Construyendo PuentesBuilding Bridges for Entrepreneurs

05 Enero 2012

La meta de Chile de convertirse en un país desarrollado para el 2020, lo que significa elevar el PIB per cápita de los actuales US$15.000 a US$23.000, se parece a subir el monte Everest. Es un largo camino por recorrer y llegar a la cumbre requerirá de un arduo trabajo además de compromiso. Pero Chile está bien equipado para lograr el ascenso, sostiene Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento de la Producción de Chile (CORFO).


Ayuda que muchos de los rivales de Chile carguen con demasiada deuda y, producto de ello, estén quedando rezagados. De hecho, gracias a su disciplina fiscal y sólida posición macroeconómica, Chile tiene una oportunidad “sin precedentes” para acelerar el ritmo del crecimiento económico, dijo Cheyre a los invitados a un desayuno de AmCham celebrado del 22 de diciembre.


Mientras los países europeos y Estados Unidos luchan con enormes deudas públicas, la deuda pública neta de Chile -si se incluyen sus fondos soberanos en el extranjero- es negativa. “Eso -les aseguro- lo podemos contar en el mundo con los dedos de una mano”, afirmó Cheyre.


Chile no solamente va a estar “livianito” sino que también cuenta con una tremenda infraestructura vial y de telecomunicaciones. La localización importa cada vez menos en el mundo de los negocios, pero una buena tecnología de comunicaciones es esencial, afirmó Cheyre.


Luego está la fortaleza institucional de Chile. Los contratos se respetan y las instituciones funcionan, que es más de lo que puede decirse de otros países en la región.


Sin embargo, para aprovechar esta oportunidad, Chile necesita “más y mejores empresas”, indicó Cheyre. “Es el sector privado el que va a permitir que escalemos a esa cumbre”.


Entonces, ¿cómo puede ayudar CORFO a que las empresas realicen el ascenso? Por medio de la construcción de puentes donde haya fallas de mercado a fin de mejorar la conectividad entre los emprendedores, sostuvo Cheyre.


CORFO aspira a lograr esto mediante la promoción del emprendimiento en áreas productivas, el fomento de la innovación para mejorar la productividad, el incremento de la competitividad de las empresas chilenas y el mejoramiento del clima empresarial de Chile.


“Queremos pensar en grande y estamos dando todos los pasos para de verdad convertir a Chile en un polo regional en América Latina del emprendimiento y la innovación”.


Todo comienza en el colegio al impulsar a los niños a “jugar a emprender”, señaló Cheyre. CORFO ha financiado proyectos, como concursos inter-escolares, los que han beneficiado a 38.810 estudiantes de todo el país e involucrado a más de 1.000 profesores.


Las mujeres también son una fuente enormemente descuidada de emprendimiento en Chile. La tasa de participación de la mujer en la fuerza laboral es baja, pero los programas para pequeñas empresas de la CORFO destinados a mujeres son una “válvula de escape”, en particular para mujeres que viven en la pobreza rural, destacó Cheyre.


Además Chile está atrayendo a emprendedores del extranjero. Hace algunos años CORFO identificó la reticencia de Estados Unidos para renovar visas a emprendedores extranjeros en Silicon Valley, lo que llevó al lanzamiento de Start-Up Chile. A través de este programa, 384 emprendedores con ideas brillantes han sido seleccionados de todas partes del mundo para recibir US$40.000 cada uno y una visa de un año.


“Llevamos 1.500 postulaciones de 65 países; en este mundo de las redes sociales (…), es impresionante la cantidad de interés que hay por esto”, afirmó Cheyre. “¿Qué les pedimos, que aquí hagan un Facebook? Ojalá lo hagan, pero lo que más nos interesa, lo que les pedimos por contrato es que tienen que cumplir un cierto número de horas de ir a [dictar] charlas a universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales; nos interesa que ellos diseminen este tema del emprendimiento”.


A través de otro programa, Global Connections, CORFO tiene un acuerdo con Plug and Play Tech Center de Silicon Valley para enviara a los principales emprendedores de Chile a recibir capacitación y coaching.


Pero el inglés es una brecha importante. “Chile tiene muchos buenos proyectos, pero nuestros jóvenes están fallando en inglés”, indicó Cheyre. Esta es la razón por la que CORFO adjudicó 4.000 becas para capacitación en idiomas en el 2011, que se incrementarán a 6.000 en 2012, añadió.


CORFO también aspira a fortalecer sus vínculos con inversionistas en países como Estados Unidos a fin de atraer más capital de riesgo. “Necesitamos recurrir a estos mercados y aprender del know-how de capital de riesgo en países como Estados Unidos e Israel”, comentó Cheyre.


Las pequeñas y medianas empresas de Chile a menudo tienen dificultades para obtener financiamiento bancario debido a su alto nivel de riesgo, pero CORFO las ayuda al garantizar créditos bancarios. En el 2011, la agencia garantizó 43.000 créditos por un total de US$2.000 millones. “Extendimos un puente entre los bancos y las pequeñas empresas que ha funcionado bien”, dijo Cheyre.


En términos de innovación, las compañías chilenas con frecuencia enfrentan problemas para llevar buenas ideas al mercado. “Innovación significa que tienes que producir algo para vender”, señaló. Pero el programa Go to Market de CORFO aspira a ayudar a los innovadores chilenos a dar el siguiente paso al enviarlos a Silicon Valley a aprender cómo comercializar sus ideas.


Chile también ha atraído centros de excelencia tecnológica como el instituto alemán de biotecnología Fraunhofer, que abrió su primer centro sudamericano en Santiago en el 2011 con financiamiento de la CORFO. El siguiente paso es atraer más centros de investigación privados para prestar servicios a la región y al mundo desde Chile, dijo Cheyre.


