Cuando se trata de Internet móvil, lo esencial es la velocidad. Es por ello que las compañías de telecomunicaciones de Chile se preparan para desplegar la cuarta generación de comunicaciones móviles, conocida como 4G, la que promete una conexión de Internet 10 veces más rápida que su predecesora la red 3G, o de tercera generación.
"Va a ser muy, muy bueno tanto para las personas como para las empresas”, señala Gerardo Muñoz, gerente general de Claro Chile, uno de los mayores proveedores móviles del país y propiedad de la compañía mexicana América Móvil. “Básicamente, esto significa más velocidad para navegar en Internet y más velocidad para los datos móviles”.
En el 2011, como parte de su plan para incrementar la calidad y cobertura de los servicios de Internet móvil de Chile, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones lanzó una licitación para frecuencias 4G en la banda de 2.600 MHz. Los adjudicatarios -Claro, Entel y Movistar- se anunciaron en julio del año pasado y se les exigió ofrecer servicios 4G al 98% del país para marzo del 2014.
Claro tomó la delantera. La compañía desplegó en marzo un programa piloto de 60 días para someter a prueba el terreno 4G y Muñoz afirma que comenzará a ofrecer 4G a nivel comercial para junio de este año.
“Será una gran mejora para la eficiencia y productividad de los sectores industrial, médico, automotor y más”, sostiene Muñoz.
El Gobierno de Chile espera que la nueva tecnología ofrezca a los chilenos una mejor conexión a Internet, dondequiera que se encuentren, y reduzca el costo de Internet móvil y de línea fija, pero primero es necesario ampliar la red 4G para manejar un mayor número de usuarios.
“Vamos a adoptar de manera incipiente una tecnología que va a cambiar la industria”, dice Claudio Hohmann, ex ministro de Transportes y Telecomunicaciones. “Vamos a ver un montón de nuevos servicios que ahora ni siquiera podemos imaginar”.
Cómo 4G Cambia el Juego
Entonces ¿qué ofrece la tecnología 4G a los usuarios? En parte, más velocidad -la 4G acelera la conexión de Internet de un teléfono móvil para competir con un PC y, a diferencia de la 3G, que separa voz y datos, trata todo como datos.
“Abre un mundo de aplicaciones: telemedicina, ciudades más inteligentes, telecontrol (control remoto), cámaras de seguridad, mapas de seguridad y tráfico”, sostiene el subsecretario de telecomunicaciones de Chile, Jorge Atton.
En Chile, la tecnología 4G entregará velocidades al menos tan rápidas como los servicios de banda ancha de línea fija que actualmente se entregan por DSL o cable a los hogares, según Atton.
La tecnología emplea el sistema LTE (Long Term Evolution), que lanza datos lo suficientemente rápido para ver sin interrupciones videos en YouTube o Skype mientras uno camina por la calle, sin el desfase que puede causar horribles interrupciones en la conversación. Un dedo puede navegar a través de un sitio web interactivo en un teléfono inteligente tan rápido como el cursor en la mayoría de los computadores.
“4G es mucho mejor de lo que la gente tiene en sus casas, de modo que las redes fijas van a tener que redoblar su juego, hacer mejores inversiones y elevar la calidad”, afirma Atton.
La mayor competencia, tanto para proveedores de servicios móviles como de redes fijas, también podría abaratar los servicios de Internet, añade.
Sin embargo, la red 4G aún se encuentra en una etapa de prueba. En la prueba de Claro, cerca de 120 teléfonos en selectos sectores de negocios de Santiago -Providencia, Las Condes y Huechuraba- están probando el pulso y poder de la red.
Más adelante, Santiago y als ciudades costeras de Viña del Mar y Valparaíso serán las pioneras en la tecnología 4G de Claro, seguidas poco después por Concepción en el sur, manifiesta Muñoz.
“Queremos que nuestros clientes se beneficien tan rápidamente como sea posible y que el país entre en esta nueva era de las telecomunicaciones", afirma.
Cobertura Limitada
Desafortunadamente para los primeros en adoptarla, en un principio la tecnología 4G estará disponible en Chile solo en el espectro del ancho de banda de 2.600 MHz, que también es utilizado por la tecnología 3G.
Incluso en esta banda, los teléfonos 4G pueden navegar en Internet y descargar datos más rápido siempre y cuando los teléfonos estén en un área con cobertura y no se estanquen por una multitud de usuarios. Pero en lugares cerrados -dentro de una casa o una oficina- las velocidades estarán por debajo de su potencial. Ello porque las ondas relativamente pequeñas de 2.600 MHz no pueden atravesar edificios tan bien como ondas más largas en la banda de 700 MHz.
