Participantes del Foro de Energía Chile- Massachusetts:
William Phillips, AChEE; René Muga, Generadoras AG; María Paz de la Cruz, CER; Paul Schioltz, Methanex; Rafael Lorenzini, AmCham y Carlos Finat, ACERA.
El Foro de Energía Chile-Massachusetts se llevó a cabo en Boston entre el 25y el 27 de septiembre con el fin de abordar los desafíos de la industria de la energía en Chile. El profesor del MIT Arnoldo Hax, quien preside el Consejo Chile-Massachusetts, participó del evento junto con el ministro de Energía de Chile, Jorge Bunster, y el embajador de Chile en Estados Unidos, Felipe Bulnes. Kathleen Barclay, presidenta de AmCham y del Consejo Empresarial Chile-Estados Unidos sobre Energía, asistió en representación de la Cámara. Entre los demás invitados estuvieron representantes de las empresas energéticas de Chile, del gobierno del estado de Massachusetts, institutos de investigación y universidades como Harvard y MIT, entre otros.
Los temas tratados incluyeron energías renovables no convencionales (ERNC), gas de esquisto, eficiencia energética y redes inteligentes. El debate demostró el claro marco de colaboración que ya caracteriza el trabajo entre Chile y Massachusetts. Junto con la cooperación en materia de educación y biotecnología, la energía es uno de los pilares de un acuerdo suscrito en el 2011 por el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick.
El ministro Bunster destacó que el esfuerzo hacia el futuro en Chile debe basarse en tres ejes: generación, conectividad y consumidor. En generación, el funcionario de gobierno afirmó que deben identificarse oportunidades para nuevas tecnologías, gas natural licuado y ERNC. Sostuvo además que menores barreras de entrada mejorarían la competitividad tanto en el Sistema Interconectado Central (SIC) como en el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING). La conectividad requiere redes de transmisión y distribución robustas, que sean fácilmente accesibles a nuevos actores, señaló. Y en relación a los consumidores, afirmó que se les debería alentar a involucrarse más en proyectos de eficiencia energética y generación distribuida (energía generada por los consumidores).
Según el Centro de Energías Renovables de Chile (CER), en septiembre las energías renovables no convencionales -incluidas bioenergía, mini-hidro, eólica y solar- correspondieron al 6,06% (o a 1.069 megavatios) de la capacidad instalada total de Chile. Dada la reciente promulgación de la Ley 20/25, que establece como meta conseguir que el 20% de los suministros energéticos provengan de proyectos de ERNC para el 2025, este porcentaje debería triplicarse con creces en la próxima década.
En el foro, Barclay de AmCham hizo hincapié en los beneficios de usar a Chile como un laboratorio natural para estos tipos de tecnologías de generación. La titular de la Cámara destacó que Chile es uno de los pocos países en el mundo que ofrece una geografía ideal para el desarrollo e instalación de diversas fuentes de energías renovables no convencionales.
Un tema en la reunión, que ha concitado la atención de diversos actores en todo el mundo y no solo en Chile, es el involucramiento progresivo de los actores sociales. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), el 40% de los conflictos socio-ambientales en el sector productivo involucran proyectos del sector energético. “Los problemas no son técnicos, son políticos y son sociales”, mencionó Hax. Un ejemplo es la oposición al controvertido proyecto hidroeléctrico HidroAysén en la Región de Aysén, en el sur de Chile.
Sin embargo, las comunidades pueden ser parte de la solución. La experiencia de la Ley de Comunidades Verdes de Massachusetts, promulgada en el 2008, muestra la conveniencia de establecer una comunicación fluida con las comunidades, las que están comprometidas a resolver los desafíos del desarrollo de la energía.
Ningún proyecto está exento de impactos ambientales. Algunos estudios favorecen un cierto tipo de generación, como la eólica y la solar, pero Lawrence Susskind -destacado mediador de políticas y profesor del MIT- subrayó que todas requieren el cuidado especial de las comunidades. Temáticas como compensaciones, comunicación oportuna y el involucramiento de la sociedad civil en los proyectos energéticos pueden transformarse en oportunidades.
En eficiencia energética también hay una gran oportunidad. A juicio de los expertos, es la energía más barata y más rápida a la que se pueda tener acceso. El estado de Massachusetts ha logrado los mejores niveles de eficiencia energética de Estados Unidos durante los últimos años y eso se debe en parte al involucramiento de los distintos actores de la sociedad, pero también al liderazgo del gobierno. En Chile se requiere fortalecer los liderazgos y señales al mercado por parte de las autoridades. Bienvenidas las iniciativas como el comité interministerial de energía, que está promoviendo la eficiencia energética como parte de la estrategia energética nacional.