A través de estos y otros programas, que el actual gobierno pretende alcanzar en el 2013, Chile ha declarado el Año de la Innovación, habiendo logrado avances concretos en materia de innovación y productividad, según Cheyre.


Pero para que esto ocurra, Chile necesita generar más competencia en los mercados. “Necesitamos más competencia en diferentes industrias de modo que la innovación sea una necesidad, no una opción”, sostuvo.


Chile además requiere modelos de rol comerciales locales. El país tiene muchos héroes deportivos -desde Marcelo Salas hasta Alexis Sánchez- pero necesita héroes en el área del emprendimiento.


Puede que el próximo Mark Zuckerberg no sea chileno, pero mediante la construcción de puentes CORFO está ayudando a crear las condiciones para que los emprendedores florezcan. Como dijo Cheyre, Chile necesita más y mejores empresas para escalar el monte Everest. La cima está a la vista, pero hay un largo camino por recorrer.

Chile’s goal of becoming a developed country by 2020, which means raising per capita GDP to US$23,000 from US$15,000 currently, seems like climbing Mount Everest. It is a long way off and getting there will take hard work and commitment. But Chile is well-equipped to make the climb, says Hernán Cheyre, executive vice-president of Chile’s Economic Development Agency, CORFO.

It helps that many of Chile’s rivals are carrying too much debt and are falling behind as a result. In fact, thanks to its fiscal discipline and sound macroeconomic position, Chile has an “unprecedented” opportunity to pick up the pace of economic growth, Cheyre told guests at an AmCham breakfast on December 22.

While European countries and the United States struggle with huge public debts, Chile’s net public debt, including its offshore sovereign wealth funds, is negative. “Only a few countries in the world can make that claim,” said Cheyre.

Chile is not only light on its feet but it also has modern transport and world-class telecommunications infrastructure. Location matters less and less in the world of business, but good communications technology is essential, said Cheyre.

Then there is Chile’s institutional strength. Contracts are respected and institutions work, which is more than can be said for some other countries in the region.

But to take advantage of this opportunity, Chile needs “more and better companies,” said Cheyre. “It is the private sector that will help us to scale the summit.”

So how can CORFO help companies make the climb? By “building bridges” where market failures exist in order to improve connectivity between entrepreneurs, said Cheyre.

CORFO aims to achieve this by promoting entrepreneurship in productive areas, stimulating innovation to improve productivity, increasing the competitiveness of Chilean companies and improving Chile’s business climate.

“We need to think big to make Chile into a pole for entrepreneurship and innovation in Latin America.”

It all starts at school by encouraging kids to “play at entrepreneurship”, said Cheyre. CORFO has financed projects, such as inter-school contests, that have benefitted 38,810 students throughout the country and involved over 1,000 teachers.

Women are also a largely untapped source of entrepreneurs in Chile. The participation of women in the workforce is low, but CORFO’s small business programs aimed at women are an “escape valve”, particularly for women living in rural poverty, noted Cheyre.

And Chile is attracting entrepreneurs from abroad. A few years ago CORFO identified the reluctance of the United States to renew visas for foreign entrepreneurs in Silicon Valley, which led to the launch of Start-Up Chile. Through this program, 384 entrepreneurs with bright ideas have been selected from around the world to receive US$40,000 each and a one-year visa.

“We’ve had 1,500 applications from 65 countries, it’s amazing how this has taken off on social media,” said Cheyre. “We hope the next Facebook will be in Chile, but the main contribution is creating a culture of entrepreneurship.”

Through another program, Global Connections, CORFO has an agreement with Silicon Valley’s Plug and Play Tech Center to send top Chilean entrepreneurs for training and coaching.

But English is an important gap. “Chile has many good projects but our young people are failing in English,” said Cheyre. This is the reason CORFO awarded 4,000 scholarships for language training in 2011, which will grow to 6,000 in 2012, he added.

CORFO also aims to strengthen links with investors in countries like the United States to attract more venture capital. “We need to tap these markets and learn from the venture capital know-how in countries like the United States and Israel,” said Cheyre.

Chile’s small and medium size companies often struggle to obtain bank financing due to their high level of risk, but CORFO helps by guaranteeing bank loans. In 2011, the agency guaranteed 43,000 loans totaling US$2 billion. “We extended a bridge between banks and small businesses that has worked well,” said Cheyre.

In terms of innovation, Chilean companies often struggle to take good ideas to market. “Innovation means you have to produce something to sell,” he said. But CORFO’s Go to Market program aims to help Chilean innovators take the next step by sending them to Silicon Valley to learn how to market their ideas.

Chile has also attracted centers of technological excellence such as Germany’s Fraunhofer biotech institute, which opened its first South America center in Santiago in 2011 with funding from CORFO. The next step is to attract more private research centers to serve the region and the world from Chile, said Cheyre.

Through these and other programs, the government aims to reach 2013, Chile’s declared Year of Innovation, having made concrete progress in innovation and productivity, said Cheyre.

But for this to happen, Chile needs to generate more competition in markets. “We need more competition in different industries so innovation is a necessity, not an option,” he said.

Chile also needs local business role models. It has plenty of sports heroes – from Marcelo Salas to Alexis Sanchez – but it needs heroes in the area of entrepreneurship.

The next Mark Zuckerberg might not be Chilean, but by building bridges CORFO is helping to create the conditions for entrepreneurs to flourish. As Cheyre said, Chile needs more and better companies to climb Mount Everest. The peak is in sight, but there is a long way to go.

Compartir