Con sólo 36 años Shaun Sheffield, fundador y gerente general de The Austral Group, irradia entusiasmo. “Esto es lo que más he disfrutado en toda mi carrera”, afirma el empresario nacido en Indiana.
Lo que hace su empresa es organizar viajes de estudio de MBA a Latinoamérica para universidades extranjeras. Lanzada a fines del 2005, The Austral Group ya está manejando a cerca de 1.000 estudiantes al año, principalmente desde Estados Unidos y es el actor latinoamericano líder en este campo, señala Sheffield.
Los viajes de educación comercial son un mercado de alto crecimiento y América Latina -que aún es un destino relativamente nuevo para viajes de estudio- tiene mucho que entregar, destaca. Es más barata que Europa -destino que de todas formas muchos estudiantes ya han visitado- y, en comparación con Asia, tiene la ventaja de ahorrarles el jet lag que genera un incómodo vacío en un viaje de 10 días promedio.
Los tratados de libre comercio también han ayudado, indica Sheffield, incrementando no sólo el comercio, sino también el conocimiento de la región. Aún así, Chile es una gran sorpresa para los estudiantes.
“Siempre quedan totalmente impresionados con Chile”, comenta. Tanto así que muchos vuelven para trabajar aquí o desarrollan relaciones con el país, por ejemplo, usando productos de un proveedor chileno.
Sheffield -“viajero por naturaleza”, sostiene- llegó a Chile por primera vez en 1999. Luego de trabajar para una pequeña empresa farmacéutica en Boston, Massachusetts, su idea era pasar algunos años en Santiago o en Buenos Aires y se decidió por Santiago debido a su calidad de vida. En ese entonces, antes de la crisis financiera de Argentina y la devaluación de su moneda, Chile además era más barato, reconoce.
Durante ocho años como gerente de desarrollo de negocios de Business News Americas, un servicio noticioso con sede en Santiago, hizo el MBA for the Americas ofrecido conjuntamente por la Universidad de Chile y la Universidad de Tulane, que tiene sede en Nueva Orleans. Y fue para el ramo de Creación de Empresas del programa que desarrolló el proyecto que a la larga se convertiría en The Austral Group.
La semilla de la idea creció a partir de los contactos que Sheffield tenía en Estados Unidos con, por ejemplo, directores de programas de MBA. Después de todo, ¿quién podría ser mejor como para pedirle ayuda con un planificado viaje de estudios que un estadounidense, ya en Santiago, en un programa de MBA y con el conocimiento práctico de las empresas locales necesario para garantizar una visita productiva?
Hoy en día, la empresa, respaldada por un inversionista estadounidense, tiene oficinas en Santiago y Buenos Aires y un representante en Brasil. Empleando a ocho personas, ofrece viajes de estudio a estos tres países y, de manera incipiente, a Perú y espera sumar pronto a Costa Rica y Panamá. Aprovechando su experiencia en el MBA, también está tratando de expandirse a viajes de estudio para programa de graduados de agronegocios y de la industria vitivinícola, señala Sheffield.
Los viajes que organiza pueden incluir más de un país -digamos, Chile y Argentina- lo que ilustra gráficamente las diferencias -además de las similitudes- que existen dentro de la región, no sólo en lo que respecta al desempeño económico, sino que también en la cultura comercial.
Los clientes de The Austral Group son programas de MBA y Executive MBA dictados por universidades en Norteamérica -principalmente de Estados Unidos- además de aquellas en Puerto Rico y Trinidad y Tobago. Estos incluyen grandes escuelas con mucha experiencia en viajes de estudio -tales como la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y, este año, la Anderson School of Management de la UCLA- así como también a escuelas más pequeñas donde en ocasiones los estudiantes están sacando su pasaporte por primera vez.
Cualquier viaje de estudios es uno de los puntos altos de un programa de MBA. “Pero para los estudiantes que están viajando al extranjero por primera vez, tiene un enorme impacto”, destaca Sheffield.
La competencia de The Austral Group en el mercado de los viajes de estudios proviene principalmente de empresas de viajes en Estados Unidos. Como ellos, entregan toda la logística -pasajes de avión y alojamiento además de actividades turísticas como visitas a viñas-, pero también se concentran en la experiencia académica que los estudiantes adquirirán durante el viaje. “Somos un servicio de viajes educacionales concentrado en los negocios que integra contactos y conocimiento local de primera mano”, afirma Sheffield.
The Austral Group ha tenido como norma desarrollar relaciones con multinacionales latinoamericanas líderes, como la cadena de farmacias FASA y la empresa forestal Arauco, así como también con empresas nacionales líderes tales como Codelco, la cuprífera estatal chilena. Y, para estas empresas, recibir visitas de estudiantes no es sólo un acto de responsabilidad social corporativa.
“Es una gran exposición para ellos” , destaca Sheffield. Debido a que las clases estudian las empresas de antemano, los estudiantes pueden entregar una valiosa retroalimentación y las visitas también representan una oportunidad para que las compañías atraigan talento, añade.
Además de reuniones con altos ejecutivos en estas empresas, los programas de The Austral Group incluyen reuniones con economistas, funcionarios de Gobierno y empresarios. Las empresas emergentes creadas por extranjeros pueden ser particularmente interesantes, asegura Sheffield, debido a que sugieren oportunidades que a lo mejor de otra manera no se le habrían ocurrido a los estudiantes.
Pero, como primer ejemplo de un empresario extranjero, no tienen más allá que mirar al propio Sheffield. En su hogar, creó su primer negocio en sociedad con su hermano, a los 16 años de edad.
Aprendiz de una empresa que fabricaba las placas grabadas que eran una característica común de las oficinas corporativas, los dos hermanos idearon una mejor forma de hacer el mismo trabajo y lo convirtieron en una empresa que continuaron hasta venderla dos años después, registrando una ganancia.
Sheffield no está seguro de si los empresarios nacen o se hacen, si bien sugiere que ser alentado a trabajar desde una edad temprana -en su caso, comenzó en quinto básico con la clásica repartición de diarios- es importante. “Aprendes a querer la libertad que te da”, comenta.
Pero, si su experiencia es una guía, el emprendimiento también tiene que ver con la chispa que entrega el disfrutar de los que se hace. “En The Austral Group, estoy involucrado con las comunidades empresariales y educacionales, y me encuentro con gente fascinante que está haciendo cosas interesantes acá y en Estados Unidos”, sostiene. “Pero el valor de crear es lo que más disfruto”.
Ruth Bradley es la editora general de bUSiness CHILE y además trabaja como corresponsal en Santiago de The Economist.