Luego está la demanda. Los proveedores de servicio ya tienen dificultades para manejar la cantidad de usuarios en una parte relativamente pequeña del ancho de banda. La recepción también depende de pequeñas antenas que apuntan a zonas de alto uso, lo que significa que las áreas rurales a veces tienen una cobertura irregular.
“Para que Chile realmente experimente la tecnología 4G, necesitamos un ancho de banda que la complemente, permitiéndonos descargar archivos a altas velocidades mientras nos desplazamos”, indica Manuel Araya, gerente de regulación y asuntos corporativos de Entel.
No obstante, Muñoz afirma que las compañías móviles sabían en qué se estaban metiendo cuando entraron en la competencia para proveer 4G. "Con el espectro que el Gobierno nos dio deberíamos poder desarrollar nuestro proyecto e, incluso más, proporcionar un servicio de alta calidad”, sostiene.
Aún así, más del espectro estará disponible para la tecnología 4G. En agosto, el ministerio pretende lanzar una licitación para frecuencias en la banda de 700 MHz. Los adjudicatarios se elegirán a comienzos del 2014 y luego tendrán un plazo de un año para poner todo en marcha.
Una vez que la tecnología 4G pase a esta banda, las compañías tendrán más ancho de banda para manejar más usuarios. Áreas urbanas densas no significarán redes congestionadas. Y, usando menos antenas que antes, la señal llegará a las áreas más remotas en Chile para entregar una conexión sólida con una mayor velocidad.
“El ancho de banda de 700 MHz tiene una disponibilidad mucho mejor para propagar la señal, de modo que cubrirá partes de edificios en donde la señal 3G estaba escondida”, indica Atton.
Además de una mayor penetración, también ofrece cierta continuidad intercontinental. Chile empleará el mismo ancho de banda que la Telecomunidad Asia-Pacífico (APT, por su sigla en inglés), la que incluye a países del Medio Oriente y a lo largo de Asia. Los viajeros entre estos países no perderán su conexión 4G, pero quienes se aventuren a Europa o Estados Unidos -al menos por ahora- verán reducidas las capacidades de sus teléfonos inteligentes 4G.
Para quienes están ansiosos por acceder a la tecnología 4G lo antes posible, comprar un teléfono apto para 4G ahora probablemente signifique que paguen otro cuando el nuevo ancho de banda entre en funciones. En el caso de los usuarios de tecnología 3G, sus teléfonos de todos modos no podrán conectarse a 4G, pero la 3G seguirá operativa durante años.
“Vamos a tener tres redes funcionando (4G, 3G y 2G). Esto es un gran desafío tecnológico”, comenta Muñoz de Claro.
Todos los Circuitos Están Ocupados Ahora
El cambio al ancho de banda de 700 MHz apunta a descongestionar las redes, las que han experimentado un aumento del 105% en el tráfico de Internet desde el 2009, de acuerdo con cifras del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.
“Dada la explosión de usuarios que hemos tenido en ciertas áreas, repentinamente estamos bajo presión para incrementar la calidad, la infraestructura y la capacidad de las redes actuales”, sostiene Atton.
En este momento, la cantidad de teléfonos celulares en Chile supera la cantidad de personas: hay 16,5 millones de personas y 24 millones de teléfonos celulares. De esos, 3,4 millones son teléfonos inteligentes, según el ministerio. Y los operadores de telecomunicaciones esperan que esta cifra siga aumentando: la cantidad de usuarios de Internet móvil se dispone a triplicarse para el 2014 y a ser 15 veces más grande para el 2017.
Junto con la absorción de teléfonos inteligentes y computadores tipo tableta, el video streaming y las descargas con estos dispositivos continúan impulsando el crecimiento.
“Como compañía tenemos un tremendo desafío. A nivel mundial estamos viendo un incremento exponencial en el tráfico de datos, el que ha sido denominado el tsunami digital, y Chile no es ajeno a este fenómeno”, afirmó Araya de Entel.
El ejecutivo indicó que la empresa asigna cerca de US$400 millones a redes móviles cada año y que esa cifra continúa creciendo.
Impacto Regional
El crecimiento no se limita a Santiago, donde vive cerca del 40% de los chilenos. “El problema de este alto consumo ha atravesado Chile. No es solo un problema para Santiago”, asevera Atton.
