Hoy el mundo se debate entre el proceso de producción del hidrógeno y su uso como modelo de desarrollo sostenible. Chile aspira a liderar la generación de energía renovable no contaminante en el planeta.
La industria energética ha estado promoviendo el hidrógeno como un combustible confiable de próxima generación para impulsar automóviles, calentar hogares y generar electricidad. Pero ¿Qué es el hidrógeno verde?
El hidrógeno es el elemento más simple y pequeño de la tabla periódica. No importa cómo se produzca, termina con la misma molécula libre de carbono. Sin embargo, las formas para producirlo son muy diversas, al igual que las emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4).
En términos simples, es un recurso abundante, barato y de combustión limpia.
Es posible que se encuentre los términos “gris”, “azul” y “verde” asociados a las tecnologías de hidrógeno. Todo se reduce a la forma en que se produce.
Para ser considerado hidrógeno verde, la electricidad requerida para su producción debe provenir principalmente de fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica y la geotérmica.
Para los expertos en clima, el hidrógeno verde o renovable es indispensable para la neutralidad climática.
Los científicos coinciden en una idea clara y contundente: si queremos evitar los peores impactos del cambio climático debemos encontrar la manera de que las temperaturas globales no sigan subiendo.
Y para mitigar esto se prevé un papel importante del hidrógeno en la reducción de las emisiones industriales. Y que, además, permita impulsar automóviles, camiones y barcos.
El hidrógeno verde es una pieza importante de la transición energética. No es el próximo paso inmediato, ya que primero se debe acelerar aún más el despliegue de electricidad renovable para descarbonizar los sistemas de energía existentes, antes de los sectores que son difíciles de electrificar, como la industria pesada, el transporte marítimo y la aviación.
Pero el desafío es enorme. Conseguir que nuestra sociedad funcione sin emisiones implica significativos cambios en prácticamente todas nuestras actividades. Exige modificar nuestros hábitos y comportamientos, desplegar tecnologías sin emisiones en todos los sectores contaminantes.
Esta transformación a gran escala va a requerir inyecciones de capital colosales, en un volumen nunca visto antes en ninguna economía. Se estima que para alcanzar estos objetivos habrá que invertir más de 150 billones de dólares entre 2020 y 2050, alrededor de un 5% del PIB mundial, según
Naciones Unidas.
La apuesta de Chile
Descarbonizar el planeta es uno de los objetivos que se han propuesto gobiernos de todo el mundo para 2050. Las presiones para reducir la contaminación ambiental han llevado a toda una serie de países y compañías a apostar por esta nueva forma de energía limpia, que muchos creen será clave.
Varios gobiernos ahora han incluido tecnologías de combustible de hidrógeno en sus estrategias nacionales, como Australia, China, Alemania y Países Bajos. Y sí, Chile es uno de los primeros en el mundo que también está apostando por esto.
De hecho, Chile fue el primero en la región en presentar una "
Estrategia nacional de hidrógeno verde", en noviembre de 2020, y ya se están desarrollando importantes proyectos mediante alianzas públicos-privadas vinculadas a esta industria.
En el país existen condiciones ideales para producir y exportar este recurso y, según los datos de la misma estrategia, puede llegar a ser un sector económico tan importante como la minería.
Esta estrategia tiene como objetivos principales producir el hidrógeno verde más barato del planeta para 2030, estar entre los 3 principales exportadores para 2040 y contar con 5 GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025.
Este nuevo polo de progreso para el país implicará -
según las estimaciones del Gobierno- la creación de unos 100.000 empleos y US$ 200 mil millones en inversión durante los próximos 20 años.
El Estado chileno ya ha cofinanciado varias plantas de Hidrógeno Verde en el país, en alianzas con capitales de inversión extranjera, y
espera “producir 0,8 giga watts de energía equivalente en hidrógeno verde al 2025”, según afirmaciones del vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), José Miguel Benavente.
De cumplirse esta meta, se convertiría en el principal productor del mundo.
Benavente aseveró esto en la presentación del estudio “Rol de la Empresa Multinacional en la sociedad: Perspectivas de empresas que operan en Chile para Próxima Década”, que realizó la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile) en conjunto con Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), el pasado 4 de agosto.
“Chile tiene la oportunidad de aprovechar estos conocimientos para proporcionar servicios de consultoría y de construcción a otros países”, apuntó.
Socios AmCham impulsan la industria energética renovable no contaminante en Chile
La compañía Anglo American, socio AmCham, marcó un hito clave para el desarrollo del Hidrógeno Verde en Chile con la puesta en marcha de la
primera para vehículos cero carbono del país. Este proyecto se enmarca en el Plan Minero Sustentable de la compañía, que tiene entre sus objetivos alcanzar la carbono neutralidad en sus operaciones en Chile a 2030.
La planta producirá hidrógeno verde a partir del agua reutilizada del mismo proceso minero y de energía solar proveniente de dos plantas construidas en Las Tórtolas, comuna de Colina.
“En mayo, estrenamos a nivel global el primer camión minero del mundo a Hidrógeno Verde, diseñado para su plena operación, gracias a su sistema de propulsión híbrido. Con esta experiencia vemos un nuevo modelo de desarrollo, en donde el H2 Renovable generará una cadena de valor muy amplia, que implica la producción de energías renovables de manera masiva”, señaló el gerente regional Despliegue H2 Verde de Anglo American, Ignacio Pérez.
El directivo comentó que desde la empresa están pensando en “un nuevo modelo de desarrollo que responda a los grandes problemas de la sociedad, como es el cambio climático, al mismo tiempo de satisfacer necesidades en los territorios y generar nuevos negocios que sean sostenibles”.
“En Anglo American creemos que esto es clave, estamos convencidos y tenemos toda la voluntad para trabajar de la mano con las distintas instituciones, contribuyendo con nuestra experiencia a desplegar la tecnología a través de nuestros activos para esta nueva economía que beneficie a toda la sociedad”, apuntó.
Por otro lado, la empresa Enel, a través de su subsidiaria Enel Green Power Chile (EGPC), comenzó las operaciones de la primera micro-red “plug and play” 100% libre de emisiones de tamaño comercial alimentada con paneles fotovoltaicos y con sistemas de almacenamiento a base de hidrógeno y litio.
La combinación de la planta solar con la instalación de almacenamiento, cuya capacidad supera los 580 kWh, convierte la energía solar intermitente en una fuente de energía estable, potenciando la estabilidad y flexibilidad de la red. Además, un innovador sistema de control de micro-red optimiza los flujos de energía producidos por los módulos fotovoltaicos asegurando que éstos sean compartidos de manera eficiente entre los dos sistemas de almacenamiento con el fin de garantizar la disponibilidad continua de suministro de energía.
“El futuro son las energías renovables y la electrificación de los procesos industriales. En aquellos casos donde estos procesos no pueden ser electrificados, el hidrógeno verde producido a partir del agua utilizando electricidad renovable es el complemento perfecto que nos permitirá llegar a estos sectores tan difíciles de descarbonizar”, indicó el gerente de desarrollo de negocios de Enel Green Power Chile, Fernando Meza.
Añadió que la empresa ha “tomado el desafío de participar en el desarrollo de esta nueva industria del hidrógeno verde en Chile, de manera sostenible y segura, velando por modelos que permitan reutilizar activos y explorando las mejores opciones de desarrollo, basadas en los conceptos de economía circular y desarrollo sostenible”.