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A punto de cumplir su aniversario número once, la empresa fundada por Jorge Mckay consolidó su posición en el mercado local con una red de 38 locales y cruzó las fronteras abriendo su primera tienda en Estados Unidos, en la ciudad de Atlanta, jugada que se dispone a replicar en la zona de Nueva York, mientras sigue avanzando con su plantación propia de cacao en México.
Por Ignacia Medina
Sin fábrica y armado solamente con sus ahorros y buenas ideas, Jorge Mckay Alliende inició en julio de 2006, en una bodega arrendada en Quilicura, el proyecto que dio forma a la chocolatería La Fête. Una década más tarde la empresa se ha consolidado con una red comercial de 38 puntos de venta propios entre Antofagasta y Punta Arenas, los que son abastecidos por una fábrica propia en la que trabajan alrededor de 400 personas.
Una trayectoria en la que se conjugan su historia personal enraizada a la famosa compañía familiar de galletas “Mckay” -creada por su padre Jorge Mckay Harseim- y su propia visión de negocios que supo detectar en la chocolatería fina un gran potencial de desarrollo.
El presente de La Fête da cuenta de su exitoso desarrollo. En agosto próximo está prevista la entrada en operaciones de la ampliación de su fábrica, la que incluyó una superficie total de siete mil metros construidos para subir su capacidad de producción, estándar tecnológico y espacios de trabajo, de modo de satisfacer la creciente demanda. A esto se suma una nueva fase de su plan de apertura de tiendas en todo el país, con planes en puntos como la ciudad de Valdivia y el futuro Mall Plaza Los Domínicos, cada una de las cuales demanda inversiones en torno a US$ 200 mil.
Un impulso que no ha disminuido con el lento ritmo de la economía. Por el contrario, Mckay destaca la cualidad del chocolate como un producto gratificador a valores accesibles, atributo que en La Fête potencian con un permanente lanzamiento de productos y combinaciones novedosas. De ahí que en la empresa estimen para este año un volumen de ventas en torno a los US$ 24 millones, 20% más que en 2016.
En paralelo a este crecimiento en el mercado local, que le ha valido un amplio reconocimiento entre sus pares, Mckay ya sentó las bases de la expansión de La Fête más allá de las fronteras chilenas.
Los primeros pasos en EE.UU.
Tras lograr la aprobación de la Food and Drug Administration (FDA) y obtener diferentes patentes, La Fête inauguró hace seis meses su primer local en Estados Unidos, ubicado en la ciudad de Atlanta, Georgia. Un logro tras un largo proceso, pero que Jorge Mckay valora por tratarse de un mercado que implicará nuevas oportunidades, y que continuará en un par de semanas con la entrada en operación de su tienda online. A ello se suma un trabajo de preparación de futuras expansiones en dicho país, con la mirada puesta en otros puntos de venta en la zona de Nueva York.
El plan de internacionalización de la compañía ha fijado objetivos en otros países. En asociación con empresarios chocolateros de Bélgica, Francia y la República Checa, en el año 2014 compraron un terreno de 200 hectáreas en el estado mexicano de Yucatán para desarrollar una plantación propia de cacao. El proyecto iniciado con el cultivo de las primeras 25 hectáreas ya generó su primera cosecha el año pasado, cuya calidad está siendo evaluada para así ponerla a disposición del programa de elaboración de nuevos productos. Actualmente, con una planta que incluye 50 personas de la zona, este desarrollo agrícola también impulsa iniciativas de carácter social en la línea de reivindicar el origen maya del cacao, con lo cual busca, además, sumar nuevos atributos de calidad a los productos finales.
Los valores de la empresa
“A mí me encanta dar trabajo, ese para mí es el principal desafío”, sostiene Jorge Mckay en relación a su enfoque empresarial, en el cual considera fundamental la creación de ambientes con energía positiva. “Aquí los valores humanos son muy relevantes: el trabajo bien hecho, la honestidad, considerar al cliente siempre como lo más importante, el respeto por toda la gente que trabaja aquí y la búsqueda permanente de la excelencia”, agrega.
Entre los factores que explican el fuerte y rápido crecimiento de La Fête Chocolat, Mckay destaca la priorización de la excelencia como un atributo fundamental, objetivo que promueven activamente en la empresa mediante la capacitación y formación de sus empleados con acciones como el funcionamiento de un comité de desarrollo e incentivos como viajes y participación en ferias. Todo alineado al objetivo de la administración de estimular y ofrecer condiciones de estabilidad a su personal, conceptos que, en general, Mckay ve poco difundidos en las compañías chilenas, donde observa falencias en una serie de áreas como la atención al servicio del cliente y en el seguimiento efectivo a los proyectos.
Mckay subraya que la política de recursos humanos implementada en La Fête Chocolat ha sido fundamental en sus buenos resultados: “en 10 años, nosotros multiplicamos este mercado en tres o cuatro veces, y pasamos a ser los más grandes”.
