Entre el 25 y el 27de septiembre, se celebró en Boston el Foro de Energía Chile-Massachusetts 2013. Este fue el segundo foro organizado por el Consejo Ejecutivo Chile-Massachusetts, entidad creada en octubre del 2012 con el respaldo de AmCham Chile. El primero, sobre educación, se realizó en el 2012.
El propósito del Consejo es implementar un acuerdo suscrito entre el presidente chileno, Sebastián Piñera, y el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, destinado a incrementar la colaboración entre Chile y Massachusetts en las áreas de educación, energía y biotecnología.
El presidente del Consejo es Arnoldo Hax, profesor chileno de MIT Sloan School of Management. En esta entrevista con bUSiness CHILE aborda el trabajo del Consejo y, específicamente, la importancia del programa MIT-Chile, que forma parte de laMIT International Science and Technology Initiative(MISTI).
¿Qué ha logrado el Consejo desde su creación el año pasado?
Hemos estado haciendo dos cosas. Una de ellas es establecer foros, como el Foro de Energía, que reúne a actores relevantes de Chile y Massachusetts para intercambiar ideas y ver si la colaboración se está llevando a cabo. La otra cosa, que creo es más pragmática, es el programa MIT-Chile de la iniciativa MISTI. El año pasado enviamos a 30 estudiantes del MIT a Chile, quienes estuvieron entre tres y seis meses trabajando principalmente en universidades y laboratorios, pero también en industrias.
La otra parte del programa, que creo que es muy importante, es donde académicos del MIT se reúnen con académicos de universidades chilenas y desarrollan actividades de investigación conjunta. El año pasado aprobamos 24 proyectos de una amplia gama de áreas. Es excelente ver el alcance, profundidad y relevancia de los proyectos. El Ministerio de Economía de Chile señaló que este es el programa de transferencia tecnología más exitoso que ha tenido.
El año pasado, realizamos un foro sobre educación. Siete rectores de universidades chilenas vinieron a Boston y participamos en un diálogo realmente rico e interesante a fin de comprender los desafíos asociados a las universidades chilenas y cómo puede ayudar Massachusetts. Creo que fue muy constructivo. El tercer foro será el próximo año sobre biotecnología para cerrar el círculo.
¿Le sorprende el éxito del programa MIT-Chile?
En un principio estaba un poco preocupado, ¿por qué querrían ir a Chile los estudiantes del MIT cuando tienen el mundo a sus pies? Tenemos programas similares con cada país del planeta. Pero los 30 estudiantes aparecieron.Lo mismo pasa con mis colegas del MIT. La investigación es su mayor prioridad, ¿quién querría establecer relaciones y asociaciones con el fin del mundo? Bueno, recibimos 26 postulaciones.
Además fui a Chile y visité universidades. Ahora las universidades que participan en las actividades del programa MIT-Chile son la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad Adolfo Ibáñez, la Universidad Diego Portales, la Universidad Federico Santa María y la Universidad Austral. Expliqué a los rectores lo que estamos haciendo y tuve una recepción fenomenalmente cálida.
¿Por qué irían a Chile estudiantes del MIT?
Chile es inequívocamente un modelo exitoso en Latinoamérica. Es un país con instituciones sólidas y donde casi no hay corrupción. Cuenta con grandes universidades, grandes profesores y grandes estudiantes. En el contexto de América Latina, Chile es ejemplar. Los chilenos son tremendamente hospitalarios y acogen a los extranjeros con el corazón abierto. Los estudiantes y los académicos van a Chile y lo pasan increíble, y cuando vuelven cuentan eso.
¿Cuándo comenzará a tener un impacto el programa en Chile?
Los proyectos de investigación no se dan instantáneamente en términos de su impacto. Los foros son una iniciativa educacional para que los chilenos enseñen a los estadounidenses los apremiantes problemas que enfrentan y para que los estadounidenses enseñen a los chilenos en términos de nuestra experiencia en Estados Unidos que podría transferirse a Chile.
Tome el tema de la energía, que es uno de los temas más apremiantes de Chile. El hecho de que lleváramos a Ernest Moniz, quien era el principal experto en energía del MIT en ese entonces [ahora secretario de Energía de Estados Unidos], a Chile en enero fue un gran golpe. Gracias a esto, la Pontificia Universidad Católica de Chile comenzó a financiar un proyecto de investigación conjunta con el MIT sobre temas de energía. Los problemas son grandes, pero al menos estamos comenzando a trabajar en ellos.
Chile tendrá un nuevo gobierno en marzo del próximo año, ¿cómo podría afectar eso al programa?
Espero que el Ministerio de Economía siga respaldando esta iniciativa, pero no sabemos. El ministerio ha aprobado el presupuesto para el próximo año, el que puede ser modificado por el nuevo gobierno, pero mantiene el respaldo. El presupuesto ha aumentado de manera significativa. [El ex ministro de Economía, Pablo] Longueira dijo que no pondría ninguna limitación. Y hasta ahora vamos bien, pero no dependemos por completo del ministerio, tenemos una fundación sólida con las principales universidades del país.
¿Cómo se puede alentar a las empresas privadas en Chile a involucrarse más en la investigación universitaria?
Esa es una buena pregunta. Las compañías chilenas no tienen el tipo de mentalidad que tienen las empresas estadounidenses respecto de las universidades. Las compañías estadounidenses saben muy bien cuál es la importancia de la investigación para su propio beneficio. Las empresas chilenas no financian actividades de investigación. He hablado con ejecutivos chilenos y dicen que si necesitan tecnología van al extranjero.
