilean economy is growing and there are more jobs with better salaries, the visa rejection rate should continue to fall. In a couple of years, we think Chile will be in a position to be the first Latin American country admitted to the Visa Waiver system, which means belonging to a prestigious group of countries. If we succeed in this, the number of trips by Chileans to the U.S. annually – around 160,000 – is expected to double.


Speaking of visas, are the special visas available for Chilean professionals being used?


Our FTA with the U.S. provides for 1,400 special visas for Chileans to work in the U.S., but we aren’t using them. Only a small number are used each year and a goal of this Embassy is to promote these visas and make it easier for Chileans to come to the U.S.


Protecting intellectual property remains a challenge in fulfilling the terms of the FTA, has there been progress in this area?


Significant progress has been made in terms of putting the differences between the USTR and Chile’s international trade office, Direcon, on the table and agreeing on how to resolve them. There has been concrete action with at least three visits from Chile to the U.S. and vice versa, and the creation of an inter-ministerial committee. Some international intellectual property treaties that were pending have also been passed by Congress and will be enacted soon. In terms of protection for pharmaceutical patents, a key issue between our two countries, an important announcement will be made by the Foreign Minister in the near future.


When you left Chile, you had to leave your band Rockasaurios behind, have you found a new band to play with?


I miss Rockasaurios, but I have had two acoustic opportunities in DC - I was invited to play at a party by some Ambassadors, and we ended up playing the guitar and singing until 4am. I have been too busy to play in a band, but I certainly miss my music.


Julian Dowling is editor of bUSiness CHILE

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