Buenos VecinosGood Neighbors

01 Agosto 2005


A inicios de Julio, cinco compañías de AmCham abrieron sus puertas a la comunidad, invitando a jóvenes y ciudadanos mayores a visitar sus instalaciones. Para muchos de estos niños -así como también para algunos de los visitantes adultos- esta fue la primera oportunidad ¡para estar dentro de una fábrica! Mientras que para las compañías participantes significó una ocasión para demostrar lo que ellas representan para la comunidad local. Era el momento para ser un “buen vecino”, y ¡para divertirse en el proceso!

La iniciativa de “Casa Abierta” (en ingles Open House) también fue un ejemplo de lo que se puede lograr cuando los sectores público y privado trabajan en conjunto. Dicha actividad, propuesta por el Comité de Inversiones Extranjeras de Chile, fue organizada en conjunto con AmCham, con el apoyo y participación de la autoridad del gobierno regional de Santiago, la Intendencia Metropolitana de Santiago, y los gobiernos municipales de diversas comunas de la ciudad.

Claramente, el ser abierto y transparente, así como el estar en contacto con la comunidad local es una situación sumamente beneficiosa para todos los que participan en esta iniciativa. Las cinco compañías -3M, American Airlines, Goodyear, IBM y Sherwin Williams- y sus empleados, pudieron exhibir orgullosamente quiénes eran y fueron capaces de explicar todo acerca de los productos y servicios que ellos ofrecen. Mientras tanto, la gente joven aprendió algo nuevo. Si las compañías no hubieran abierto sus puertas y si los niños no hubieren efectuado la visita, aparentemente, ninguna de las parte habría perdido nada, excepto una oportunidad para aprender.

¿Importa esto realmente?

Nosotros en AmCham creemos que ello es muy importante y planificamos repetir la iniciativa de Casa Abierta, probablemente en forma anual. Los beneficios de dichas iniciativas pueden no ser tan obvios cuando todo está marchando bien. Sin embargo, en tiempos de desafío, ese pequeño espacio de tiempo, en el cual los miembros de la comunidad pudieron conocerse entre sí, podría, por supuesto, probar ser muy importante. Se podría usar como un camino para resolver un problema. Sin este puente, se podría perder un tiempo valioso tratando de determinar la forma de comunicarse y aún antes de esto, interrogarse acerca de si la otra parte estaría dispuesta a escuchar.

A medida que observamos los actuales asuntos de negocios en Chile -una mayor sensibilidad y atención relativas a asuntos medioambientales, por parte de las comunidades, la responsabilidad y respuesta de los directores corporativos hacia todos los interesados de la compañía y, la necesidad de incrementar la base de inversionistas para nuevas empresas- está claro que si en todas las áreas, hubiera mayores niveles de confianza basados sobre la transparencia y accesibilidad, se facilitaría, en gran medida, el diálogo y la resolución de dificultades. En vez de ser un “problema” para la comunidad corporativa, éste se podría transformar en una oportunidad real, la que involucra el trabajo conjunto de todas las partes, reconociendo que ellas comparten metas.

Pero ¿cómo el hecho de “poder conocer” a la otra parte, puede ayudar a obtener ventaja de esta oportunidad?

Simplemente, por medio de crear confianza y establecer canales de comunicación.

Desafortunadamente, no siempre se busca este punto de intersección. Por el contrario, a veces se juega un juego de poder, en un intento por “imponer” una solución. A veces, las soluciones impuestas son necesarias. Pero bastante a menudo, estos arreglos son menos que óptimas. Una solución de consenso nacida del diálogo abierto entre personas que se conocen, probablemente será mucho mejor. Y ciertamente, es más probable que sea exitoso, dado que las partes tienden a comprometerse a concretar una vía de solución, cuando ellas han formado parte del proceso mediante el cual se alcanzó dicho acuerdo.

Este tipo de esfuerzo conjunto es difícil de crear cuando surge un asunto controversial. Pero seguramente ello es mucho más difícil si quienes participan, no se conocen entre sí.

AmCham llama a las compañías a que continúen extendiendo su mano a las comunidades -ampliamente definidas- en las cuales ellas operan. Asimismo, incentivamos a las comunidades que sirven de anfitrionas a las empresas, que extiendan su mano y que se tomen el tiempo para conocer a sus compañías. Pensamos que este es un asunto de productividad y de supervivencia de largo plazo y, francamente, de sentido común.

Saludamos a aquellas compañías que abrieron sus puertas durante el mes pasado y a las numerosas empresas que abren sus puertas a las comunidades donde ellas operan, y son “buenos vecinos” durante cada día del año. Agradecemos a las comunidades que han aceptado las invitaciones y se han unido a estas firmas, para construir un mejor futuro.

At the beginning of July, five AmCham companies opened their doors to the community, inviting young people and senior citizens to visit their installations. For some of these children - as well as some of the older visitors - it was their first opportunity to be inside a factory! And, for the companies who participated, it was a chance to show who they are to the local community. It was a time to be a “good neighbor” - and to have fun in the process!

The Open House initiative was also an example of what can be achieved when the public and private sectors work together. Proposed by the Chilean Foreign Investment Committee, the initiative was organized in conjunction with AmCham, with the support and participation of Santiago’s regional government authority, the Intendencia Metropolitana de Santiago, and the municipal governments of different districts of the city.

Clearly, being open and transparent, as well as being in contact with the local community is a win-win situation for all those involved. The five companies - 3M, American Airlines, Goodyear, IBM and Sherwin Williams - and their employees proudly showed who they are and were able to explain the products and services they provide. Meanwhile, the young people learned something new. If the companies had not opened their doors and if the children had not made the visit, nothing would apparently have been lost on either side - except an opportunity to learn.

Does this really matter?

We at AmCham believe it matters very much and plan to repeat the Open House initiative, perhaps annually. The benefits of such initiatives may not be so obvious when all is going well. However, in challenging times, that small space of time, in which members of the community were able to get to know each other, could prove very important indeed. A pathway could be defined to resolve a problem. Without this bridge, valuable time could be lost trying to determine how to communicate and, even before that, wondering whether the other side would listen.

As we look at today’s business issues in Chile - a greater sensitivity and visibility regarding environmental issues on the part of the local communities, the responsibility and responsiveness of corporate directors to all the company’s stakeholders, and the need to increase the investor base for new enterprises - it is clear that in all areas, higher levels of trust based on transparency and accessibility would go a long way to facilitating dialog and shaping solutions. Rather than being a “problem” for the corporate community, this can be a real opportunity. That opportunity involves all sides working together, recognizing that they share goals.

But how can “getting to know” the other side assist in taking advantage of this opportunity?

Simply by building trust and establishing channels of communications.

Sadly, this point of intersection is not always sought. Rather, a power game is sometimes played out in a bid to “impose” a solution. At times, imposed solutions are needed. But quite often these solutions are less than optimal. A consensus solution, born out of open dialog between people who know each other, is likely to be better. And it is certainly more likely to be successful since all parties tend to be committed to a solution when they formed part of the process by which it was reached.

This type of joint effort is difficult to construct when a controversial issue is raised. But it is surely much more difficult if those involved do not know each other.

AmCham encourages companies to continue extending their hand to the communities - broadly defined - in which they operate. We also encourage the communities who host enterprises to extend their hand and to take time to get to know their companies. We believe this is a matter of productivity and long-term survival and, frankly, common sense.

We salute those companies who opened their doors last month, and the numerous companies who open their doors to the communities where they operate and are “good neighbors” every day of the year. We thank the communities who have taken up the invitation and joined with these companies to build a better future.
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