Magui Lins de Castro, directora de AmCham, es gerente general de Viña Estampa, empresa que se caracteriza por la producción de vinos assemblage.
Estampa acaba de anunciar que superaron en un 10% sus proyecciones para este año, ¿cuáles han sido las fortalezas de esta viña que les ha permitido alcanzar esta meta en este momento?
Estampa es una viña boutique con énfasis en vinos assemblage, o sea, la mezcla de dos o más cepas nobles, cada una aportando sus mejores características a nuestros vinos. De esta forma se logran vinos excepcionales, de gran elegancia y personalidad única en cada una de las tres gamas de vinos Estampa. Estamos en un proceso de
expansión en los mercados extranjeros y hemos tenido respuestas positivas de todos los nuevos distribuidores a los que se les ha enviado muestras. Eso es lo que ha permitido que nuestro presupuesto de ventas haya sobrepasado el 10% en el primer trimestre. Hay que tener presente que hoy en el mundo la gran gama de vinos finos se producen con el arte del assemblaje.
¿Qué pronósticos tiene para la empresa en general en Chile considerando el problema cambiario?
Al igual que la mayoría de los exportadores, nuestros precios son fijados en dolares, de acuerdo con cada tipo de vino y su posicionamiento en cada mercado. Si aumentáramos el precio de venta en dólares, para compensar la baja del tipo cambio, perderíamos competitividad en los mercados que estamos. Dada esta realidad y con un menor ingreso en pesos para las mismas ventas debido al tipo cambio, no nos queda otra alternativa que ahorrar en gastos. En estas circunstancias un aumento de desempleo en nuestro sector es más que factible.
¿Qué opinión tienen sobre las medidas anunciadas?
Yo valoro el esfuerzo del Ministro Velasco de dar tranquilidad al mercado cambiario, mejorando la transparencia del gasto público, actuando sobre la responsabilidad fiscal y la modernización del fondo de cobre. Pero creo que el Gobierno debería tener una política exportadora de mediano y largo plazo, para no desincentivar a
los que están en la industria y no frenar los posibles entrantes.
¿Qué pasos debe dar el sector vitivinícola chileno para mantener o aumentar su competitividad?
El sector vitivinícola chileno debería estar muy orgulloso por el premio que recibió el Valle de Colchagua a fines de 2005, por la revista Wine Enthusiast, que lo catalogó como
el MEJOR VALLE DEL MUNDO DEL AÑO 2005. ¡Competimos con todos los valles del planeta y ganamos! Es un logro para Chile, no sólo para el Valle de Colchagua.
Lo que todavía nos falta es una mejor llegada en los países exportadores como imagen país. Chile no tiene una imagen país consolidada en el exterior. Entiendo que el Gobierno está trabajando en esto junto a algunas asociaciones. Con respecto a los vinos, considero que se ha avanzado muchísimo,
dada la calidad de los productos que se exportan a un precio razonable, todo lo cual se ve reflejado en el crecimiento de la industria año a año.