[:es]El Eslabón Desconocido entre Proveedores, Inversionistas y Grandes empresas[:]

16 Diciembre 2016
[:es]Por Christopher Bosler, gerente general Bolsa de Productos.

La “sustentabilidad” ha dejado de ser simplemente un tópico de moda entre compañías sino que ya es un asunto que reviste la mayor relevancia para las grandes y medianas empresas del país. Al ser una preocupación real, la Bolsa de Productos de Chile (BPC) propone una herramienta concreta en este ámbito para mejorar las condiciones financieras de los proveedores, mejorando a su vez los grados de control que requieren las grandes empresas o pagadores de facturas.

La BPC es una entidad que plantea un modelo de financiamiento basado en activos que permite unir a proveedores con inversionistas, a través de las empresas pagadoras. Hasta ahora, algo innovador en Chile y poco conocido.

¿Cómo funciona? El vendedor, dueño de la factura, posee un activo, correspondiente a un derecho de cobro a plazo. La Bolsa, por medio de sus corredores, le permite vender está activo en un mercado reglamentado, estandarizado y con alta liquidez, permitiendo acceder a buenos precios (bajas tasas de descuento). Por otro lado, los inversionistas adquieren las facturas a un valor descontado, esperando recibir al vencimiento el valor total de la factura. Esta diferencia de precio equivalente al riesgo asignado al pagador.

¿Qué rol cumple la Bolsa de Productos de cara al pagador de la factura? Principalmente tiene la función de custodiar legalmente los documentos y recibir los pagos del deudor. Por otro lado, asegura al pagador que el financiamiento de sus proveedores por este medio se realiza en igualdad de condiciones y a precios conocidos por todas las partes. Este rol se encuentra resguardado por la institucionalidad de la BPC como plataforma bursátil regulada por la SVS.

Para los pagadores de facturas, este mercado debe ser visto como un mecanismo que les permite una mayor trazabilidad de sus facturas por pagar y mayor transparencia para el financiamiento de sus proveedores. Sobre todo ahora que la factura queda irrevocablemente aceptada al octavo día, obteniendo mérito ejecutivo para su cobro vencido el plazo pactado con el proveedor.

La irrupción de las facturas electrónicas ha facilitado enormemente la implementación de mecanismos masivos y automáticos de validación y transacción de facturas, acelerando y abaratando los sistemas de conexión entre proveedores, bolsa y pagadores.

Proponemos a las empresas un rol más activo en materias de financiamiento de sus proveedores, abriendo el mercado a una fuerte competencia, alta demanda y mayor trasparencia. Es lo que Chile necesita hoy.[:]
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