Apostando a ChileWagering on Chile

01 Agosto 2009


Perseverar con una apuesta puede rendir frutos. O esa, al menos, parece ser la experiencia de GTECH, una de las empresas líderes de tecnología de juegos a nivel mundial.


La filial estadounidense de la firma italiana Lottomatica llegó a Chile en 1994 cuando se adjudicó un contrato con la Polla Chilena de Beneficencia, la lotería estatal del país. Sin embargo, su racha ganadora pareció llegar a su fin en 2002 cuando se licitó la renovación del contrato y GTECH lo perdió a manos de un rival griego.


No obstante, la empresa -que provee servicios a loterías en más de 50 países- había reconocido el potencial para el crecimiento que ofrecía Chile. Y estaba decidida a quedarse, señala Juan Pablo Chadid, gerente general de GTECH Corporation Chile.


En 2001, GTECH ya había ampliado sus actividades en Chile, apalancando su tecnología de juegos para lanzar Sencillito, un servicio de pago de cuentas. Ahora con más de 700 terminales a lo largo del país, Sencillito recauda el pago de servicios básicos y otras cuentas además de ofrecer recargas de celulares y transferencias de dinero a nivel nacional.


Los procesos tras el pago de una cuenta y la compra de un boleto de lotería son notablemente similares, señala Chadid. Después de todo, ambos se reducen a la transferencia de información detallada en forma segura y rápida desde un terminal a un centro administrativo, y a la entrega de una confirmación inmediata de la transacción.


De hecho, GTECH ha desarrollado servicios de procesamiento de cuentas similares en muchos otros países donde también proporciona servicios de apuestas, en especial en regiones como Europa Oriental y América Latina, zonas en las que la cantidad de personas con cuentas corrientes, y por tanto capaces de pagar sus cuentas con cheques o mediante transferencias automáticas, sigue siendo relativamente baja.


Tras registrar algunas dificultades iniciales, Sencillito se ha convertido en uno de los mayores proveedores de pagos de servicios básicos de Chile, con una participación de mercado en torno al 15%, afirma Chadid. Sin embargo, GTECH estaba ansioso por volver a su negocio medular. De modo que, cuando el contrato con Polla se licitó nuevamente para su renovación el año pasado, estaba decidida a volver a adjudicárselo.


Y tuvo éxito, adjudicándose un contrato a siete años con una opción de dos años adicionales. Si bien el contrato no entrará en vigencia hasta septiembre, ya transformó a la empresa en Chile, sostiene Chadid.


La empresa ha invertido varios millones de dólares en una nueva plataforma tecnológica, independiente a su operación de Sencillito, para administrar el contrato de Polla, señala, y ha ampliado sus oficinas en la comuna de Huechuraba en Santiago para ubicar a una fuerza laboral que ha crecido de cerca de cuarenta personas a alrededor de ochenta.


A los jugadores regulares de lotería les será difícil notar cualquier diferencia cuando GTECH asuma el control de la operación de Polla el próximo mes, asevera Chadid. De hecho, la idea es realizar un traspaso ininterrumpido, en el que la lotería seguirá ofreciendo los mismos tickets, tarjetas de raspe y apuestas deportivas de probabilidades fijas.


Pero, con una participación por cada ticket vendido, a GTECH también le entusiasma la idea de impulsar las ventas de los productos de Polla. Si bien la lotería ahora cumplió 75 años y Chile es un mercado maduro de apuestas, de todas maneras ofrece muchas oportunidades para el crecimiento, señala Chadid. En particular, GTECH ve espacio para un aumento de las ganancias de tarjetas de raspe con premios instantáneos, para las cuales la empresa cuenta con una planta de impresión en Lakeland, Florida.


Estos actualmente corresponden sólo a cerca de un 9% del mercado de apuestas de Chile, cuyo valor se estima en más de US$300 millones al año. En contraste, las tarjetas de raspe representan más de la mitad de todos los ingresos por apuestas en algunos estados de Estados Unidos, afirma Chadid. “


No esperamos llegar tan alto”, admite, “pero creemos que hay un potencial significativo”.


GTECH además está instalando pantallas de plasma en más de la mitad de los puntos de venta de lotería con el fin de entregar contenido multimedia para contarle a los clientes sobre las loterías, pozos de premios y otros juegos de Polla.