En este sentido, el empresario resalta el ingrediente final de su fórmula de negocios: el 90% de los empleados de la chocolatería son mujeres. “La experiencia de compra es femenina, y nuestro trabajo interno es delicado y cuidadoso”, sentencia.[:en]
On the brink of its eleventh birthday, the company founded by Jorge McKay has firmly established its presence in the Chilean market, with a network of 38 stores nationwide. It has now taken an important leap abroad by opening its first store in the United States, in Atlanta, with plans in the pipeline to follow suit in New York. All the while, the company continues to make progress with its own cocoa plantation in Mexico.
By Ignacia Medina
With no factory and in possession of just his savings, his good ideas, and a rented storage space in the Santiago district of Quilicura, in July 2006 Jorge McKay Alliende began to develop what would eventually become La Fête chocolate shop. A decade later and the company has successfully built a network of 38 stores, from Antofagasta in the far north of Chile to Punta Arenas in the extreme south. All 38 of these chocolate shops are stocked by La Fête’s own factory, which provides employment to around 400 people.
This rise to the top intertwines the founder’s personal history, which is rooted in the renowned family behind the ‘McKay’ brand of cookies that was created by his father Jorge McKay Harseim, and his own business outlook that was able to foresee the great potential behind a refined chocolate shop.
The current standing of La Fête is testament to the successful development of this potential. In August this year, this potential will grow even further as work will begin on the expansion of the company’s factory, taking the total operating area to 7,000 square meters. This work will increase the chocolate company’s production capacity, technology standards and improve its work spaces, thereby helping it to meet the growing demand for its product. This development work will be taking place in conjunction with La Fête’s goal to open stores right across the country. Indeed, plans are in place to open new shops in the city of Valdivia and the future Mall Plaza Los Domínicos in Santiago, each of which will require investment of approximately US$200,000.
The company’s drive for expansion has not been diminished by the slow pace of economic growth in Chile. On the contrary, McKay emphasizes the quality of the chocolate as a highly satisfying product at an affordable price, which is an attribute the team at La Fête is keen to exploit, frequently launching new and original products and combinations. Accordingly, the company estimates sales of approximately US$24 million for 2017, a 20% rise on the previous year.
Prior to its current wave of business growth in Chile, which has earned the founder widespread recognition among his peers, McKay had already laid the foundations for the expansion of La Fête beyond the local market.
The first steps in the United States
Having gained approval from the United States Food and Drug Administration (FDA) and secured a variety of new patents, La Fête opened in first store in the US six months ago in Atlanta, Georgia. This represents significant success that was a long time in the making. However, Jorge McKay greatly values the effort expended because of the new opportunities afforded by the US market; opportunities that will be further consolidated in the coming weeks with the launch of the company’s online store. Meanwhile, ongoing work is focusing on future expansion possibilities in the US, with sights firmly set on establishing new stores in New York.
As part of its internationalization plan, La Fête is looking to fulfil additional objectives in other markets as well. In 2014, in association with chocolatiers from Belgium, France and the Czech Republic, 200 hectares of land were purchased in the Mexican state of Yucatan to develop a cocoa plantation. The project that began with the cultivation of the first 25 hectares produced its first harvest in 2015, the quality of which is currently undergoing analysis to gauge whether it can be made available to the association for the manufacture of new products. Currently, this agricultural development hosts a plant that employs 50 local persons. It also runs distinct social initiatives aimed at promoting the Mayan origin of cocoa, through which it seeks to add new qualities and attributes to the final products that are created.
Company values
“I love providing work for people, that is my biggest challenge”, says Jorge McKay in relation to his business approach, which also includes the fundamental component of creating working environments full of positive energy. “Human values are very important here: a job well done, honesty, always viewing the customer as the most important person, respect for the people who work here, and constantly striving for excellence” are all essential, he adds.
Among the factors to which McKay attributes the strong and fast growth of La Fête Chocolat is the prioritization of excellence. Indeed, this objective is actively pursued at the company by means of the ongoing training and capacity building of staff through, for example, a development committee, as well as the provision of incentives such as travel opportunities and participation in local fairs and markets. This approach reinforces the management’s objective of offering its workforce stimulating and stable conditions. McKay contends that these concepts are relatively rare within Chilean companies, in which it is possible to observe shortcomings across a range of areas, including customer service and an effective monitoring of projects.
McKay believes that the human resources policy implemented at La Fête Chocolat has been a fundamental part of the positive results achieved by the company: “In 10 years, we have multiplied the size of this market three or four times, and we have now become the largest market player”.
In this regard, the entrepreneur outlines the final ingredient of his business formula: 90% of the employees at La Fête are women. “The buying experience is largely female, and our work behind the scenes is both delicate and precise”, he explains.[:]