Conduzca con Cuidado Driving with Caution

24 Noviembre 2011

A medida que el 2011 se aproxima a su fin hay importantes riesgos en la economía global que Chile no se puede dar el lujo de ignorar. Estos están concentrados en Europa, pero las consecuencias de la crisis de deuda en ese continente podrían tener importantes repercusiones para las economías emergentes el próximo año y en adelante.

“El mundo ha cambiado significativamente durante el 2011”, dijo José de Gregorio, presidente del Banco Central de Chile, en un desayuno de AmCham celebrado el 29 de septiembre.

La actual situación económica global era virtualmente impensable hace seis meses. En ese entonces, los principales riesgos para la economía de Chile eran un sobrecalentamiento y una mayor inflación debido a los crecientes precios de los bienes básicos. Las economías desarrolladas se estaban recuperando más lentamente, pero las economías emergentes -incluida la de Chile- estaban surgiendo.

“Lo que hay que hacer en esa situación en términos de política monetaria es subir las tasas en línea con la inflación”, dijo De Gregorio.

Pero para fines de agosto, ese escenario había cambiado drásticamente. Standard & Poor’s había rebajado la calificación de deuda de Estados Unidos y al mismo tiempo la crisis de deuda de la Unión Europea, que hasta entonces había estado circunscrita a Portugal, Grecia e Irlanda, comenzaba a propagarse a Italia, España y otros países.

El resultado en Chile y el mundo ha sido un crecimiento económico más lento, precios de los bienes básicos más bajos y menor inflación. No obstante, el banco central ha mantenido la tasa referencial estable en un 5,25% desde junio. Y planea mantener la tasa sin cambios al menos hasta fines de este año, según el último Informe de Política Monetaria (IPOM) del banco.

“Una cosa es la política monetaria y otra cosa es lo que de verdad ocurre con la economía real”, señaló de Gregorio, quien añadió que se espera que la economía chilena crezca en torno al 6% en el 2011. Sin embargo, el Banco Central de Chile redujo su proyección de crecimiento económico para el 2012 a entre un 4,5% y un 5%.

Esto refleja el riesgo de contagio de la crisis del euro. Mientras Grecia e Italia enfrentan primas de riesgo hasta 10 veces más altas que Alemania, el financiamiento de deuda de estos países se vuelve cada vez más costoso. “Hay una tremenda crisis de confianza en Europa lo que está contaminando el sistema bancario”, afirmó De Gregorio.

Sin embargo, a diferencia del dramático colapso de Lehman Brothers en el 2008, la crisis europea ha evolucionado “en cámara lenta” con días de optimismo y otros de pesimismo, indicó De Gregorio, quien encabeza a la autoridad monetaria desde el 2007.

El caso de “Lehman fue como un auto que va a 100 kilómetros en la lluvia cuando repentinamente atraviesa la barrera y choca”, sostuvo. “Lo de hoy en día, es como el mismo auto entrando a un túnel sin sus luces prendidas y donde ninguno de los demás autos tienen sus luces encendidas y no se puede ver el final [del túnel]”.

Por supuesto, en esta situación los conductores avanzan lentamente y algunas economías europeas se han estancado. “No podemos descartar que la situación vaya a empeorar el próximo año”, resaltó De Gregorio.

La Unión Europea aprobó un significativo paquete de rescate para Grecia, pero ahora parece que Italia también podría necesitar una mano. “Los líderes europeos no pueden encontrar una salida de esta crisis”, admite De Gregorio.

Parte del problema es que no existen las instituciones que puedan resolver la crisis. Pero el mundo está mejor preparado hoy en día que lo que estaba en el 2008. Esta vez los Gobiernos y los bancos centrales han tenido mucho tiempo para prepararse e implementar las salvaguardas necesarias.

“Hay muchos más mecanismos para mitigar una potencial recesión o una prolongada desaceleración”, manifestó el titular del instituto emisor.

No obstante, es posible que se produzca un mayor debilitamiento de la economía de Estados Unidos. La confianza empresarial en Estados Unidos, que fue remecida por el terremoto de Japón en marzo, continúa cayendo. El desempleo está subiendo y la deuda local ha alcanzado niveles exorbitantes. Mientras tanto, la tasa de interés referencial de la Reserva Federal de Estados Unidos sigue cerca del 0%, lo que deja poco espacio para una política monetaria expansiva.

Aún así, los mercados bursátiles de Estados Unidos no han caído tanto como los mercados latinoamericanos, destacó De Gregorio. La razón es que en tiempos de incertidumbre los inversionistas buscan refugio en las notas del Tesoro de Estados Unidos y en el dólar. Esto ha tenido un importante efecto en la tasa de cambio: el dólar se ha apreciado de 460 pesos a comienzos de agosto a más de 500 pesos en noviembre.

