Hernán Cheyre tiene el currículo arquetípico de la elite política que llegó al poder en Chile el 11 de marzo, liderada por el presidente Sebastián Piñera. Cheyre estudió en la Pontificia Universidad Católica de Chile, tiene un magíster en Economía de la Universidad de Chicago y trabajó para el derechista centro de estudios Libertad y Desarrollo. Además fue uno de los fundadores de la firma chilena de consultoría Econsult y gerente general de la oficina local de la agencia calificadora de deuda crediticia Fitch. Ahora se cambió al sector público para encabezar la Corporación de Fomento de la Producción, CORFO, la agencia estatal de promoción del desarrollo económico. En esta entrevista, Cheyre conversa con bUSiness CHILE sobre los desafíos a futuro.
Hemos visto un cambio de Gobierno y un cambio de la filosofía económica. ¿Ha cambiado CORFO en estos primeros meses desde que la centro-derecha asumió el poder?
Nos hemos tenido que concentrar en cómo podemos ayudar de la mejor manera a quienes se vieron afectados por el terremoto de febrero y esencialmente hay tres formas en que estamos haciendo eso. La primera es mediante la entrega de dinero adicional a Sercotec, el ente de CORFO encargado de ayudar a las empresas más pequeñas de Chile, aquellas con ventas anuales inferiores a US$ 95.000. Sercotec está empleando subsidios para ayudar a esas empresas a reparar el daño causado por el terremoto y para entregar capital de trabajo. Estos son subsidios colaborativos: por cada peso que Sercotec entrega, la empresa también tiene que hacer un aporte. En total, estos subsidios están avaluados en US$ 40 millones y ayudarán a 5.000 pequeñas empresas.
¿Y las empresas más grandes?
La segunda forma en que estamos ayudando es a través del Fondo de Cobertura de la Reconstrucción de la CORFO, que es un fondo garantizado. Los bancos emiten créditos para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) de Chile y CORFO garantiza el préstamo. Estas garantías cubren entre el 50% y el 80% del crédito total. Mientras más pequeña es la empresa, mayor el porcentaje y más largo el plazo del crédito. Este es un fondo de US$ 120 millones y estimamos que generará préstamos en torno a los US$ 1.000 millones, lo que ayudará a cerca de 15.000 Pymes.
El tercer pilar de nuestro plan es el financiamiento adicional que estamos entregando a las Sociedades de Garantía Recíproca, SGR, que son una fuente alternativa de garantías para las pequeñas empresas. Ellas ayudan a las empresas a obtener créditos a tasas más competitivas.
Pero estas no son iniciativas nuevas. Todos estos instrumentos financieros existían antes del terremoto.
Eso es cierto, pero ha habido un enorme aumento en la demanda de estos servicios como consecuencia del terremoto.
¿Se incrementó el presupuesto de CORFO para satisfacer esa demanda?
Nuestro presupuesto sigue siendo el mismo. Sin embargo, hemos redistribuido recursos en él para dar prioridad a quienes fueron afectados por el terremoto.
¿Qué otros cambios veremos en CORFO durante los próximos cuatro años?
En estos momentos CORFO tiene cerca de 100 programas diferentes, pero no hay ningún mecanismo vigente para medir cuán efectivo es cada uno de estos programas. Eso es algo que queremos abordar y ya estamos trabajando en ello. En términos más amplios, CORFO tiene que apretar el acelerador en lo que respecta al fomento del capital de riesgo y la innovación. Como delineó el presidente Piñera en su discurso del 21 de mayo, Chile enfrenta un gran desafío: crecer a una tasa del 6% anual con el fin de convertirse en un país desarrollado para el 2018. Necesitamos un gran aumento de la inversión en investigación y desarrollo, necesitamos promover la innovación y queremos aumentar la cantidad de emprendedores en Chile en 100.000 durante los próximos cuatro años. Estas son metas ambiciosas y CORFO aspira a estar a la vanguardia para lograrlas.
Este es un Gobierno que cree en el libre mercado y que por naturaleza desconfía de los subsidios estatales. ¿Cómo calza eso con el rol de CORFO como un proveedor de subsidios?
Ambos se pueden compatibilizar, no hay una contradicción ahí. Incluso en un libre mercado siempre existe la necesidad de medidas correctivas, quizás debido a una asimetría de información o a la falta de masa crítica que sería vital para hacer que un proyecto sea viable. En CORFO no queremos distorsionar el libre mercado. Sólo queremos asegurarnos de que opere sin dificultades. Por sobre todo queremos concentrar nuestros esfuerzos en aquellas áreas en que se requiere una corrección, donde la intervención estatal se justifica.
