Chile no está cumpliendo

31 Enero 2011
El presidente de AmCham respondió en columna publicada este sábado en La Tercera los conceptos vertidos la semana anterior por Gabriel Zaliasnik. Irarrázaval reiteró  que "el respeto a la propiedad intelectual está muy lejos de constituir una “barrera de entrada artificial” a diversos ámbitos del quehacer económico, como sostiene el abogado Zaliasnik.  Es todo lo contrario: un premio al esfuerzo y un incentivo a la creatividad, que debe servir para proteger las ideas de aquellos que contribuyen al progreso y a las grandes transformaciones de la humanidad".

Chile no está cumpliendo
Por Javier Irarrázaval
Presidente AmCham

El abogado Gabriel Zaliasnik, asesor de farmacéuticas chilenas, ha escrito una columna la semana pasada en la que acusa que intereses de una determinada industria en EEUU pretende hacer creer que Chile no da cumplimiento a los acuerdos en materia de propiedad intelectual (PI) y en especial al Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU.

Entendemos que el rol de un abogado es defender los intereses de sus clientes; sin embargo, no podemos dejar que el celo profesional nos lleve a confusión: Chile está incumpliendo el TLC suscrito con los Estados Unidos y esto no puede sino ser visto como una falta grave, inaceptable para un país miembro de la OECD que además pretende ser, “desarrollado” en el corto plazo.  Coinciden con nuestro planteamiento una decena de organizaciones gremiales chilenas relacionadas con la PI y del ámbito de la tecnología de la información, del área agroindustrial, farmacéutica y cultural, las que publicaron una declaración  el 26 de abril del 2010 con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual. En ella se recalca por qué sí importa proteger bien la propiedad intelectual, se habla de los avances, pero también de los incumplimientos, entre éstos, varios que tiene relación con el TLC con Estados Unidos.

También coincide con esta posición el Gobierno de EEUU, el que a través de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), equivalente a la DIRECON pero con rango ministerial, ha clasificado a Chile, en los últimos cuatro años, en una lista de observación prioritaria por tener pendiente la adecuación de su legislación a los acuerdos internacionales suscritos, entre los que se cuenta el TLC con ese país.

Mucho hemos lamentado que se haya clasificado de esa manera a Chile, puesto que afecta nuestro prestigio de país confiable y serio, con consecuencias muy concretas en la inversión que procuramos atraer.  Pero también hemos lamentado que Chile no haya tenido la voluntad política para avanzar en un tema en el que se comprometió expresamente y que claramente apunta a modernizar un sistema de gestión de servicios públicos que en la actualidad tácitamente no favorece la creatividad, la innovación y los nuevos emprendimientos.

Por este mismo motivo, consideramos que no se justifica que ya pasados siete años desde que entrara en vigencia el TLC con EEUU, siga habiendo un punto de controversia con un socio tan importante para el país. El TLC ha sido un muy buen vehículo para estrechar la relación comercial bilateral. El incremento en el flujo comercial, de más de 100%, ha significado que también más de 2.000 empresas chilenas exporten a EEUU, con los consiguientes  empleos que ello produce.  Por otra parte, el haberse Chile comprometido en el TLC “a negar la autorización de comercialización a cualquier tercero antes del vencimiento del plazo de la patente, salvo que medie el consentimiento o la aquiescencia del titular de la patente” (Art. 17.10 del TLC), comunmente aplicado al “linkage”, debiera ser mirado no como una imposición, sino como una gran oportunidad para mejorar la gestión y administración de nuestros procesos para resguardar la propiedad intelectual en forma eficiente y ejemplar.
En una sociedad que aspira a superarse y tener una mejor calidad de vida, es necesario premiar a los que contribuyen al progreso de la misma. Esto no es desconocer la conveniencia de construir una sociedad solidaria; pero la riqueza, para ser distribuida, debe ser primero creada, luego transformada y, finalmente, desarrollada.
El respeto a la propiedad intelectual está muy lejos de constituir una “barrera de entrada artificial” a diversos ámbitos del quehacer económico, como sostiene el abogado Zaliasnik.  Es todo lo contrario: un premio al esfuerzo y un incentivo a la creatividad, que debe servir para proteger las ideas de aquellos que contribuyen al progreso y a las grandes transformaciones de la humanidad.