Aun más preocupante para Chile que la depreciación del peso, ha sido la sorpresiva caída de los precios de los bienes básicos incluido el cobre, el que ha retrocedido de un máximo récord de US$4,60 la libra en febrero a menos de US$3,50 la libras.

El panorama económico para el 2012 es incierto, y la recesión es una fuerte posibilidad, dijo De Gregorio. En este escenario, Chile debe conducir con cautela, pero siempre y cuando se mantenga atento a otros conductores y frene cuando sea necesario, debería poder salir del otro lado del túnel.

“Hemos demostrado nuestra capacidad para ajustar la política monetaria cuando ha sido necesario”, manifestó De Gregorio, quien agregó que, gracias a su baja prima de riesgo –menor que la de dos tercios de los países europeos–, Chile tiene todas las opciones de financiamiento abiertas. “Continuaremos haciendo un seguimiento a la situación externa, pero Chile sigue en una muy sólida posición económica”, concluyó.

Julian Dowling es Editor of bUSiness CHILE

As 2011 draws to a close there are substantial risks in the global economy that Chile cannot afford to ignore. These are focused in Europe, but the fallout from the debt crisis in that continent could have important repercussions for emerging economies next year and beyond.


“The world has changed significantly during 2011,” said José de Gregorio, president of Chile’s Central Bank, at an AmCham breakfast in September.

The current global economic situation was virtually unthinkable six months ago. At that time the major risks facing Chile’s economy were overheating and higher inflation due to soaring commodities prices. Developed economies were recovering more slowly, but emerging economies including Chile were surging.

“The right thing to do in that situation in terms of monetary policy is raise rates in line with inflation,” said de Gregorio.

But by the end of August, that scenario had changed dramatically. Standard & Poor’s downgraded the US debt and at the same time the EU debt crisis, which until then had been contained in Portugal, Greece and Ireland, began to spread to Italy, Spain and other countries.

The result in Chile and the world has been slower economic growth, lower commodities prices and lower inflation. Nevertheless, the Central Bank has maintained the benchmark rate steady at 5.25% since June. And, according to the bank’s latest monetary policy report (IPOM), it plans to leave the rate unchanged until at least the end of this year.

“One thing is monetary policy and another thing is what actually happens in the real economy,” said de Gregorio, adding that Chile’s economy is expected to grow around 6% in 2011. However, the Central Bank has downgraded its economic growth forecast for 2012 to between 4.5% and 5%.

This reflects the risk of contagion of the Euro crisis. With Greece and Italy facing risk premiums up to ten times higher than Germany, it is becoming increasingly expensive for these countries to finance their debt. “There is a tremendous crisis of confidence in Europe which is contaminating the banking system,” said de Gregorio.

But unlike the dramatic collapse of Lehman Brothers in 2008, the European crisis has evolved “in slow motion” with days of optimism and others of pessimism, said de Gregorio, who has governed the Central Bank since 2007.

“Lehman was like a car going at 100 kilometers in the rain when it suddenly jumps the barrier and crashes,” he said. “Today, it’s like the same car going into a tunnel without its lights on where none of the other cars have their lights on either and you can’t see the end.”

Of course, in this situation drivers are going slowly and some European economies have stalled. “We can’t rule out that the situation will get even worse next year,” said de Gregorio.

The EU has approved a significant bailout package for Greece, but now Italy looks like it may also need a hand. “European leaders can’t find a way out of this crisis,” admitted de Gregorio.

Part of the problem is that the institutions don’t exist that could solve the crisis. But the world is better prepared today than it was in 2008. This time governments and central banks have had plenty of time to prepare and implement necessary safeguards.

“There are many more mechanisms to mitigate a potential recession or prolonged slowdown,” said the Central Bank president.

But further weakening of the US economy is likely. Business confidence in the United States, which has rocked by the Japanese earthquake in March, continues to slide. Unemployment is rising and household debt has reached exorbitant levels. Meanwhile, the Federal Reserve benchmark interest rate remains near 0%, leaving little room for expansive monetary policy.

Even so, US stock markets have not fallen as much as Latin American markets, noted de Gregorio. The reason is that in times of uncertainty investors take refuge in US treasury bills and the dollar. This has had an important impact on the exchange rate, with the dollar rising from 460 pesos at the beginning of August to over 500 pesos in November.

Even more worrying for Chile than the peso’s depreciation, has been the sudden drop in prices for commodities including copper, which has fallen from a record high of US$4.60 per pound in February to less than US$3.50/lb.

The world economic outlook for 2012 is uncertain with recession a strong possibility, said de Gregorio. In this scenario, Chile must drive with caution but as long as it keeps its eye on other drivers and brakes when necessary, it should make it out the other side of the tunnel.

“We have shown our ability to adjust monetary policy when necessary,” de Gregorio said, adding that, thanks to its low risk premium – lower than two thirds of European countries – Chile has all financing options open. “We will keep monitoring the external situation but Chile remains in a very strong economic position,” he concluded.

Julian Dowling is Editor of bUSiness CHILE

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