¿Deberíamos esperar más créditos y menos subsidios de CORFO bajo el nuevo Gobierno?
Mucho del financiamiento de CORFO se entrega como subsidios, lo que significa que nunca se paga. Creemos que es importante que en casos en que un proyecto sea exitoso y rinda frutos, CORFO pueda recuperar su dinero de manera que este se pueda volver a invertir en proyectos similares en el futuro. Además, en el pasado algunos subsidios se usaron de manera innecesaria, por ejemplo para comprar activos fijos. En lugar de subsidiar la compra de activos fijos, sería mucho mejor para CORFO concentrarse en mejorar la calidad de la gestión de estas empresas. De manera que sí, necesitamos revisar la naturaleza de nuestros subsidios, sin ninguna duda.
Estudios sugieren que el emprendimiento y la innovación son puntos débiles en Chile. ¿Está usted de acuerdo con eso?
Absolutamente. La innovación es inherentemente riesgosa y es difícil recaudar capital en Chile para ello. CORFO puede ayudar hasta cierto punto pero no basta con crear simplemente algunos instrumentos financieros o repartir subsidios. Necesitamos generar toda una cultura de emprendimiento y eso es algo de lo que carecemos. Es algo que necesitamos aprender desde niños, como ocurre en otros países. La mayoría de los estudios muestran que en Chile se tiene un muy buen concepto de los emprendedores e innovadores. El problema es que hay muchos obstáculos en el camino de los aspirantes a emprendedores. Uno de los compromisos del presidente Piñera es acelerar el proceso de inicio de una empresa o de cierre de un negocio, y hacer que ese proceso sea menos costoso.
CORFO acaba de ofrecer 2.000 subsidios a chilenos para estudiar inglés, ¿por qué?
El objetivo es crear una fuerza laboral de profesionales que puedan trabajar para las muchas empresas extranjeras que se están estableciendo en Chile y que necesitan empleados bilingües. Chile ha hecho mucho por promover el offshoring (o externalización de las operaciones de una empresa al extranjero). En los últimos años, y gracias en parte a CORFO, cerca de 60 empresas extranjeras se han instalado en Chile y están usando al país como una plataforma para ofrecer servicios al resto de la región. Pero para hacer eso es importante que la gente pueda hablar inglés. Ofrecimos 2.000 subsidios y dentro de los primeros 10 días teníamos 12.000 postulantes. De manera que el hambre por aprender inglés definitivamente está ahí.
En una pregunta más personal, ¿qué le ha parecido trabajar en el sector público?
Es muy desafiante y las demandas que presenta son distintas a las del sector privado. La motivación también es diferente. Cuando uno tiene un sueño en la mira, como es el caso de este Gobierno -el sueño de convertirse en un país desarrollado para el 2018 y de erradicar la pobreza– entonces eso lo motiva a uno a trabajar arduamente. Es un desafío, pero es un desafío noble y que estoy enfrentando con mucha satisfacción, pese a todos los sacrificios que involucra dejar el sector privado.
Gideon Long se desempeña como periodista freelance en Santiago. Además trabaja para la BBC.
Hernán Cheyre has the archetypal curriculum vitae of the political elite that came to power in Chile on March 11 led by President Piñera. He was educated at Santiago’s Pontifical Catholic University, has a Masters in Economics from the University of Chicago and has worked for the right-leaning think tank Libertad y Desarrollo. He was also one of the founders of the Chilean consulting company Econsult and general manager of the Chilean office of rating agency Fitch. Now he’s moved into the public sector to head up the state’s economic development agency CORFO. Here he talks to bUSiness CHILE about the challenges ahead.
We’ve seen a change of government and a change of economic philosophy. How has CORFO changed in these first few months since the centre-right assumed power?
We’ve had to concentrate on how we can best help those who were affected by February’s earthquake, and there are essentially three ways in which we’re doing that. The first is by giving extra money to Sercotec, the CORFO body charged with helping the smallest businesses in Chile, those with annual sales less than US$ 95,000. Sercotec is using subsidies to help those businesses repair damage caused by the earthquake, and to provide working capital. These are collaborative subsidies: for every peso that Sercotec puts in, the company has to make a contribution too. In total, these subsidies are worth US$ 40 million and will help 5,000 small businesses.