Gracias al foro de Boston y el trabajo realizado por el Consejo Empresarial Chile-Estados Unidos sobre Energía, estos temas se están abordando de lleno y de forma concreta con miras a proponer los “Siete Desafíos que Enfrenta la Industria Energética”, documento que se espera esté disponible a comienzos del 2014.
Rafael Lorenzini es secretario ejecutivo del Consejo Empresarial Chile-Estados Unidos sobre Energía.
Participants at the Chile-Massachusetts Energy Forum in Boston:
William Phillips, Chilean Energy Efficiency Association (AChEE); René Muga, the Chilean Generators’ Association; María Paz de
la Cruz, Center for Renewable Energies (CER); Paul Schioltz, Methanex; Rafael Lorenzini, AmCham, and Carlos Finat, Chilean Renewable Energy Association (ACERA).
The Chile-Massachusetts Energy Forum was held in Boston on September 25-27 to address the challenges of the energy industry in Chile. MIT professor Arnoldo Hax, who is president of the Chile-Massachusetts Council, attended along with Chile’s Energy Minister, Jorge Bunster, and Chile’s Ambassador to the United States, Felipe Bulnes. Kathleen Barclay, president of AmCham Chile and the Chile-US Energy Business Council, represented the Chamber. Other guests included representatives from Chilean energy companies, the State of Massachusetts, research institutes and universities such as Harvard and MIT, among others.
Topics discussed included Non-Conventional Renewable Energy (NCRE), shale gas, energy efficiency and smart grids. The debate demonstrated the clear framework of collaboration that exists between Chile and Massachusetts. Along with cooperation in education and biotechnology, energy is one of the pillars of an agreement signed by President Piñera and Massachusetts Governor Deval Patrick in 2011.
Minister Bunster stressed that future efforts in Chile should be based on three axes: generation, connectivity and the consumer. In generation, he said opportunities should be identified for new technologies, Liquefied Natural Gas (LNG) and NCRE. He also said lower barriers to entry would improve competitiveness in Chile’s central and northern electricity grids (the SIC and SING, respectively). Connectivity, he said, requires robust transmission and distribution networks that are easily accessible to new actors. Regarding consumers, he said these should be encouraged to become more involved in energy efficiency projects and distributed generation (power produced by consumers).
According to the Chilean Center for Renewable Energy (CER), in September non-conventional renewable energy, including bioenergy, mini-hydro, wind and solar, represented 6.06% (or 1,069MW) of Chile’s total installed capacity. Given the recent enactment of Law 20/25, which establishes the goal of obtaining 20% of energy supplies from NCRE projects by 2025, this percentage should more than triple in the next decade.
At the forum, AmCham’s Barclay emphasized the benefits of using Chile as a natural laboratory for these types of generation technologies. She pointed out that Chile is one of the few countries in the world that offers an ideal geography for the development and installation of diverse sources of non-conventional renewable energy.
A theme at the meeting, which has attracted the attention of stakeholders around the world and not just in Chile, is the increasing involvement of social actors. According to a study by Chile’s National Human Rights Institute (INDH), 40% of socio-environmental conflicts in the productive sector involve energy projects. "The problems are not technical, they are political and social," said Hax. An example is the opposition to the controversial HidroAysén hydroelectric project in Chile’s Aysén Region.
But communities can be a part of the solution. The experience of Massachusetts’ Green Communities Act, enacted in 2008, shows the desirability of establishing fluid communication with communities, which are committed to resolving the challenges of energy development.
No project is exempt from environmental impacts. Some studies favor a certain type of generation, such as wind or solar, but Lawrence Susskind, a leading public policy mediator and professor at MIT, stressed that all require special care with communities. Issues such as compensation, timely communication, and the involvement of civil society in energy projects can be transformed into opportunities.
In energy efficiency there is also a big opportunity. According to experts, it is the fastest and cheapest energy available. The State of Massachusetts has achieved the highest levels of energy efficiency in the United States for years, and this is partly due to the participation of different sectors of society, but also to the government’s leadership. Chile needs stronger leadership and market signals from the authorities. New initiatives, such as the Inter-Ministerial Committee on Energy, which is promoting energy efficiency as part of the national energy strategy, are welcome.
Thanks to the Boston forum and the work being done by the Energy Business Council, these issues are being addressed fully and concretely with a view to drafting a report titled "Seven Challenges Facing the Energy Industry", which should be available in early 2014.
Rafael Lorenzini is Executive Secretary of the Chile-US Energy Business Council