Chile tiene alumnos y universidades de alto nivel que pueden competir en igualdad de condiciones con alumnos del MIT, pero la capacidad de investigación de las universidades chilenas está lejos de ser comparable con las de una universidad estadounidense de alto nivel. Al traer investigadores experimentados del MIT para trabajar con profesores de universidades chilenas, estamos comenzando a mostrarles el camino, pero eso demora un poco. Es como plantar un árbol; uno no lo ve de la noche a la mañana, hay que ser paciente.
En junio el presidente Piñera lo condecoró con la medalla de “Comendador de la Orden al Mérito de Chile” en reconocimiento por sus servicios a la República de Chile. ¿Cómo se sintió?
Soy chileno, pero he pasado mi vida profesional en Estados Unidos. Mi esposa siempre me dice que hago más por Chile desde Estados Unidos de lo que haría en Chile. Es cierto. Hay pocos chilenos en cargos como el mío que estén tan comprometidos con Chile como yo. Entonces usted puede imaginarse lo que significa que mi país me dé las gracias. Significó mucho para mí y lo atesoro inmensamente.
Julian Dowling es editor de bUSiness CHILE
On September 25-27, the Chile-Massachusetts Energy Forum 2013 was held in Boston. This was the second forum organized by the Chile-Massachusetts Executive Council, which was created in October 2012 with the support of AmCham Chile. The first, on education, was held in 2012.
The purpose of the Council is to implement an agreement signed by President Piñera and the Governor of Massachusetts, Deval Patrick, to increase collaboration between Chile and Massachusetts in the areas of education, energy and biotechnology.
The president of the Council is Arnoldo Hax, a Chilean native and professor at the MIT Sloan School of Management. Here he talks to bUSiness CHILE about the Council’s work and, specifically, the importance of the MIT-Chile program, which is part of the MIT International Science and Technology Initiative (MISTI).
What has the Council achieved since its creation last year?
We have been doing two things. One is to establish forums, such as the Energy Forum, which bring together relevant parties from Chile and Massachusetts to exchange ideas and see whether collaboration will take place. The other thing, which I think is more pragmatic, is the MISTI MIT-Chile program. Last year we sent 30 students from MIT to Chile who spent between three and six months working primarily in universities and laboratories but also in industries.
The other part of the program, which I think is very important, is where MIT faculty members get together with faculty from Chilean universities and develop joint research activities. Last year we approved 24 projects in a wide array of areas. It’s outstanding to see the breadth, depth, and relevancy of the projects. Chile’s Ministry of Economy said this is the most successful technology transfer program that they have had.
Last year we held an education forum. Seven rectors of Chilean universities came to Boston and we engaged in a really rich and interesting dialogue to understand the challenges associated with Chilean universities and how Massachusetts could help. I think it was very constructive. The third forum will be next year on biotechnology to close the loop.
Are you surprised by the success of the MIT-Chile program?
In the beginning I was a bit concerned, why would MIT students be willing to go to Chile when they have the world before them? We have similar programs with every country on the planet. But 30 students showed up.The same goes for my colleagues at MIT. Research is their most important priority, who would be willing to establish relationships and associations at the bottom of the world? Well, we had 26 applications.
In addition I went to Chile and visited universities. Now the universities involved in the MIT-Chile activities are the Catholic University of Chile, Adolfo Ibáñez, Diego Portales, Federico Santa María, and Austral University. I explained to the rectors what we are doing and I got a phenomenally warm reception.
Why would MIT students go to Chile?
Chile is unequivocally the successful model in Latin America. It’s a country with sound institutions and no corruption to speak of. It has great universities, great professors and great students. In the context of Latin America, Chile is exemplary. Chileans are tremendously hospitable and welcome foreigners with open hearts. Students and faculty go there and have a great time, and they come back and tell that.
When will the program start to have an impact in Chile?
Research projects do not come about instantly in terms of their impact. The forums are an educational effort for Chileans to educate Americans on the pressing problems they face, and for Americans to educate Chileans in terms of our experience in the US that could be transferred to Chile.
Take the energy issue, which is one of Chile’s most pressing issues. The fact that we got Ernest Moniz, who was the leading energy expert at MIT at the time [now US Secretary of Energy], to come to Chile in January was a big coup. Thanks to this, the Catholic University of Chile started financing a joint research project with MIT on issues of energy. The problems are great but at least we are beginning to work on these issues.
Chile will have a new government in March next year, how could that affect the program?
I hope the Ministry of the Economy will continue supporting this initiative, but we don’t know. The Ministry has approved the budget for next year, which can be modified by the new government, but it maintains the support. The budget has increased significantly. [Former Minister of Economy Pablo] Longueira said he would not put any constraints. So far so good, but we don’t depend on the Ministry entirely, we have a solid foundation with the major universities in the country.
How can private enterprises in Chile be encouraged to get more involved in university research?
That’s a good question. Chilean companies do not have the kind of mindset that American companies have with regard to universities. American companies know very well the importance of research for their own benefit. Chilean companies don’t fund research activities. I’ve spoken to Chilean executives and they say that if they need technology they go abroad.
Chile has top universities and graduates who can compete on equal terms with MIT graduates, but the research capability of Chilean universities is far from comparable to a top US university. By bringing in seasoned researchers from MIT to work with professors at Chilean universities, we are beginning to show them the way, but that takes a while. It’s like planting a tree – you don’t see it overnight, you have to be patient.
In June President Piñera awarded you the title of ‘Commander of the Order of Merit’ in recognition for your services to Chile. How did that feel?
I’m Chilean, but I’ve spent my professional life in the United States. My wife always tells me I am doing more for Chile from the US than I would in Chile. It’s true. There are few Chileans in positions like the one I have who are as committed as I am to Chile. So you can imagine what it means that my country gave me thanks. It meant a lot to me, and I treasure it immensely.
Julian Dowling is Editor of business CHILE