[:es]Emprendedores chilenos tras el “sueño americano”[:]

15 Diciembre 2016
[:es]Por Victoria Garbarino

Escuela de Periodismo

Universidad Adolfo Ibáñez




Durante la última década, distintas empresas chilenas han llegado a Estados Unidos para conquistar a un nuevo segmento, que se interesa por lo que se crea y se desarrolla en este país del fin del mundo llamado Chile.

Empresas y organizaciones como Arauco, Concha y Toro, Crystal Lagoons y Antofagasta Minerals, cambiaron su realidad al descubrir que su mercado estaba lejos de casa. Tras las grandes empresas que partieron en busca del sueño americano, prosiguieron en la misma ruta emprendedores chilenos con la idea de surgir y crecer lejos del nido.

La naturaleza de sus productos, diseñados para satisfacer necesidades universales, les permitió expandir sus fronteras más allá de Chile.

El 77,4% de los encuestados por el estudio "Radiografía del emprendedor chileno", efectuado por la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), apunta que la "oportunidad" ha sido su principal motivación para emprender. Esto significa que iniciaron –o comenzarán– su proyecto para materializar una idea o negocio que visualizaron en el mercado.

De estos, el 40,3% plantea que su principal razón para emprender es la búsqueda de una mayor independencia, el 25% apunta que quieren solucionar un problema en el mercado o la sociedad, mientras que para un 18,1% la mayor motivación es elevar sus ingresos y un 16,6% busca compatibilizar el trabajo con la familia. Aquí se presentan en forma sucinta historias de emprendedores chilenos que se animaron a competir en Estados Unidos.

A EE.UU. los pasajes

“Siempre quise irme a vivir a Estados Unidos, razón por la que siempre me dediqué a trabajar en empresas estadounidenses desde que salí de la universidad; primero fue Procter & Gamble, y luego en 3M –después de haber estado trabajando cinco años en Chile– me dieron la posibilidad de venirme a trabajar otros cinco a  Minnesota”.

Tras haber vivido su infancia en Estados Unidos, Javiera Troncoso, ingeniera comercial de la Pontificia Universidad Católica, siempre soñó con volver al país que sus padres debieron abandonar al expirar su visa. Hoy, después de desligarse de la empresa que la albergó alrededor de una década, se ha convertido en una precursora del sueño americano.

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Fotografía por Javiera McGuiggan.

“Dejé de ser Troncoso y me transformé en Mrs. McGuiggan; dejé de trabajar para una empresa y comencé a hacerlo para mí misma. Es una sensación increíble”, cuenta. Después de haber llegado en 2011 a trabajar a 3M en Minnesota, conoció a Erik McGuiggan –el amor de su vida– con quien formó la PYME de construcción y reparación de casas “E&J Construction”, que ha tenido más éxito del esperado por las facilidades que le otorgan en el condado para emprender nuevos negocios e ideas.

Ella no es la única que ha debido ingeniárselas para prosperar. Cientos de otros emprendedores saben que el triunfo de su negocio está en Estados Unidos.

Paulina Robson, penquista y diseñadora industrial, propietaria de la lujosa marca de carteras ecosustentables “Paulina Robson Handbags”, también comprendió que para llevar a cabo su trabajo de forma sustentable debía hacerlo en un país donde se respetara más el ecosistema y existiera mayor conciencia al respecto.

Recién había terminado su carrera como diseñadora en el Instituto Politécnico de Milano cuando comprendió que sus sueños de diseñadora “ecoamigable” corrían el riesgo de truncarse porque en Chile aún no se valoraba el cuidado por el medio ambiente, y el concepto de lujo estaba estancado.

“En Estados Unidos era el único lugar donde yo sabía que a la gente le iba a gustar mi idea de hacer carteras exclusivas con cuero de salmón. Fue el único país que valoró –desde un comienzo– el querer aprovechar el desecho de las salmoneras chilenas en pro de un medio ambiente más limpio”.

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Fotografía por Paulina Robson.