Hohmann indica que expandir la cobertura 4G a casi el 100% del país podría impulsar a las compañías a trasladarse a otras partes de Chile, o al menos a hacer más sencillo el hacer negocios desde áreas rurales.
“Creo que vamos a ver más descentralización en Chile, ciertamente con las compañías y la inversión”, dice Hohmann. “Si uno se traslada a ciudades pequeñas en el norte o sur con 4G, televisión digital y cable satelital, tiene en su casa todo lo que tiene en Santiago”.
Hohmann, quien proviene de Osorno, una pequeña ciudad en la Región de los Lagos de Chile, afirma que antes pocos emprendedores se habrían aventurado a iniciar sus negocios en sus ciudades natales, pero que con la tecnología 4G más de ellos podrían decidir quedarse.
A juicio de Hohmann, esta también podría tener un impacto en la agricultura. Según dice no le sorprendería ver agricultores cargando un iPad, negociando desde los campos utilizando 4G. “Trabajando en el campo, tu productividad sería mucho mayor”, sostiene.
Si bien el salto de la tecnología 4G puede ser sutil -acelerando el ritmo de las descargas de datos- su efecto en las posibilidades de Internet móvil podría ser transformador, cambiando la manera en que los consumidores interactúan con los dispositivos en dondequiera que puedan estar.
“Estamos en medio de la primera revolución de datos, pero no podemos decir cuán lejos o a dónde podría llegar”, sentencia Muñoz.
Katie Manning se desempeña como periodista freelance en Santiago
When it comes to Internet on the go, the name of the game is speed. That is why Chile’s telecom companies are preparing to roll out the fourth generation of mobile communications, known as 4G, which promises an Internet connection ten times speedier than its predecessor - the 3G, or third-generation, network.
"It's going to be really, really good as much for people as for businesses,” said Gerardo Muñoz, CEO of Claro Chile, one of the country’s largest mobile providers owned by Mexican company América Móvil. “Basically, this means more speed to navigate the Internet, and more speed for mobile data.”
In 2011, as part of its plan to step up the quality and coverage of Chile’s mobile Internet services, the Ministry of Transport and Telecommunications launched a tender for 4G frequencies on the 2,600 MHz band. The winners – Claro, Entel and Movistar – were announced in July last year and are required to offer 4G services to 98% of the country by March 2014.
Claro has been the first out of the gate. It rolled out a 60-day pilot program in March to test the 4G waters, and Muñoz says it will start offering 4G commercially by June this year.
“It's going to be a great improvement for efficiency and productivity in the industrial, medical, automotive sectors and beyond,” said Muñoz.
The Chilean government hopes the new technology will offer Chileans a better Internet connection, wherever they are, and reduce the cost of mobile and fixed-line Internet, but first the 4G network needs to be upgraded to handle a larger number of users.
“We are early adopters of a technology that is going to change the industry,” said Claudio Hohmann, a former minister of Transport and Telecommunications. “We’re going to see a lot of new services that we can’t even imagine now.”
How 4G changes the game
So what does 4G offer users? In part, more speed - 4G hustles a smartphone’s Internet connection to rival that of a PC and, unlike 3G, which separates voice and data, it treats everything as data.
“It opens up a world of applications: telemedicine, smarter cities, telecontrol (remote control), security cameras, traffic and security maps,” says Chile’s Undersecretary of Telecommunications, Jorge Atton.
In Chile, 4G will deliver speeds at least as fast as fixed-line broadband services currently provided by DSL or cable to homes, according to Atton.
The technology uses the Long Term Evolution (LTE) system, which fires data fast enough to smoothly stream YouTube or Skype videos as you walk down the street, without the lag time that can cause awkward lapses in conversation. A finger can chart through an interactive website on a smartphone as fast as the cursor on most computers.
“4G is a lot better than what people have in their houses, so the fixed networks are going to have to step up their game, make better investments and improve the quality,” said Atton.
The increased competition, for both mobile service providers and fixed networks, could also make Internet services cheaper, he added.
But the 4G network is still in a trial stage. In Claro’s test run, about 120 phones in select business sectors of Santiago — Providencia, Las Condes and Huechuraba — are checking the pulse and power of the network.
Later, Santiago and the nearby coastal cities of Viña del Mar and Valparaíso will pioneer Claro’s 4G, followed shortly after by Concepción to the south, according to Muñoz.
“We want our customers to benefit as quickly as possible and for the country to enter this new telecommunications era," he said.
Limited coverage
Unfortunately for the first adopters, 4G will initially be available in Chile only on spectrum in the 2,600 MHz bandwidth, which is also used by 3G.
