¿Cuál es el titular que AmCham quisiera ver en la portada de bUSiness Chile en el 2015? Esa es la pregunta que el directorio de la Cámara se hizo en su reunión anual de planificación, la que celebró en terreno a fines de noviembre.
El consenso fue que la misión de AmCham se lograría mejor si la Cámara se concentra en trabajar para reafirmar la posición de liderazgo de Estados Unidos en Chile en lo que respecta al comercio y la inversión.
Recientemente, China superó a Estados Unidos como el socio comercial más importante de Chile principalmente debido a sus compras de materias primas, en particular de cobre. El impacto ha sido magnificado por el reciente incremento de los precios de estos bienes básicos.
Sin embargo, como se analiza en esta Edición Especial de bUSiness CHILE, evitar la trampa china implica que Chile debe concentrarse en la diversificación de las exportaciones. En este sentido, la relación entre Estados Unidos y Chile ha sido enormemente exitosa. Más aún, el comercio bilateral ha recuperado su impulso desde la crisis financiera global 2008-2009 y ha vuelto a crecer.
Entonces ¿qué se necesita para llevar la relación comercial de Estados Unidos al próximo nivel?
La respuesta simple es más y mejores empresas que exporten más bienes y servicios desde Chile hacia Estados Unidos y viceversa. Pero se requiere una serie de estrategias políticas a futuro a fin de convertir esa visión en realidad.
Claramente, la tarea exige más productos y servicios de valor agregado que involucren una significativa innovación respaldada por la investigación y desarrollo de alta calidad. Esto significa más y mejor educación y capacitación para que Chile proporcione el capital humano necesario para innovar.
Significa más capital inteligente para el financiamiento de emprendedores que desarrollen ideas innovadoras. Esto requiere el desarrollo de toda una cadena de financiamiento para nuevas empresas incluidos los inversionistas ángeles, el capital de riesgo y la inversión de capital privado.
Significa tener leyes de protección de la propiedad intelectual de clase mundial que aseguren que los inventores reciban una remuneración por sus ideas con el fin de estimular el desarrollo de software y las exportaciones de tecnología, un área emocionante de crecimiento para los servicios chilenos.
El Gobierno debería continuar fortaleciendo sus políticas de promoción de la innovación. Como analizó el doctor en economía Ricardo Haussmann en la entrevista de este mes, los encargados de política necesitan dejar a un lado la ideología mientras se concentran en una visión de las industrias y clusters en los que Chile está buscando posicionarse.
Del lado de la inversión, nuevas oportunidades de crecimiento en Chile y Estados Unidos deberían fomentar un mayor desarrollo. Como se analizó en la sección Enfoque de este mes, ambos gobiernos deberían buscar vigorosamente que se ratifique el Acuerdo para Evitar la Doble Tributación entre Chile y Estados Unidos, el que facilitaría en gran parte la inversión entre los dos países.
Mientras AmCham planifica el futuro, nos alienta la fortaleza y el éxito de la relación entre Chile y Estados Unidos, en particular el hecho de que el comercio bilateral no solo está creciendo sino que también está altamente diversificado. Creemos que esta relación ofrece una importante oportunidad para que ambos países se beneficien y mejoren el bienestar de sus pueblos.
En AmCham estamos comprometidos con el desarrollo de programas aún más sólidos para dar respaldo a las iniciativas que se requieren para crear un ambiente empresarial más favorable en Chile. También estamos trabajando para desarrollar servicios que ayuden a las empresas a tener un mejor acceso a los mercados de Estados Unidos y Chile.
A medida que miramos hacia el futuro, confiamos en que la portada de esta revista en el 2015 destacará la renovada posición de liderazgo de la relación comercial entre Chile y Estados Unidos. Hay mucho trabajo por hacer mientras tanto, pero -con las políticas correctas y un compromiso con la innovación- esta relación emergerá más sólida que nunca.
What headline would AmCham like to see on the cover of bUSiness Chile in 2015? This is the question the Chamber’s board of directors asked itself at its annual offsite planning session held in late November.
The consensus was that AmCham’s mission would best be achieved if the Chamber focuses on working to reassert the US leadership position in Chile with respect to trade and investment.
Most recently, China has overtaken the United States as Chile’s top trading partner principally due to its purchases of raw materials – particularly copper. The impact has been magnified by the recent increase in prices for these commodities.
However, as discussed in this Special Issue of bUSiness CHILE, avoiding the China trap means Chile must focus on export diversification. In this regard, the US-Chile relationship has been hugely successful. Moreover, bilateral trade has recovered its momentum since the 2008/09 global financial crisis and has returned to growth.
So what is needed to take the US-Chile commercial relationship to the next level?
The simple answer is more and better companies exporting more goods and services from Chile to the United States and vice versa. But a series of forward thinking policy strategies are required in order to make that vision a reality.
Clearly, the task calls for more value-added products and services involving significant innovation supported by high quality research and development. This means more and better education and training for Chile to provide the human capital necessary to innovate.
It means more smart capital to fund entrepreneurs developing innovative ideas. This requires the development of the whole financing chain for new businesses including angel investors, venture capital and private equity.
It means having world-class intellectual property laws that ensure inventors receive compensation for their ideas in order to stimulate the development of software and technology exports – an exciting area of growth for Chilean services.
The government should continue to strengthen its policies to promote innovation. As discussed by Dr. Haussmann in this month’s interview, policymakers need to put ideology aside while they focus on a vision of the industries and clusters where Chile is seeking to position itself.
On the investment side, new opportunities for growth in Chile and the United States should spur further development. As discussed in this month’s Spotlight, both governments should vigorously pursue the ratification of the Chile-US Double Taxation Avoidance Agreement which will greatly facilitate investment between the two countries.
As AmCham plans ahead, we are encouraged by the strength and success of the Chile-US relationship – particularly by the fact that bilateral trade is not only growing but is also highly diversified. We believe this relationship offers an important opportunity for both countries to benefit and improve the wellbeing of their peoples.
We at AmCham are committed to developing even stronger programs to support the initiatives needed to create a more favorable business environment in Chile. We will also be working to develop services that help companies to better access the US and Chilean markets.
As we look to the future, we are confident that the cover of this magazine in 2015 will highlight the renewed leadership position of the US-Chile commercial relationship. There is much work to be done in the meantime but, with the right policies and commitment to innovation, this relationship will emerge stronger than ever.