¿Está Chile preparado para la llegada de nueva tecnología basada en IA?

 Mucha gente todavía asocia la Inteligencia Artificial (IA) con un mundo imaginario de ciencia ficción, pero esa caracterización está disminuyendo a medida que se desarrolla y se vuelve más común en nuestra vida cotidiana.

Aunque la aceptación de la IA en la sociedad en general es un fenómeno nuevo, no es un concepto reciente. La definición de IA se asomó en la década de los 50, cuando se sentaron las bases tecnológicas de los primeros superordenadores, pero se necesitaron décadas de trabajo para lograr avances significativos en el desarrollo de un sistema y convertirlo en una realidad.

Hoy en día, la IA se encuentra en todos los aspectos de nuestras vidas, como en los sistemas de reconocimiento de voz en teléfonos inteligentes o en sugerencias personalizadas en una tienda en línea.

En este sentido, la IA suele considerarse una herramienta de apoyo. Aunque actualmente tiene dificultades para llevar a cabo tareas de sentido común en el mundo real, es capaz de procesar y analizar una gran cantidad de datos mucho más rápido de lo que podría hacerlo un cerebro humano.

En los negocios, tiene una amplia gama de usos. De hecho, la mayoría de las compañías interactúan a diario con la IA de una forma u otra. A medida que la tecnología se perfecciona, se convierte en algo necesario para mantener una ventaja competitiva.

De acuerdo con un estudio de Accenture, la IA tiene el potencial de aumentar hasta un punto porcentual las tasas de crecimiento anuales en América Latina en 2035.

Los servicios financieros, las industrias de commodities, el comercio y los servicios, están entre las áreas que más podrían beneficiarse con su uso.

Países como China, Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea están liderando la investigación y la adopción de inteligencia artificial, implementado acciones específicas en sus respectivas agendas económicas para fomentar la difusión de esta tecnología.

En Latinoamérica, la presencia de la IA en la ciberseguridad en el procesamiento de datos, en los diferentes sectores y en el talento, son las cuatro principales tendencias que guiarán a las organizaciones para seguir avanzando en el camino hacia la implementación de esta tecnología, según un estudio de NTT Data junto al MIT Technology Review en español.




La IA se abre camino en Chile

En octubre de 2021 el Gobierno de Chile presentó la primera la primera Política Nacional de Inteligencia Artificial de Chile y el Plan de Acción que impulsará su adopción en beneficio de las personas y el desarrollo sostenible.

Entre los planes de acción que impulsa el Gobierno, destacan becas, capacitaciones e inversiones, todo en busca de fomentar el desarrollo de la IA en el país. Es así como ya se han reunido 70 acciones prioritarias y 185 iniciativas que impactan socialmente, incentivando el aumento de la formación de talentos en Chile a partir de esta tecnología. La que además contempla $26 mil millones en inversiones públicas.

En Chile se han detectado más de 30 iniciativas relacionadas a la IA en los distintos servicios públicos en el último tiempo, los que se encuentran en diferentes procesos y se espera consolidar en el futuro.

Dentro del plan de se fomentará la transformación de Chile en un hub global del hemisferio sur en cuanto a infraestructura tecnológica, contribuyendo a la aceleración del despliegue del Sistema de Conectividad Nacional 5G impulsado por la Subsecretaría de Telecomunicaciones, y al aumento de la capacidad de almacenamiento y procesamiento en Chile.

 

Buenas prácticas de socios AmCham vinculadas a IA

La transformación digital, en la que la IA es el último eslabón, ha sido impulsada de forma integral y estructural por las compañías. Para lograrlo, las empresas están evolucionando su cultura interna, acelerando la colaboración entre áreas y dinamizando las organizaciones.

Compañías socias de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile), están implementando IA en sus operaciones en Chile, tales como Accenture, Microsoft o The Not Company.

Accenture creó en 2020 la unidad de Inteligencia Artificial Aplicada en Chile, con el objetivo de promover el uso de tecnologías en los procesos de industrias locales.

