En octubre, Chile acudirá a las urnas para elegir a quienes serán sus autoridades municipales por los próximos cuatro años. Pero en esas elecciones hay más en juego que quién regirá al gobierno local; los comicios también serán una prueba de la fuerza de las dos principales coaliciones políticas del país -la centroizquierdista Concertación y la centroderechista Alianza por Chile- antes de la próximas elecciones parlamentarias y presidenciales en diciembre del 2009.
Y, según Ascanio Cavallo, decano de la Escuela de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez y reconocido analista político, ambas coaliciones enfrentan importantes desafíos. Quizás los de la Concertación -que se ha mantenido en el poder desde 1990- son mayores, pero no hay una correlación lineal entre el descontento con el Gobierno y el apoyo a la oposición, señaló en un desayuno de la AmCham realizado el 22 de julio.
Cuando la Presidenta Michelle Bachelet asumió el mando de la nación en marzo del 2006, lo hizo en condiciones extraordinariamente favorables, dijo Cavallo, “de hecho, quizás las más favorables de los últimos 40 años”. A diferencia de su antecesor, el presidente Ricardo Lagos, quien asumió cuando Chile aún luchaba por salir de la crisis asiática, Bachelet heredó una economía en expansión con decrecientes tasas de desempleo, sólidas finanzas fiscales y precios récord para el cobre.
Más aún, destacó Cavallo, fue la primera de cuatro presidentes de la Concertación en contar con una mayoría en ambas Cámaras del Congreso. No obstante, ha visto decaer su tasa de aprobación a un nivel cercano al punto más bajo que haya tenido un Gobierno de la Concertación: el del presidente Eduardo Frei en la mitad de la crisis asiática.
El problema, dijo a los miembros de la AmCham y sus invitados, es que sus ventajas tempranas se perdieron a poco andar. A medida que las tasas de inflación y los altos precios del petróleo se incrementaban, la economía se volvió menos estable y la percepción pública se volvió pesimista mientras la Alianza ganaba fuerza al tiempo que su candidato Sebastián Piñera consolidaba su posición como líder entre los candidatos a la Presidencia.
Además, la mayoría del Gobierno en el Congreso tuvo problemas con las diferencias al interior de la Concertación. “Este probablemente será el Gobierno de la Concertación que menos leyes apruebe”, predijo Cavallo.
La Presidenta Bachelet consiguió la aprobación para la reforma de pensiones que fue su principal promesa electoral, pero el panorama legislativo para el resto de su mandato es oscuro, aseveró Cavallo. “Hay un montón de leyes entrampadas en el Congreso que no tienen ninguna expectativa de ser aprobadas”.
Pero eso no significa que las elecciones municipales de octubre serán una carrera ganada para la Alianza. Históricamente, el margen de la Concertación sobre la oposición siempre ha sido mayor en las elecciones locales y hay signos que muestran que ello podría ser así nuevamente, sugirió Cavallo.
“Al hablar con líderes de la oposición, uno percibe un temor de que la posición de Piñera en las encuestas y la debilidad del Gobierno puedan no verse reflejados en los resultados”, señaló, “y de que la oposición, de hecho, podría recibir un duro golpe”.
Es por eso que Piñera probablemente no desempeñará un rol muy visible en la campaña municipal, predijo. La prueba clave para la Alianza, añadió, será no perder votos aún cuando -según parece- pierda alcaldes en algunas de las comunas clave como Santiago Centro.
Pensando a futuro sobre las elecciones presidenciales, aún es demasiado pronto para prever el resultado, dijo Cavallo. Por una parte, la Concertación aún no tiene un candidato y la experiencia muestra que sus electores no manifiestan su opinión hasta que eso ocurre, argumentó.
En su opinión, Piñera no va a la segura. Está actuando de manera autónoma -“claramente no sigue órdenes de partido”, destacó Cavallo- y esa no es una situación “normal”. Y, advirtió, no hay que olvidar que, más o menos a la misma altura de la última carrera por las elecciones presidenciales, el candidato de la oposición, Joaquín Lavín, estaba en una posición similar hasta que apareció Piñera y lo dejó en un tercer lugar.
Asimismo, las tendencias históricas sugieren que, aún cuando la oposición gane la elección presidencial, podría no obtener una mayoría en el Congreso, dijo Cavallo. “Y la experiencia con Bachelet en los últimos meses muestra cuán inquietante puede ser eso”.
Pero hay un factor -la inflación- que podría cambiar este panorama de manera drástica, advirtió Cavallo. Y eso no necesariamente son buenas noticias para la oposición, señaló, porque hay indicios que muestran que la Concertación se está uniendo tras una causa común: controlar las alzas de precios. “Como siempre ha ocurrido con la Concertación, trabaja mejor en la adversidad… y cuando ve fuertes amenazas, como la inflación, tiende a aunar fuerzas”.