“Le Deseamos una Plástica Navidad”“And We Wish You a Plastic Christmas”

01 Diciembre 2008
Todos sabemos que las campañas presidenciales se ganan con promesas y Barack Obama hizo muchas grandes promesas. Obama será investido Presidente el martes 20 de enero del 2009, convirtiéndose así no sólo el 44o presidente de Estados Unidos, sino en el primer afroamericano en llegar a gobernar el país.


Muchos lo han comparado con John F. Kennedy, quien llegó a la presidencia gracias a una ola de esperanza en momentos en que Estados Unidos estaba en guerra en Vietnam. Obama llega a la Presidencia con un mensaje de “nueva esperanza” en medio de la mayor recesión económica desde la década de los 30 (la que aún tiene que tocar fondo…) y con Estados Unidos en guerra tanto en Irak como en Afganistán.


Kennedy se convirtió en presidente en 1961 cuando estaba a punto de cumplir 47 años. Obama nació en agosto de 1961, a menos de siete meses de que se iniciara la administración de Kennedy, y tendrá 47 años y cinco meses cuando sea investido presidente. Ambos estudiaron en Harvard.


Pero las comparaciones probablemente debieran detenerse aquí. Kennedy nació blanco y privilegiado, parte de una muy prominente dinastía de Boston, Massachusetts. Obama nació en Honolulu de madre blanca y padre keniano; su elección fue celebrada ampliamente en Kenia. Sus orígenes no podrían ser más distintos, pero su mensaje de esperanza parece similar.


Entonces, ¿dónde nos deja todo esto a nosotros en Chile? Bueno, sí nos importan las promesas de Obama. Si Estados Unidos y la Unión Europea están en recesión, entonces es sólo cuestión de tiempo antes de que las presiones se sientan aquí en Chile. Lo malo de un mercado global es que no podemos decidir salirnos cuando las cosas se ponen difíciles. Exportamos bienes básicos además de algunos servicios y productos de “valor agregado” y cuando los países que son nuestros clientes comiencen a dejar de comprar, la economía se contraerá y rápidamente. Exportamos turismo, pero en un mundo en que la gente está siendo despedida por miles, el buen jerarca pospondrá sus planificadas vacaciones familiares en la Patagonia en pos de una semana en la cordillera de Adirondacks.


Chile no se dará cuenta totalmente de la escala de esta crisis hasta marzo del 2009, lo que significa al menos que ¡podemos disfrutar la Navidad y las vacaciones de verano! ¿Por qué marzo? Bueno, algo que he aprendido en mis años en Chile es que la vida acá es un ciclo al interior de otro ciclo. Mientras en Estados Unidos tenemos el Día de Acción de Gracias a fines del otoño, una invernal Navidad y las vacaciones de verano en julio o agosto, en Chile amontonamos todo esto en un compacto lapso de dos meses. Entre el 20 de diciembre y el 1 de marzo, lo tenemos todo: una orgía de compras, fiestas de empresas, Navidad y un tiempo para descansar del trabajo.


En Chile, febrero es el mes para el olvido. Mientras el industrializado hemisferio norte atrapado en una recesión esté sobreviviendo al invierno quemando muebles para mantenerse calientes y comiendo raciones militares, nosotros estaremos disfrutando del sol en algunas de las playas más lindas del mundo (está bien…el agua es fría), saboreando buenos vinos chilenos e ignorando los apuros del mundo… hasta marzo. Y bueno, para eso es que existen las tarjetas de crédito: para protegernos de las realidades de la vida.


Así que mientras nos acercamos a la época de festividades, por favor asegúrese de que sus distintas tarjetas de crédito estén con su crédito totalmente disponible, permitiéndole navegar calmadamente a través de las aguas turbulentas con máximo fondo, disfrutar de la emoción de la Navidad y el verano al máximo, sin importar los costos que implique. Después de todo, ¡sólo es dinero plástico! Además, la probabilidad de que su banco “estire la pata” es de hecho muy alta lo que significa que posiblemente ¡¡no tendrá que pagar ninguna de las deudas acumuladas que venzan en marzo!!


Viva, ame y gaste a crédito, mañana empezaremos de nuevo. Obama llegó para resolver todos nuestros problemas. Le deseamos una Plástica Navidad,


Santiago Eneldo


(Nacido para vivir alocadamente y con altos ratings crediticios en todas sus tarjetas de crédito, bueno hasta el 31 de marzo del 2009… [email protected])




We all know that presidential campaigns are won on promises and Barack Obama has made a great many promises. He will be sworn into office on Tuesday 20 January, 2009, thus becoming not just the 44th President of the United States but the first African American to hold this office.

Many have compared him to John F. Kennedy, who came to the Presidency on a wave of hope and at a time when the United States was at war in Vietnam. Obama comes to the Presidency with a message of “new hope” in the midst of the biggest economic recession since the 1930s (which has yet to bottom out…) and with the United States at war in Iraq and Afghanistan.

Kennedy became president in 1961 when he was just four months shy of his 47th birthday. Obama was born in August 1961, less than seven months into the Kennedy administration, and he will be 47 years and five months old when he is sworn into office. Both studied at Harvard.

But here the comparisons should probably stop. Kennedy was born white and privileged, a member of a very prominent Boston, Massachusetts dynasty. Obama was born in Honolulu to a white mother and Kenyan father; his election was celebrated widely in Kenya. Their origins could not be more different but their message of hope sounds similar.

So where does all this leave us here in Chile? Well, we do care about Obama’s promises. If the United States and the European Union are in recession, then it is only a matter of time before the pressures are felt here in Chile. The downside of a global market is that we cannot opt out when the going gets tough. We export commodities as well as a few services and “value added” products and when our client nations start to back off buying, the economy will be headed south - and fast. We export tourism but in a world where people are being laid off by the thousands, the good leader will postpone his planned family holiday in Patagonia in favor of a week in the Adirondacks.

Chile will not fully realize the scale of this crisis until March 2009, which at least means we can enjoy Christmas and the summer holidays! Why March? Well, one thing I have learned from my years in Chile is that life here is a cycle within a cycle. Where the U.S. has Thanksgiving in late autumn, a wintry Christmas and a summer vacation in July or August, in Chile we bundle all this into a compact two-month period. Between December 20 and March 1, we have it all: an orgy of shopping, company parties, Christmas and time away from work.

In Chile, February is the forgotten month. While the industrialized and recession-trapped northern hemisphere is surviving winter by burning the furniture to keep warm and eating military rations, we will be basking on some of the world’s most beautiful beaches (alright the water is cold...), sipping good Chilean wines and ignoring the plight of the world…until March. And that is what credit cards are for - to shield us from the realities of life.

So, as we approach the festive season, please make sure your various credit cards are fully unloaded, allowing you to sail calmly through troubled waters with maximum canvas, enjoying the thrills of Christmas and summer to the full, regardless of the costs involved. After all, it is only plastic money! Added to this, the probability of your bank going belly up is very high indeed which means you will probably not have to pay off any of your accumulated debt come March!!

Live, love and spend on credit, for tomorrow we will start again. Obama has arrived to solve all our problems.

We wish you a Plastic Christmas,

Santiago Eneldo
(Born to live wild and with high credit rating on all credit cards - well, until March 31, 2009… [email protected])
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