And the bigger businesses?
The second way we’re helping is through the CORFO reconstruction hedge fund, which is a guarantee fund. Banks issue credits to Chile’s small and medium-sized companies (SMEs) and CORFO guarantees the loan. These guarantees cover between 50% and 80% of the total loan. The smaller the company, the higher the percentage and the longer the period of credit. This is a US$120 million fund and we estimate it will generate loans of around US$ 1 billion, which will help around 15,000 SMEs.
The third pillar of our plan is the extra funding we’re giving to the country’s Mutual Guarantee Societies (Sociedades de Garantía Recíproca, or SGRs in Spanish), which are an alternative source of guarantees for small businesses. They help businesses get credit at more competitive rates.
But these aren’t new initiatives. These financial instruments all existed before the earthquake.
That’s true, but there’s been a huge increase in demand for these services as a consequence of the earthquake.
Has CORFO’s budget been increased to meet that demand?
Our budget remains the same. However, we’ve shifted resources within it to give priority to those hit by the earthquake.
What other changes will we see in CORFO over the next four years?
At the moment CORFO has nearly 100 different programs but there’s no mechanism in place to measure just how effective each of these programs is. That’s something we want to address and we’re working on it already. In broader terms, CORFO has to step on the accelerator in terms of fomenting venture capital and innovation. As President Piñera outlined in his May 21 speech, Chile faces a big challenge - 6% annual growth in order to become a developed country by 2018. We need a big increase in investment in research and development, we need to promote innovation and we want to increase the number of entrepreneurs in Chile by 100,000 over the next four years. These are ambitious goals, and CORFO aims to be at the forefront of achieving them.
This is a government that believes in the free market and is by nature suspicious of state subsidies. How does that square with CORFO’s role as a provider of subsidies?
The two can be reconciled, there’s no contradiction here. Even in a free market there’s always the need for corrective measures – maybe because of an asymmetry of information or the lack of the critical mass that would be vital to make a project viable. At CORFO we don’t want to distort the free market. We just want to make sure it operates smoothly. Above all we want to concentrate our efforts on those areas where a correction is needed, where state intervention is justified.
Should we expect more loans and fewer subsidies from CORFO under the new government?
A lot of CORFO funding is given in the form of subsidies, which means it is never repaid. We think it’s important that in cases where a project is successful and bears fruit, CORFO can recoup its money so that it can be reinvested in similar projects in the future. Also, in the past some subsidies have been used unnecessarily, for example to buy fixed assets. Rather than subsidizing the purchase of fixed assets, it would be much better for CORFO to focus on improving the quality of management in these companies. So, yes, we need to review the nature of our subsidies, without a doubt.
Studies suggest that entrepreneurship and innovation are weak points in Chile. Do you agree?
Absolutely. Innovation is inherently risky and it’s difficult in Chile to raise capital for it. CORFO can help to some extent but it’s not enough to simply create a few financial instruments or dish out subsidies. You need to generate a whole culture of entrepreneurship, and that’s something we lack. It’s something we need to learn as children, as happens in other countries. Most studies show that entrepreneurs and innovators are held in high regard in Chile. The problem is there are a lot of obstacles in the way of would-be entrepreneurs. One of President Piñera’s pledges is to speed up the process of starting up a business or of closing a business down, and to make that process less costly.
CORFO has just offered 2,000 grants to Chileans to study English. Why?
The aim is to create a workforce of professionals who can work for the many foreign companies that are setting up in Chile and that need bilingual employees. Chile has done a lot to promote offshoring. In the last few years, and thanks in part to CORFO, around 60 foreign companies have set up in Chile and they’re using the country as a platform to offer services to the rest of the region. But to do that it’s important that people can speak English. We’ve offered 2,000 grants and within the first 10 days we had 12,000 applicants. So the thirst to learn English is definitely there.
On a personal note, how are you finding working in the public sector?
It’s very challenging, and the demands it presents are different from those of the private sector. The motivation is different too. When you have a dream in sight, as this government does – the dream of becoming a developed country by 2018 and of eradicating poverty – then that motivates you to work hard. It’s a challenge, but it’s a noble challenge, and one I’m facing with great pleasure, despite all the sacrifices involved with leaving the private sector.
Gideon Long is a freelance journalist based in Santiago. He also works for the BBC.