Even on this band, 4G phones can surf the Internet and download data faster as long as the phones are in an area with coverage and aren’t bogged down by a herd of users. But in closed spaces —inside a house or an office — the speeds will fall short of their potential. That’s because the relatively small 2,600 MHz waves can’t sweep through buildings as well as taller waves in the 700 MHz band.
Then there is the demand. Service providers already struggle to handle the number of users on a relatively thin slice of bandwidth. Reception also depends on small antennas pointed at high-use areas, which means that rural areas sometimes have spotty coverage.
“For Chile to really experience 4G, we need a bandwidth that complements it, allowing us to download files at high speeds while we are on the move,” said Manuel Araya, manager of regulation and corporate issues at Entel.
But Muñoz says that mobile companies knew what they were getting into when they entered the competition to provide 4G. "With the spectrum that the government gave us we should be able to develop our project and, even further, provide a high-quality service,” he said.
Even so, more of the spectrum will soon be available for 4G. In August the Ministry plans to launch a tender for frequencies on the 700 MHz band. The winners will be picked in early 2014, and then given a year to put everything in place.
Once 4G moves onto this band, companies will have more bandwidth to handle more users. Dense urban areas won’t mean clogged networks. And, using fewer antennas than before, the signal will reach into most remote areas in Chile to deliver a tight connection with a faster speed.
“The 700 MHz bandwidth has a much better ability to spread the signal, so it will cover parts of buildings where the 3G signal was hidden,” said Atton.
Aside from greater penetration, it also offers some intercontinental continuity. Chile will use the same bandwidth as the Asia-Pacific Telecommunity (APT), which includes countries in the Middle East and across Asia. Travelers between these countries won’t lose their 4G connection, but those venturing to Europe or the U.S. — at least for now — will find the capabilities of their 4G smartphone whittled down.
For those eager to access 4G as soon as possible, buying a 4G-ready phone now likely means shelling out for another when the new bandwidth takes over. For 3G users, their phones won’t be able to connect to 4G anyway, but 3G will remain up and running for years.
“We’re going to have three networks (4G, 3G, and 2G) working. This is a great technological challenge,” said Claro’s Muñoz.
All circuits are busy now
The switch to the 700 MHz bandwidth aims to unclog networks, which have seen a 105% hike in Internet traffic since 2009, according to figures from the Ministry of Transport and Telecommunications.
“Given the explosion of users we’ve had in certain areas, suddenly we’re under pressure to increase the quality, the infrastructure, and the capacity of the current networks,” said Atton.
Right now, the number of cellphones in Chile trumps the number of people; there are 16.5 million people and 24 million cellphones. Of those, 3.4 million are smartphones, according to the Ministry. And telecom operators expect this to keep rising - the number of mobile Internet users is set to triple by 2014 and grow to be 15 times larger by 2017.
Along with the uptake of smartphones and tablets, video streaming and downloads with these devices continues to drive growth.
“As a company we have a tremendous challenge. Worldwide we are seeing an exponential increase in data traffic, which has been called the digital tsunami, and Chile is no stranger to this phenomenon,” said Entel’s Araya.
He said that the company puts about US$400 million into mobile networks every year and that figure continues to grow.
Regional impact
Growth is not limited to Santiago, where about 40% of Chileans live. “The issue of this high consumption has swept through Chile. It’s not just a problem for Santiago,” said Atton.
Hohmann says that expanding 4G coverage to nearly 100% of the country could spur companies to move to other parts of Chile, or at least make it easier to do business from rural areas.
“I think we’re going to be seeing more decentralization in Chile, certainly with companies and investment,” said Hohmann. “If you move to small cities in the north or in the south with 4G, digital television and satellite cable, you have everything at your house that you have in Santiago.”
Hohmann, who hails from Osorno, a small city in Chile’s Lakes Region, says few entrepreneurs would have ventured to bootstrap their business in his hometown before, but with 4G more could decide to stay.
It could have an impact on agriculture as well, according to Hohmann. He says he wouldn’t be surprised to see farmers toting an iPad, negotiating from the fields using 4G. “Working on the farm, your productivity would be much higher,” he said.
While 4G’s leap may be subtle — quickening the pace of data downloads — its impact on mobile Internet possibilities could be transformative, changing the way consumers interact with devices wherever they may be.
“We’re in the middle of the first data revolution, but we can’t say how far or where it might go,” said Muñoz.
Katie Manning is a freelance journalist based in Santiago