Sin duda la aspiración de Chile es convertirse en un país desarrollado, de oportunidades, sin los niveles de pobreza que hoy nos afligen y que respeta los acuerdos internacionales que suscribe.    Siempre hay que honrar los compromisos y, en este caso específico, es mucho más importante asumir, además, que para que se concrete esa aspiración,  está en nuestro mejor interés y beneficio dar resguardo a los que quieren investigar, innovar y emprender.El presidente de AmCham respondió en columna publicada este sábado en La Tercera los conceptos vertidos la semana anterior por Gabriel Zaliasnik. Irarrázaval reiteró  que "el respeto a la propiedad intelectual está muy lejos de constituir una “barrera de entrada artificial” a diversos ámbitos del quehacer económico, como sostiene el abogado Zaliasnik.  Es todo lo contrario: un premio al esfuerzo y un incentivo a la creatividad, que debe servir para proteger las ideas de aquellos que contribuyen al progreso y a las grandes transformaciones de la humanidad".

Chile no está cumpliendo
Por Javier Irarrázaval
Presidente AmCham

El abogado Gabriel Zaliasnik, asesor de farmacéuticas chilenas, ha escrito una columna la semana pasada en la que acusa que intereses de una determinada industria en EEUU pretende hacer creer que Chile no da cumplimiento a los acuerdos en materia de propiedad intelectual (PI) y en especial al Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU.

Entendemos que el rol de un abogado es defender los intereses de sus clientes; sin embargo, no podemos dejar que el celo profesional nos lleve a confusión: Chile está incumpliendo el TLC suscrito con los Estados Unidos y esto no puede sino ser visto como una falta grave, inaceptable para un país miembro de la OECD que además pretende ser, “desarrollado” en el corto plazo.  Coinciden con nuestro planteamiento una decena de organizaciones gremiales chilenas relacionadas con la PI y del ámbito de la tecnología de la información, del área agroindustrial, farmacéutica y cultural, las que publicaron una declaración  el 26 de abril del 2010 con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual. En ella se recalca por qué sí importa proteger bien la propiedad intelectual, se habla de los avances, pero también de los incumplimientos, entre éstos, varios que tiene relación con el TLC con Estados Unidos.

También coincide con esta posición el Gobierno de EEUU, el que a través de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), equivalente a la DIRECON pero con rango ministerial, ha clasificado a Chile, en los últimos cuatro años, en una lista de observación prioritaria por tener pendiente la adecuación de su legislación a los acuerdos internacionales suscritos, entre los que se cuenta el TLC con ese país.

Mucho hemos lamentado que se haya clasificado de esa manera a Chile, puesto que afecta nuestro prestigio de país confiable y serio, con consecuencias muy concretas en la inversión que procuramos atraer.  Pero también hemos lamentado que Chile no haya tenido la voluntad política para avanzar en un tema en el que se comprometió expresamente y que claramente apunta a modernizar un sistema de gestión de servicios públicos que en la actualidad tácitamente no favorece la creatividad, la innovación y los nuevos emprendimientos.

Por este mismo motivo, consideramos que no se justifica que ya pasados siete años desde que entrara en vigencia el TLC con EEUU, siga habiendo un punto de controversia con un socio tan importante para el país. El TLC ha sido un muy buen vehículo para estrechar la relación comercial bilateral. El incremento en el flujo comercial, de más de 100%, ha significado que también más de 2.000 empresas chilenas exporten a EEUU, con los consiguientes  empleos que ello produce.  Por otra parte, el haberse Chile comprometido en el TLC “a negar la autorización de comercialización a cualquier tercero antes del vencimiento del plazo de la patente, salvo que medie el consentimiento o la aquiescencia del titular de la patente” (Art. 17.10 del TLC), comunmente aplicado al “linkage”, debiera ser mirado no como una imposición, sino como una gran oportunidad para mejorar la gestión y administración de nuestros procesos para resguardar la propiedad intelectual en forma eficiente y ejemplar.
En una sociedad que aspira a superarse y tener una mejor calidad de vida, es necesario premiar a los que contribuyen al progreso de la misma. Esto no es desconocer la conveniencia de construir una sociedad solidaria; pero la riqueza, para ser distribuida, debe ser primero creada, luego transformada y, finalmente, desarrollada.
El respeto a la propiedad intelectual está muy lejos de constituir una “barrera de entrada artificial” a diversos ámbitos del quehacer económico, como sostiene el abogado Zaliasnik.  Es todo lo contrario: un premio al esfuerzo y un incentivo a la creatividad, que debe servir para proteger las ideas de aquellos que contribuyen al progreso y a las grandes transformaciones de la humanidad.

Sin duda la aspiración de Chile es convertirse en un país desarrollado, de oportunidades, sin los niveles de pobreza que hoy nos afligen y que respeta los acuerdos internacionales que suscribe.    Siempre hay que honrar los compromisos y, en este caso específico, es mucho más importante asumir, además, que para que se concrete esa aspiración,  está en nuestro mejor interés y beneficio dar resguardo a los que quieren investigar, innovar y emprender.
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