En su forma más simple, la biodiversidad es la variedad de vida –ecosistemas, especies y genes– que es esencial para el desarrollo humano y el crecimiento. Es la base de la producción, el comercio, la inversión y la innovación, e incluso la supervivencia de la raza humana.
Chile se ha beneficiado enormemente de su tremendo patrimonio en materia de biodiversidad. Desde su desierto rico en minerales en el norte hasta la fértil llanura del valle central, los majestuosos fiordos del sur y sus abundantes recursos oceánicos, los ecosistemas naturales de Chile han proporcionado las bases de su sólida y vibrante economía basada en las exportaciones.
Desde el turismo hasta la astronomía, la biodiversidad también abre nuevas oportunidades de negocios de valor agregado mientras Chile sigue con su transición hacia una economía de innovación. La industria vitivinícola, que se destaca en el informe especial de este mes, es un ejemplo de un sector basado en las exportaciones que se ha nutrido de la biodiversidad de Chile.
Sin embargo, esta biodiversidad no debería darse por sentada. A medida que Chile crece y prospera, la biodiversidad debe ser protegida y requerirá un cuidadoso liderazgo a fin de permitir un mayor desarrollo para el beneficio de las futuras generaciones.
Chile ha tomado medidas para enfrentar este importante desafío. La nación ha desarrollado leyes para proteger su borde costero, desarrollar y fortalecer sus instituciones ambientales, y proteger su bosque nativo. Pero aún hay mucho trabajo por hacer. El reportaje principal de este mes detalla el debate que rodea la nueva legislación de pesca, la que está diseñada para asegurar el desarrollo sustentable de este importante recurso.
El sector privado también está tomando medidas. A través de programas de responsabilidad social y ambiental, las empresas están trabajando para proteger la biodiversidad en las comunidades en que operan. Las compañías comprenden que proteger los ecosistemas naturales es fundamental para la sobrevivencia de sus operaciones en el largo plazo.
Una mayor conciencia sobre este tema ha creado la necesidad de un diálogo público-privado en Chile, lo que ha conducido a una agenda nacional sobre biodiversidad. Esta agenda es necesaria en un mundo en que los temas ambientales son cada vez más importantes para un posicionamiento competitivo del país.
AmCham respalda fuertemente el desarrollo sustentable de Chile y reconoce la importancia de proteger la biodiversidad para lograr esta meta. Esperamos con entusiasmo participar en este diálogo y contribuir a través de nuestros Premios al Buen Ciudadano Empresarial, los que reconocen a las empresas responsables en materia social. Además estamos desarrollando lazos con organizaciones en Estados Unidos que tienen una experiencia técnica útil en estos temas. Creemos que estos esfuerzos servirán para promover y desarrollar oportunidades de comercio e inversión entre Chile y Estados Unidos.
In its simplest form, biodiversity is the variety of life – ecosystems, species and genes – that is essential for human development and growth. It is the basis for production, trade, investment and innovation, and even the survival of the human race.
Chile has benefited greatly from its tremendous wealth of biodiversity. From its mineral-rich desert in the north to the fertile plain of the central value, the majestic fjords of the south and its abundant ocean resources, Chile’s natural ecosystems have provided the foundation of its strong and vibrant export-based economy.
From tourism to astronomy, biodiversity also opens up new value-added business opportunities as Chile continues its transition to an innovation economy. The wine industry, which is highlighted in this month’s special report, is an example of an export-based industry that has thrived on Chile’s biodiversity.
But this biodiversity should not be taken for granted. As Chile grows and prospers, it must be protected and will require careful stewardship to permit further development for the benefit of future generations.
Chile has taken steps to face this important challenge. It has developed laws to protect its coastline, to develop and strengthen its environmental institutions, and to protect its native forests. But there is still much work to do. This month’s cover story outlines the debate surrounding new fisheries legislation which is designed to ensure the sustainable development of this important resource.
The private sector is also acting. Through social responsibility and environmental programs, companies are working to protect biodiversity in the communities where they operate. They understand that protecting natural ecosystems is fundamental to the survival of their businesses in the long term.
Greater awareness about this subject has created the need for a public-private dialogue in Chile, leading to a national agenda on biodiversity. This agenda is necessary in a world where environmental issues are increasingly important to a country’s competitive positioning.
AmCham strongly supports Chile’s sustainable development and recognizes the importance of protecting biodiversity to achieve this goal. We look forward to participating in this dialogue and to contributing through our Good Corporate Citizenship awards that recognize socially responsible businesses. We are also developing links with US organizations that have useful expertise in these matters. We believe that these efforts will serve to promote and build trade and investment opportunities between Chile and the United States.