En 2010 se asoció con la Salmonera Camanchaca para conseguir el cuero de salmón que desechaban al utilizar la carne del pescado. “A nivel mundial, el cuero de salmón es considerado un producto sustentable porque es un subproducto de la industria alimenticia; nosotros no promovemos el cultivo de un animal con fines de moda, a diferencia del cuero de cocodrilo o de pitón, que en ese caso el cultivo es única y exclusivamente debido a sus pieles”, argumenta Robson.

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Fotografía por Paulina Robson.

Esta industria que reutiliza un residuo no es valorada en Chile porque, como explica la diseñadora, aún se tiende a mirar en menos a nuestros propios diseñadores, lo que no ocurre al incursionar en el comercio exterior. Al encontrar este pequeño mercado externo, advirtió que debía contactar a sus potenciales compradores en las ferias de moda de Nueva York.

Aunque parezca que las mujeres llevan la delantera, los hombres no se quedan atrás. Es el caso de Abraham Sauma, que quiso seguir en EE.UU. con la empresa textil de sus padres, que tenía más de 25 años en el comercio chileno –Distribuidora Volcano Ltda.–, pero que al llegar a ese país se dio cuenta que le sería imposible. Las importaciones chinas tenían precios de liquidación, tal como en Chile, por lo que no tenía sentido seguir con el mismo negocio por márgenes tan bajos de ganancia.

Abraham partió de cero en Estados Unidos. No contaba con “el amigo del amigo”, un clásico de Chile y otros países sudamericanos. Tampoco sabía bien lo que haría. Dejó de lado las telas y con el paso del tiempo abrió su propio local de belleza, Meridian Day Spa, ubicado en pleno West Hollywood de Los Angeles.

Estados Unidos está captando la atención de quienes incursionan en los negocios y de quienes buscan nuevos horizontes con la expectativa de lograr una buena plataforma de desarrollo y expansión de sus proyectos.

En el estudio de Asech cerca de un tercio de los encuestados evalúa con nota roja las facilidades para emprender en Chile porque es muy homogéneo el campo de los ecosistemas de emprendimientos. “Es por esto que salir de Chile, con ideas propias, abre una nueva oportunidad de competir en otros mercados, obtener nuevos proveedores y clientes”, dice Robson.

Al respecto, Sauma cree que los chilenos están saliendo de su zona de confort: “Las oportunidades no llegan a tocar tu puerta, hay que salir a buscarlas”, dice. El chileno ya perdió el miedo a lo desconocido. Los emprendedores, al menos desde hace unos cinco o diez años, están comenzando a salir del país. Eran los que faltaban, porque los empresarios y ejecutivos lo han hecho desde siempre, comenta Sauma.

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Fotografía por Abraham Sauma.

En Estados Unidos es más fácil partir que en Chile, entre otros factores porque es mayor el poder adquisitivo de las personas para invertir en sus vidas, comenta Troncoso. “No me imagino cómo podría promover mi negocio en Chile, aquí [en EE.UU.] cada especialidad tiene un servicio, es mucho más desarrollada la industria, y esto es una característica muy difícil de replicar y encontrar en cualquier otro país del mundo”, explica.

Los primeros pasos

E&J Construction funcionó gracias a tres factores clave, según Troncoso: estar siempre en contacto con el idioma inglés y su cultura; trabajar en empresas “gringas”, y realizar un MBA y un Máster en Políticas Públicas y Económicas.

“Siempre quise lograr lo que mis padres no pudieron. Viví de los cinco hasta los ocho años en Miami, cuando de pronto todo se desmoronó y mis papás tuvieron que volver por el vencimiento de la visa”, cuenta la actual Mrs. McGuiggan.

Jamás podría haber realizado un emprendimiento así en Chile, explica, porque en Estados Unidos hay mayores facilidades legales, políticas y sociales para desarrollar ideas propias. “Toda nuestra declaración de impuestos y razón social de la empresa la hicimos a través del sitio Legal Zoom, que es una plataforma que otorga ayuda para pequeños y nuevos emprendimientos dentro de EE.UU.”, añade Troncoso.