“Son industrias que se están poniendo cada vez más competitivas y requieren usar data, ya sea de sus clientes o de procesos operativos y del mercado, para tomar mejores decisiones (…). Queremos aportar desde la inteligencia aplicada a que los clientes muevan la aguja de sus negocios”, explica el director de Applied Intelligence de Accenture Chile, Francisco Rojas.

Según el directivo, se trata de “oportunidades en optimización de procesos productivos, como mantenimiento predictivo, o accidentabilidad, saber cómo, a partir de la data, generar modelos predictivos para evitar accidentes”.

Por su parte, la compañía socia Microsoft se alió recientemente a Kilimo, con el objetivo de ayudar a la industria agrícola a tomar decisiones en IA. El objetivo es aumentar la eficiencia del uso de agua, reducir el impacto ambiental y mejorar la economía agrícola.

Los productores locales de la cuenca del Maipo utilizarán datos informáticos para reducir el uso del agua y su impacto ambiental.

Como parte del proyecto, los productores de la cuenca del río Maipo serán los primeros en utilizar esta solución. Todos ellos recibirán una compensación económica de Kilimo por los próximos tres años, como forma de promover la automatización y el cuidado del medio ambiente.

“Ser agua positivos significa reponer más agua de la que se ha consumido, y Microsoft Chile en asociación con Kilimo, está contribuyendo al compromiso de nuestra compañía de ser agua positiva para 2030 a través de este proyecto. Nuestro pacto con la sostenibilidad y también con la promoción de la sostenibilidad social, ambiental y económica, nos da la oportunidad de trabajar cerca de la comunidad agrícola local, aprender de ellos y repensar juntos la agricultura que soñamos para el futuro”, dice Francisca Yáñez, gerente de Innovación y Tecnología de Microsoft Chile.

Otro caso de éxito en Chile es la “Democratización de la comida saludable”, el concepto que tres jóvenes chilenos plasmaron en The Not Company. Un emprendimiento, certificado como Empresa B, que nació en 2016 con el objetivo de crear lácteos y embutidos fabricados 100% con productos vegetales.

La idea, explica su cofundador Matías Muchnick, no es obtener un producto para vegetarianos, sino entregar alimentos que logren replicar el sabor, textura y aroma de los tradicionales, pero sin las consecuencias negativas para la salud y el medioambiente, ya que no contienen aditivos ni conservantes, y además optimizan los recursos de energía, agua y tierra.

“Analizamos los alimentos a nivel molecular y descubrimos qué hace, por ejemplo, que la leche tenga ese sabor, textura, color y nutrientes”, explica Matías.

Ese trabajo lo hace Giuseppe, el algoritmo de IA desarrollado por The Not Company, capaz de indicar qué plantas se deben combinar. “Lo interesante de Giuseppe es que está basado en tecnologías de aprendizaje, entonces después de cada formulación logra acercarse de manera más certera al gusto objetivo, ya sea mayonesa, leche, yogurt o chocolate”, agrega.




Misión público-privada de IA AmCham en Estados Unidos

Una misión público-privada de Inteligencia Artificial de AmCham Chile, compuesta por 31 miembros, entre ellos parlamentarios, empresarios y miembros de la academia, recorrió las ciudades de Seattle y San Francisco a principios de octubre de este año, en donde pudieron visitar más de una decena de oficinas de compañías líderes a nivel global, entre ellas los socios Google y Meta.

En el lugar, conocieron de primera fuente materias asociadas a ciberseguridad, big data, IA, talento digital y metaverso -entre otros- a partir de ejemplos de empresas e instituciones públicas en Estados Unidos, profundizando en tendencias, casos prácticos, aplicaciones y su uso responsable.

El presidente de AmCham Chile, Sergio Rademacher, destaca que la iniciativa forma parte de “un esfuerzo público-privado que busca fortalecer la relación bilateral y generar vínculos entre ambos países. Además, conocer y compartir las mejores prácticas asociadas a temas esenciales para alcanzar el desarrollo integral del país, en un momento de transformación digital sin precedentes”.