No obstante, en su apuesta por aumentar su participación en los ingresos por apuestas de Chile, GTECH enfrentará la competencia de los nuevos casinos que recientemente han aparecido a lo largo del país en virtud de una nueva ley de apuestas que entró en vigencia en 2005. Estos podrán atender a un grupo un poco más rico que la clientela normal de Polla, pero GTECH tiene sus apuestas cubiertas.


La empresa hermana Atronic, que tiene sus oficinas regionales en Perú, es un fabricante líder de tragamonedas y está activa en el creciente mercado de casinos de Chile.


“En el largo plazo, sino en el corto a mediano plazo, las apuestas en su conjunto deberían crecer como componente del gasto en entretención”, prevé Chadid. Si su proyección es correcta, la apuesta de GTECH en Chile debería terminar siendo una apuesta segura.


Tom Azzopardi trabaja como periodista freelance en Santiago.



Paying your water bill may not hold the same thrill as buying a lottery ticket but a U.S.-based company has found enough in common between the two transactions to build a business in Chile.

Persevering with a wager can pay off. Or that, at least, seems to be the experience of GTECH, one of the world’s leading gaming technology companies.

The U.S.-based subsidiary of Italy’s Lottomatica arrived in Chile in 1994 when it won a contract with Polla Chilena de Beneficencia, the country’s state-owned lottery. However, its winning streak appeared to have come to an end in 2002 when the contract came up for renewal and GTECH lost it to a Greek rival.

But the company, which provides services to lotteries in more than 50 countries, had recognized the potential for growth that Chile offered. And it was determined to stay, says Juan Pablo Chadid, general manager of GTECH Corporation Chile.

In 2001, GTECH had already broadened its activities in Chile, leveraging its gaming technology to launch Sencillito, a bill-payment service. Now with over 700 terminals around the country, Sencillito collects payment of utility and other bills as well as offering cellular phone top-ups and domestic wire transfers.

The processes behind paying a bill and buying a lottery ticket are remarkably similar, says Chadid. Both, after all, come down to transferring detailed information securely and rapidly from a terminal to an administrative center and providing immediate confirmation of the transaction.

GTECH has, in fact, developed similar bill-processing services in many other countries where it also provides gaming services, especially in regions like Eastern Europe and Latin America where the number of people with bank accounts, and so able to pay bills by check or automatic transfer, remains relatively low.

After some teething difficulties, Sencillito has grown into one of Chile's largest processors of utility payments, with a market share of around 15%, says Chadid.


However, GTECH was keen to return to its core business. So, when the contract with Polla again came up for renewal last year, it was determined to win it back.

And it succeeded, taking a seven-year contract with an option on an additional two years. Although the contract doesn’t come into force until September, it has already transformed the company in Chile, says Chadid.

It has invested several million dollars in a new technological platform, independent of its Sencillito business, to handle the Polla contract, he reports, and has expanded its offices in Santiago’s Huechuraba suburb to accommodate a workforce that has grown from forty-strong to around eighty.

Regular lottery players will be hard pressed to notice any difference when GTECH takes over operation of Polla next month, says Chadid. Indeed, the idea is a seamless handover, with the lottery continuing to offer the same tickets, scratch cards and fixed-odds sports betting.

But, with a cut on each ticket sold, GTECH is also eager to boost sales of Polla products. Although the lottery is now in its 75th year and Chile is a mature gaming market, it still offers plenty of opportunities for growth, says Chadid. In particular, GTECH sees room to increase sales of instant-win scratch cards for which the company has a printing plant in Lakeland, Florida.

These currently account for only around 9% of Chile’s gaming market, estimated to be worth more than US$300 million annually. By comparison, scratch cards account for more than half of all gaming revenues in some U.S. states, says Chadid.

“We don't expect to reach that high,” he admits, “but we do think there is significant potential.”

GTECH is also installing plasma screens at more than half of lottery sales points to provide multimedia content to tell customers about the Polla’s lotteries, jackpots and other games.

In its bid to grow its share of Chile’s gaming revenues, GTECH will, however, face competition from the new casinos that have recently sprung up around the country under a new gaming law which came into force in 2005. These may be catering for a slightly wealthier crowd than Polla’s normal clientele, but GTECH has its bets hedged.
A sister company Atronic, with regional headquarters in Peru, is a leading manufacturer of slot machines, and is active in Chile's growing casinos market.

“In the long term, if not the short to medium term, gaming as a whole should grow as a component of spending on entertainment,” Chadid predicts. If his forecast is correct, GTECH’s wager on Chile should turn out to be a sure bet.

Tom Azzopardi is a freelance journalist based in Santiago.
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