En Minnesota, así como también en otros estados, existen asociaciones de microempresas y Pymes que realizan reuniones mensuales donde intercambian datos para ampliar la red de contactos.

La experiencia de Robson es diferente. Al encontrar su proyecto de vida afirma que le ocurrió como dijo Steve Jobs en su discurso a los alumnos de Stanford: “Los puntos se unen hacia atrás y todo cobra sentido”.

Paulina Robson Handbags, “were luxury meets responsability”, como dice su slogan, se fue desarrollando de manera natural en EE.UU.  “Costó mucho que la gente del país se motivara con esta nueva propuesta de lujo, porque aún la sociedad chilena no comprende que para poder ser “eco” hay que pagar más y hacer sacrificios. Mis productos siempre fueron más ad hoc a la sociedad estadounidense”, explica Robson.

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Fotografía por Paulina Robson.

Después de dos años realizando diseños que obtuvieran aprobación, logró establecer una alianza de exclusividad con la salmonera Camanchaca. Desde esta empresa trasladan los residuos de cuero de salmón a su pequeño taller donde ella y dos personas más fabrican las carteras y bolsos exclusivos que causan furor en su showroom ubicado en Nueva York, gracias al premio que le fue otorgado por Nueva Bío Bío – Proyecto CORFO– y ProChile.

El 85% de los encuestados por Asech afirma que la principal fuente de financiamiento de su negocio durante los primeros tres años fueron sus propios recursos, de familiares o amigos, mientras que un 8,5% afirma que se financió con fondos públicos, y un 6,5% lo hizo a través de créditos bancarios.

“No fue fácil tomar la decisión, menos cuando tuve que cambiar de planes llegando a Los Angeles; pero vivir algo nuevo siempre es interesante. Si bien cuesta salir de la zona de confort en un comienzo, después la experiencia de levantar un negocio de la nada con tus propias manos es una de las sensaciones más gratificantes que he tenido. Aún más en un país tan libre como este”, cuenta Sauma.

“EE.UU. me abrió puertas que Chile no”

El estudio de la Asociación de Emprendedores de Chile reveló que el 12,8% de los emprendedores nacionales viaja al menos una vez al mes al extranjero en busca de nuevas redes para sus negocios. El 71,4% de ellos lo hace dentro de Sudamérica y el 40,5% en Norteamérica y el Caribe, dado que ahí existe mayor proyección de crecimiento y competitividad para sus empresas.

Según Asech, la familiarización e interés hacia los mercados sudamericanos ocurre por la similitud cultural, el idioma y la integración económica. Agrega que la Alianza del Pacífico permite a los países miembros –Chile, Colombia, México y Perú– acceder a 218 millones de personas con una variedad de servicios por ofrecer.  Respecto a Estados Unidos plantea que ese país significa para muchos emprendedores una oportunidad de acceso a mejores tecnologías y visibilización de sus ideas a nivel internacional.

“Haber cursado un MBA me abrió aún más las posibilidades de emprender, en un país donde ya es fácil hacerlo; acá es muy común estar metiéndole plata a la casa”, relata Mrs. McGuiggan.

Su esposo, Erik McGuiggan, también quería desvincularse de la empresa donde trabajaba y tener su propio emprendimiento. Al casarse decidieron ejecutar su plan en Estados Unidos porque en Chile les sería imposible. Hoy llevan siete meses en el mercado y ya han logrado comprar cinco casas abandonadas a US 100.000, remodelarlas y revenderlas a un precio de US 270.000 cada una.

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Fotografía por E&J Construction.

“Las casas que hemos comprado para remodelar han sido con nuestro propios ahorros, o con la ayuda de inversionistas que conocí en mis años trabajando en 3M”, añade.

La diseñadora de carteras de cuero de salmón es una de las siete protagonistas del libro “Sustainable Luxury and Social Entrepreneurship: More Stories from the Pioneers II” (Lujo sustentable y emprendimiento social: Más historias de pioneros II), de la editorial inglesa Greenleaf Publishing. Este libro es la segunda parte de un volumen previo que también destaca las historias de emprendedores del negocio del lujo –alrededor del mundo– que se preocupan por la sustentabilidad en distintas partes del mundo. Robson es la única representante sudamericana que ha sido mencionada y galardonada, tanto por su aparición en este libro como por otros premios que ha ido obteniendo durante el desarrollo de su emprendimiento.

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Robson, en su showroom en la 5th Avenue de New York, muestra con orgullo como fusionó en sus carteras tipologías clásicas con una textura exótica y atractiva al tacto, como el cuero de salmón. Este material sustentable le está abriendo un interesante camino en el competitivo mercado del lujo internacional, y le permitió ser la primera marca chilena en ser galardonada en el Sustainable Luxury Awards en la categoría de Vestuario y Accesorios en 2013; y participar en la reconocida feria de accesorios, Accessorie Circuit, realizada en abril de 2015 en la Gran Manzana.

“Mi estrategia fue siempre partir en EE.UU. porque es el mercado más conocido; es la mejor vitrina. Si después quiero abordar Medio Oriente o Asia, de alguna forma ya estaré más validada porque tengo experiencia en Nueva York. Por eso puedo decir que Estados Unidos me abrió puertas que Chile no”, cuenta Robson.

El Meridian Day Spa de Abraham Sauma abrió sus puertas en 2010, y después los dueños abrieron otro local en un hotel de Los Angeles.  “Esta era la segunda sucursal y ya estaba sobrándoles porque se enfocaron únicamente en el nuevo gran spa”, cuenta Sauma.

Cuando se enteró que estaban vendiendo ese spa, ofreció todo el dinero que había logrado recaudar trabajando como garzón durante un año y medio en Los Angeles.

“El 1 de Mayo de 2015 me entregaron las llaves del Spa, el cual básicamente se estaba cayendo a pedazos, porque lo tenían bastante dejado y hubo que levantarlo. Pero esa era la idea, hacerlo mío y hacer lo que quisiera con él”, relata el estilista.

No son los únicos

Ni Paulina Robson, Javiera McGuiggan y Abraham Sauma son los únicos emprendedores chilenos que tienen éxito en EE.UU.

Según el último informe del  Global Entrepreneurship Monitor (GEM), encabezado por la Universidad del Desarrollo, Chile tiene la tasa de emprendimiento más alta del mundo. La investigación detalla que los chilenos de entre 18 y 64 años, que poseen un negocio que no supera los tres años, representan el 23,4% de la población económicamente activa.

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Fotografía por Abraham Sauma.

Si bien los datos de los períodos previos del informe muestran que Chile ha liderado en los últimos seis años la tasa de emprendimiento, estas mismas cifras indican que ha sido en los últimos dos años donde nuestro país ha llegado a casi triplicar el promedio de la OCDE.

Pilar Hernández, bloguera de la conocida plataforma “En mi cocina hoy, South American Recipes in Spanish and English”, Francisca Morales de Keka´s Travel –una exitosa agencia de viajes-, e Ingrid Encina, dueña del famoso Restaurant Sabores Chilenos, son otros ejemplos de chilenos emprendedores que invirtieron en el extranjero y no se arrepienten. Su éxito no habría sido el mismo si se hubiesen quedado.

Estos y otros emprendedores fueron encuestados por el estudio de Asech, realizado a partir de la experiencia directa de sobre 615 hombres y mujeres que actualmente manejan su propia empresa. En suma, el estudio arroja que un 36,7% del total de emprendedores pone nota roja a las facilidades para emprender en Chile. La cifra es muy similar en las regiones: de los emprendedores que viven fuera de la capital, un 35,5% pone nota roja a las facilidades para emprender en el país; pero la cifra aumenta a un 42,9% que no pasa la nota 3 al evaluar las facilidades para emprender en su región.


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